miércoles, 2 de abril de 2014

Los que siembran odios

MARTES, 1 DE ABRIL DE 2014
PABLO IGLESIAS
Acúsase a los socialistas por los mantenedores del régimen burgués de concitar el odio de los pobres contra los ricos, de promover conflictos y de producir toda clase de perturbaciones y trastornos. Tan injusta es esa acusación como todas las demás que nos hacen los mismos individuos.

El socialismo revolucionario difunde, sí, la teoría de la lucha de clases, y con arreglo a ella pide a los trabajadores que se organicen en partido distinto y opuesto a todos aquellos otros que, defendiendo la propiedad individual de los medios de producción y de cambio, quieren hacer perpetua la sumisión y la esclavitud de la clase productora.

El socialismo revolucionario aconseja también a los obreros que lo esperen todo –alivio a su malestar y curación total de éste- de ellos mismos, de sus solos esfuerzos; no de la misericordia y la protección de los explotadores.

El socialismo revolucionario predica constantemente a los asalariados que se organicen, que se preparen, que se valgan de cuantos medios les facilite la legalidad para mermar los privilegios patronales y quebrantar el organismo burgués.
El socialismo revolucionario afirma que la paz social y el bienestar humano sólo pueden ser un hecho aboliendo las clases mediante la supresión del capital privado.
El socialismo revolucionario, en fin, declara que para verificar tan saludable transformación la clase trabajadora debe hacerse dueña del poder político.

Pero si todo eso predica y recomienda el socialismo revolucionario, porque así lo exige la emancipación de la clase obrera y los intereses de la humanidad, no predica ni recomienda el odio a los individuos de la clase poseedora, ni tampoco los motines ni los desórdenes.

Y no hace nada de eso por una razón sencilla y clara: porque tales predicaciones perjudicarán al proletariado y favorecerían a la clase dominante.
Si existe odio entre patronos y obreros, si se producen conflictos y trastornos, no es por la influencia que el socialismo ejerza en las masas obreras, es porque la naturaleza del sistema capitalista no puede menos de engendrarlos.

El explotador, en su natural deseo de resistir la competencia que le hacen sus propios colegas y de alcanzar crecidos beneficios, sólo piensa en estrujar al obrero, en impedir que se organice y en castigarle cuando defiende sus intereses.

¿Quiénes provocan las huelgas? No lo obreros, sino sus explotadores haciéndoles llevar vida de irracionales y despidiendo a algunos trabajadores por ejercitar un derecho político.
¿Quiénes, en estos momentos, hacen que la indignación y el odio contra la clase adinerada se albergue en los pechos obreros? Las autoridades, los servidores de la burguesía, que tienen encerrados en la cárcel de Bilbao, sin haber delinquido lo más mínimo, a 26 trabajadores, y en las prisiones de Barcelona y otras capitales a muchos otros desheredados.

¿Quiénes avivan el espíritu de clase y despiertan sentimientos de venganza en los proletarios? Aquellas Compañías, aquellos patronos que, habiendo aflojado un poco los tornillos de al explotación ante el grandioso movimiento obrero de mayo, intentan ahora, que se han repuesto un poco del inmenso pánico que les produjo, darles tanta presión como anteriormente tenían.

¿Quiénes soliviantan los ánimos de los obreros? Los patronos, que no contentos con tener a su favor las autoridades, los Tribunales y las leyes, ponen a los obreros en la alternativa de perder el trabajo o de abandonar la asociación donde buscan algún alivio a sus males.

¿Quiénes irritan a los proletarios y llevan a su espíritu ideas e lucha y de exterminio? Los gobernantes, que fingen interesarse por ellos, haciendo lo contrario de lo que les prometen, y las autoridades que faltando a la ley les ponen obstáculos a su organización.

Todos esos son, no los socialistas, los que siembran odios y echan a la hoguera a los antagonismos sociales toda clase de combustibles.

Por ningún concepto conviene a la clase asalariada que su campaña contra la burguesía se inspire en sentimientos de venganza y en ciegos odios; pero si la masa obrera se dejase un día guiar por ellos –lo que sentiríamos de todo corazón- la culpa no sería suya, sino de los crueles explotadores que a todas horas la hostigan y espolean.
(El Socialista, núm. 224, 20-VI-1890, p.2)
Diario progresista

lunes, 3 de marzo de 2014

Antagonismo moral

LUNES, 3 DE MARZO DE 2014
PABLO IGLESIAS

Es indudable que el antagonismo que separa al obrero del patrono, que hace que ambos sean enemigos, es el que produce el choque de los intereses materiales, la relación económica en que está el uno respecto del otro.

Quien posee los medios de producción y de cambio tiene que conducirse necesariamente de distinto modo que se conduce quien está desposeído de ellos. El uno habrá de tener por norma de conducta a todas horas aquella que pueda llevarle a acrecentar su capital; el otro inspira todos sus actos en cuanto estima que ha de permitirle hacer frente a aquél y librarse un día de su yugo; el uno procederá como señor; el otro como esclavo, sumiso si es inconscientes, y rebelde si conoce las causas a que obedece su esclavitud.

Pero cuando ese antagonismo económico alcanza cierto grado; cuando la clase patronal llega a los últimos límites de la concurrencia, y la clase explotada, o una buena parte de ella, adquiere plena conciencia de sus intereses, al lado de aquel antagonismo, surge otro; surge el antagonismo moral.

El período de la fuerte concurrencia y del monopolio es para la clase patronal el período de la sofisticación, de la adulteración, del robo en el peso y en la medida, del empleo de materiales inferiores, de las quiebras fraudulentas, de los precios elevados, de la compra de los hombres políticos, de las grandes jugadas de bolsa, de los matrimonios de conveniencia, de las constantes inconsecuencias políticas, de las enormes dilapidaciones, de las tremendas caídas de esa clase.

El período del gran desarrollo industrial, de la mayor producción de riqueza, es para la clase obrera el período en que concentra sus dispersos o poco unidos miembros, en que se educa, se instruye, forma firmes caracteres, crea seres abnegados, engendra robustas voluntades, forja luchadores de temple y da tal elevación de pensamiento a muchos de los suyos, que no es dable poner en duda su triunfo sobre sus egoístas dominadores.

Arriba obsérvese que la solidaridad se relaja, la amistad flojea, el cariño se entibia, el valor decrece, en tanto que se ve aumentar la hipocresía, el cinismo, la venalidad, la codicia, la envidia y todas las malas pasiones.

¿Qué ocurre abajo, qué pasa en las filas del proletariado? Lo opuesto. Cede el vicio, disminuyen los odios y las rivalidades, el sentimiento de solidaridad se robustece aumenta el espíritu de compañerismo y de fraternidad y el desinterés y la abnegación ganan cada vez a mayor número de individuos.

Queda ciertamente aún bastante camino que recorrer a los desheredados para que se hallen en condiciones de alcanzar la victoria definitiva; pero esa superioridad moral que acusan sobre sus dominadores, esas cualidades positivas que llevan de ventaja a la clase que vive a su costa son prenda segura de que la victoria ha de ser de ellos.

Sigan elevándose moral e intelectualmente; continúen mostrándose cada vez más firmes, más honrados, más enérgicos, más resueltos a luchar con la inmensa podredumbre que engendra el régimen capitalista, y sus enemigos, orgullosos y déspotas hoy, no tendrán bríos para oponerles mañana una fuerte resistencia.
(El Socialista, 6-VII-1906)
DIARIO PROGRESISTA

martes, 25 de febrero de 2014

¡Por la pendiente…!

LUNES, 24 DE FEBRERO DE 2014
PABLO IGLESIAS
Impulsos nobilísimos, que no podemos reprimir ni dejar de exteriorizar aún a sabiendas de que pugnan con la realidad, nos indujeron a expresar la esperanza de que el pueblo español convertiría la papeleta electoral en ariete contra las clases directoras y las pandillas políticas que la mantienen en un estado de degradación y de miseria por todo extremo vergonzoso.

Esa generosa esperanza se ha desvanecido al contacto brutal de los hechos, y no ya nosotros, sino la misma prensa burguesa declara que éste es un país privado de toda clase de energías, incapaz de elevarse por su propio esfuerzo a las alturas de la vida europea y entregado con resignación borreguil a las traíllas de expoliadores que le arruinan y le envilecen.

En efecto; las elecciones verificadas el domingo último son la demostración más palmaria de que es ilusorio esperar una transformación en el modo de ser de esta nación: no se advierte ni el más leve síntoma en la masa general de los ciudadanos que revele el propósito de romper las ligaduras que la agarrotan y la impiden toda clase de movimientos; no se vislumbra en las esferas gubernamentales ni el más ligero indicio de rectificación de errores tradicionales y de prácticas absurdas que debieran abochornarnos ante las gentes extrañas; por el contrario, ciudadanos y gobernantes parecen empeñados en la tarea de demostrar la verdad del aforismo de que cada pueblo tiene el Gobierno que se merece y que a la atrofia mental de los unos corresponde perfectamente la desfachatez inmune de los otros, explicándose así por qué vamos rodando sin cesar en la pendiente de abyección en que se precipitan los pueblos degenerados y moribundos.

Tal es, pues, el estado de desesperante atonía en que nos encontramos: sólo los elementos socialistas se muestran dispuestos a toda hora a reaccionar contra él, y el domingo último han dado prueba de ello cumpliendo con su deber en medio de todo género de obstáculos y dando ejemplos que nadie quiere imitar.

Se dirá tal vez que los resultados positivos alcanzados por esos sanos elementos en su meritoria labor son tan escasos y tan lentos, que apenas los percibe la generalidad de las gentes; más si esto no deja de ser exacto hasta cierto punto, tiene su explicación racional y lógica en lo duro e ingrato de la primera materia en que laboran, en la herrumbre de prejuicios que tienen que disipar, en la espesa atmósfera de difamación que aquí se ha formado en torno a los defensores de las doctrinas emancipadoras, en la facilitad con que arraigan en la ignorancia obrera los falsos radicalismos, y en la influencia perniciosa de un atavismo de servidumbre que lleva a la masa trabajadora a remolque de farsantes y vividores y la aleja de los que quieren dignificarla y capacitarla para la conquista de sus derechos de ciudadanos y productores.

No hay, no puede haber esperanzas de regeneración dentro del campo burgués,_monárquicos y republicanos acaban de demostrar con claridad meridiana que son igualmente inmorales e incorregibles.

Los monárquicos han puesto el inri al decoro público proclamando diputado por Madrid a aquel concejal que no hace muchos años clavó en la picota de la inmoralidad el pueblo madrileño en numerosísima manifestación.

Los republicanos valencianos han vuelto a elegir como sus representantes a dos individuos que, llamándose caballeros, sostienen en sus respectivos periódicos una larga campaña de difamación soez y escandalosa que afecta a su honra pública y privada, y que han convertido la hermosa Valencia en campo de lucha de tribus mogrebinas. ¡Qué vergüenza!
(El Socialista, 15-IX-1905)
DIARIO PROGRESISTA

domingo, 23 de febrero de 2014

El Gobierno ´popular´ ultima su reforma fiscal a medida de ricos y poderosos

Viernes, 21 de Febrero de 2014 11:15
DP

El Gobierno ha filtrado esta semana gran parte de la propuesta de reforma fiscal que presentará Mariano Rajoy en el debate sobre el Estado de la Nación de la próxima semana. Todas las medidas propuestas, sin excepción, suponen un fuerte ahorro fiscal a contribuyentes de alto nivel adquisitivo, condenando al país a una fuerte minoración de los ingresos que deben sostener el Estado del Bienestar. El PP ni es un partido social, ni es el partido de los trabajadores ni es el Partido que “ama a España”. Estas propuestas dejan claro que el Gobierno del PP responde a los intereses económicos de un pequeño grupo de contribuyentes y de unas pocas grandes empresas amigas, según constata en un comunicado la sección sindical de UGT en la Agencia Tributaria tras conocerse los detalles del proyecto de Reforma Fiscal que diseña el ministerio de Hacienda.

Las medidas que piensa imponer el Gobierno del Partido Popular son las siguientes:

Mínimos vitales
Cada familia reducirá de sus ingresos declarados una cantidad por cada hijo (3.000 euros aproximadamente). Esta medida no tiene ningún efecto en clases medias o bajas que no están obligadas a declarar o que tienen pocos ingresos. Sin embargo, las familias con rentas altas ahorrarán en impuestos por cada hijo en función del tipo impositivo que pagan. Es decir, el hijo de una familia de rentas altas genera un ahorro del 52% (1.560 euros por cada hijo), mientras que el hijo de familias con rentas medias solo ahorra un 30-20%(900-600 euros por cada hijo) según el nivel de renta total.

Esta situación supone una grave discriminación, provocando una fuerte minoración de los ingresos públicos, principalmente por el ahorro que se genera a las clases altas.El hecho de que la media de hijos de las clases altas sea superior a la de las clases medias y bajas, provoca que la discriminación sea aún mayor.

Deducciones de gastos sanitarios y educativos privados

La reforma del PP propone que los gastos en sanidad y educación privados minoren el IRPF que pagan los contribuyentes.Esta medida supone una fuerte minoración de los ingresos públicos cuyos únicos beneficiarios son aquellos contribuyentes que utilizan servicios sanitarios o educativos de pago.De nuevo nos encontramos con que los contribuyentes que pueden beneficiarse de esta medida son los de clases altas, que son aquellos que pueden pagar por servicios sanitarios y educativos privados.

Una medida totalmente regresiva que supone un ahorro exclusivamente a contribuyentes con alto nivel de renta.

Por otro lado, esta medida beneficia especialmente a unas pocas empresas que se dedican a comercializar con servicios sanitarios y educativos. Esta reforma supone un incentivo al consumo de servicios sanitarios y educativos privados y, por ello, un mayor potencial de beneficio para estas empresas privadas. En definitiva, se trata de un traspaso de recursos económicos del sector público a un puñado de empresas privadas.
El argumento de la presunta descarga de usuarios de la sanidad y educación pública es mezquino. Esta presunta bajada de usuarios solo es un argumento más para continuar con los recortes y la privatización radical de los servicios públicos por parte de este Gobierno.
Más beneficios para planes de pensiones privados
El Gobierno pretende beneficiar aún más a los contribuyentes que destinan parte de sus ingresos a fondos de pensiones privados. Actualmente se permite una reducción de hasta 10.000 euros anuales (12.500 euros para mayores de 50 años).
El Gobierno pretende ampliar, mejorar aún más estas condiciones. De nuevo nos encontramos ante un beneficio completamente regresivo, ya que solo beneficia a contribuyentes que disfrutan de rentas muy altas. ¿Quién puede destinar 12.500 euros de su renta anual a un plan de pensión privado?

El Gobierno del PP vuelve a responder a los intereses de los ricos y poderosos que sustentan su partido. Puede ser lícito aunque claramente inmoral, que un partido pretenda defender los intereses de un pequeño colectivo, en este caso el de contribuyentes con rentas muy elevadas y el de empresas privadas ya sean del ramo de las aseguradoras, sanitario o educativo, lo que no es lícito es que mantengan la hipocresía de hacerse llamar “el partido de los trabajadores, el partido social o el partido que ama a España”.
Desde la UGT en la Agencia Tributaría se asegura que “no estamos dispuestos a permitir que este Gobierno desmantele el Estado del Bienestar”, y que, además, “lo haga vulnerando los principios constitucionales consagrados en el artículo 31 “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.”
EXTREMADURA PROGRESISTA

lunes, 17 de febrero de 2014

Prudencia, no debilidad

LUNES, 17 DE FEBRERO DE 2014
PABLO IGLESIAS
La prudencia y la tolerancia, virtudes excelentes, cualidades apetecibles que debemos poseer, están por desgracia muy cerca de la cobardía y de la debilidad. Un dintel casi imperceptible separa las unas de las otras, y a poco que se extremen esas dos se cae en los dos defectos reprobables, patrimonio de quien alberga temores, de quien no tiene el valor de sus convicciones y no las muestra, altivo, a la faz de mundo.
Y como nos debemos ante todo y sobre todo a la verdad, es esta ocasión de preguntarnos los socialistas si no habremos con el mejor deseo extremado la nota de la tolerancia y de la prudencia; de averiguar si por un exceso de delicadeza, por no dar armas a adversarios ruines e indignos de toda consideración, no habremos alguna vez sacrificado nuestras más amadas ideas, nuestras más caras convicciones en aras de una armonía imposible o en honor de los que estimásemos equivocadamente- beneficio inmediato de la clase obrera.
Es hora de investigar si nuestra conducta de ahora y de hace tiempo no habrá sido alguna vez errónea, no habrá causado perjuicios a lo que es, después de todo, permanente, no transitorio, a lo que es para nosotros fundamental, a lo que constituye la razón de nuestra existencia.
Hagamos examen de conciencia.
Han mantenido los socialistas por doquier las organizaciones. Convencidos de su eficacia no han vacilado un solo momento en trabajar en las Sociedades cuando la clase obrera no obedeciendo a estímulos de ningún género se mantenía alejada de ellas. ¡Labor ímproba por lo ingrata!
Pero vinieron circunstancias favorables; al compás de la actividad productora crecieron y se propagaron las organizaciones obreras. Vinieron a ellas elementos de todo género, recelosos unos de ser víctimas de nuevo engaño, de emplear su acción tan estérilmente como la emplearan en los partidos políticos burgueses; enemigos nuestros jurados otros, ansiosos de aniquilarnos, de acabar con nuestra noble, legítima, desinteresada y bien ganada influencia, ¿no habremos a veces claudicado ante el temor de deshacer la organización?
Con toda sinceridad creemos que en algunos casos nos hemos pasado de prudentes.
Urge que rectifiquemos si hemos errado, urge que proclamemos siempre nuestro sentir, urge que expongamos nuestro criterio sin eufemismos ni atenuación, aunque también con oportunidad.
Que la tarea es delicada, cierto. Tacto, y mucho, requiere; pero como tarde o temprano hemos de acometerla, bien será que preparemos el camino.
No hagamos extemporáneos alardes de nuestras convicciones; más no las ocultemos por nada ni por nadie. Nuestra intención es noble, se inspira en un ferviente amor a las ideas de redención y en nuestra ansia de emanciparnos y emancipar. ¿Qué puede detenernos?
Seamos, sí, prudentes en toda ocasión; jamás debemos ser débiles.
(Extractado de El Socialista, 7-IX-1900)
DIARIO PROGRESISTA

domingo, 16 de febrero de 2014

Cotino, la ubicuidad bajo sospecha

Juan Cotino visto por Sciammarella. / Sciammarella
El presidente de las Cortes Valencianas aparece vinculado a la financiación ilegal del PP de Camps, al ‘caso Bárcenas’, a la visita del Papa y a la tragedia del metro
Ignacio Zafra Valencia 15 FEB 2014 - 20:45 CET29
Los asesores de Juan Cotino se quejan de que a su jefe se le relaciona constantemente con asuntos turbios. Pero es que el presidente de las Cortes Valencianas, cabeza visible del sector cristiano del PP regional, aparece efectivamente vinculado con un desproporcionado número de graves casos que investigan los tribunales.
Las últimas revelaciones sobre el amaño de la trama Gürtel en la visita del Papa a Valencia en 2006 lo sitúan como el “factótum”, el que “cortaba el bacalao” en la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias, la entidad que organizó los actos del Pontífice, después de que él haya negado durante ocho años haber tenido una participación relevante. Cotino fue también, según José Selva, exresponsable de infraestructuras de la fundación de la visita de Benedicto XVI, la persona a la que se le advirtió de las trampas que urdía el cabecilla de la red Álvaro Pérez, El Bigotes. Y la persona que hizo oídos sordos a esa alarma.
El presidente de la Cámara autonómica no está imputado en ninguna causa. Pero el apellido Cotino figura en la investigación sobre la financiación ilegal del PP del expresidente Francisco Camps. Y en el caso Bárcenas, como uno de los empresarios —su familia es propietaria de Sedesa— que entregó dinero al extesorero nacional del Partido Popular. En el saqueo de la depuradora de Valencia Emarsa, una empresa pública que fue liquidada con un agujero de 17 millones de euros, por haber sido el máximo responsable de la depuración de aguas residuales de la Generalitat. Y en la tragedia del accidente de metro de Valencia que se cobró 43 vidas en julio de 2006, como la persona que trató de aplacar a las víctimas y, según algunas de ellas, hacerlas desistir de acudir a los tribunales ofreciéndoles puestos de trabajo en “empresas públicas o privadas”.
Nuevas revelaciones lo sitúan como “factótum” de la visita papal
Cotino, nacido en Xirivella (Valencia) en 1950, parece estar preparando su retirada de la primera línea política. Desde que José María Aznar llegó a la Moncloa en 1996, Cotino ha encadenado cargos de forma ininterrumpida. Director General de la Policía. Delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Consejero de Agricultura de la Generalitat. Consejero de Bienestar Social. Y consejero de Urbanismo. Tras las elecciones autonómicas de 2011, poco antes de dimitir por su implicación en el caso Gürtel y tras haber limpiado su Gobierno de consejeros salpicados por causas de corrupción, Camps lo apeó del Consell nombrándolo presidente de las Cortes Valencianas.
Alejado de la corriente principal tanto del PP nacional como del regional en esta legislatura y cercado por los escándalos, el veterano político dio hace un mes una señal clara de sus prioridades a corto y medio plazo al renunciar al complemento de exclusividad de su cargo para poder dedicarse así al cultivo de caquis.
La decisión es menos excéntrica de lo que pueda parecer. Aunque la familia Cotino hizo fortuna con Sedesa, grupo dedicado a la construcción, la obra pública, las concesiones, el sector inmobiliario y el de Medio Ambiente, el origen de su actividad empresarial es agrícola.
Alejado de la corriente principal del PP, prepara su retirada
Cotino nunca ha sido acusado de desviar dinero para sí mismo. Han generado polémica, en cambio, los beneficios que las empresas de su familia han obtenido de decisiones de gobiernos de los que formaba parte. Sedesa ha recibido, según cálculos de la oposición, contratos de la Generalitat por más de 800 millones de euros desde 1998. Y todavía se discute su decisión, cuando era consejero de Bienestar Social, de cambiar el régimen de concierto de las residencias de la tercera edad. Un sector en el que tenía intereses el grupo empresarial de su familia.
Los últimos interrogatorios del juez José Ceres, que investiga la vertiente valenciana de Gürtel, han aumentado la sombra de su intervención en el fraude de la visita de Benedicto XVI.
“Ni tomé ninguna decisión, ni estaba en ningún órgano para tomar decisiones. La verdad es que trabajé de voluntario todo lo que podía”, se ha defendido el presidente de las Cortes. Los testimonios de varios testigos lo describen, sin embargo, como el hombre “que lo decidía todo”. El que nombró a los principales cargos ejecutivos en la Fundación V Encuentro de la Familia, cuya sede estaba “pared con pared” con la Consejería de Agricultura que entonces dirigía para poder “despachar continuamente con él”.
Un testigo asegura que le advirtió del pelotazo que estaba urdiendo El Bigotes
El núcleo ejecutivo de la fundación lo compusieron personas de su confianza, que no solo compartían su pertenencia al Opus Dei sino que habían trabajado anteriormente a sus órdenes.
José Carlos Rincón, exproductor de la empresa de Gürtel Orange Market, aseguró que él y Álvaro Pérez, El Bigotes, se reunían “día sí y día no” con el entonces director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Pérez Boada, comisionado de la Fundación V Encuentro, desde 2005 para discutir “la ejecución” de los actos papales. Boada era, según Rincón, “la mano derecha de Cotino” en la organización de los actos del Papa.
El presidente de las Cortes fue, según el exdirectivo de Canal 9 Luis Sabater, quien decidió que se instalasen pantallas gigantes por Valencia desde las que seguir el acontecimiento, la vía que permitió a la trama embolsarse tres millones de euros.
“Me respondió que no viera fantasmas donde no los había”
Y el responsable de Infraestructuras en la fundación, José Selva, declaró que advirtió a Cotino de que El Bigotes trabajaba sobre el terreno en la sonorización de los actos y se presentaba como “adjudicatario de la obra” cuando ésta aún no se había licitado. “Cotino me dijo que se había decidido así. Yo le dije que aquello olía a que había dinero de por medio para el PP o quien fuera, y que era muy fuerte estando el nombre del Papa de por medio. Y él me dijo que no viera fantasmas donde no los había”. Selva aseguró al juez que aguantó a petición del arzobispado, pero que a raíz de aquello fue “marginado absolutamente” en la fundación. Y que una semana después dimitió.
EL PAIS

lunes, 10 de febrero de 2014

Y con la unidad se ganaron las elecciones

LUNES, 10 DE FEBRERO DE 2014
VÍCTOR ARROGANTE
El 16 de febrero de 1936, un frente republicano y de izquierdas, ganó las elecciones generales en España. El bloque de izquierdas —Frente Popular (FP) —, que luchaba contra la reacción, se comprometía con un plan político que habría de desarrollarlo el gobierno salido de las urnas. Hoy, desde diferentes ámbitos, se propugna la unidad y para ello es preciso contar con un análisis de la realidad, un plan de acción común y una voluntad política que facilite la vuelta de la izquierda al gobierno.
Han pasado setenta y ocho años desde aquello y pese al tiempo transcurrido, algunos elementos y circunstancias, siguen dándose hoy: una derecha católica, reaccionaria y contrareformista; una difícil situación económica, que utilizan para sanear la economía del capital, con rescates y ayudas a la banca; una clase trabajadora que ha visto desaparecer convenios colectivos, sometida a disminuciones salariales, contratos basura, regulaciones de plantilla y despidos; recortes en prestaciones sociales, eliminación derechos sociales, económicos y políticos en general y en especial a la población y colectivos más necesitados; y utilización del Código Penal para reprimir protestas y manifestaciones contra la política del gobierno, propio de un estado totalitario.
En 1936 se dieron una serie de circunstancias que favorecieron la unidad de acción. Se estaba produciendo una fuerte reacción social, contra la política contrareformista y antisocial del gobierno. Se había declarado el estado de excepción y llevado a cabo una dura represión tras la revolución de octubre del 34, con ejecuciones, duras penas de prisión y obreros despedidos. Los salarios disminuían, los derechos cuando los había se eliminaron; se suspendieron la reforma del ejército, del sistema educativo y la reforma agraria, con represalias y expulsiones a los arrendatarios, aprobándose enormes indemnizaciones —230 millones de pesetas— para los «grandes de España» expropiados en 1932. Llegados a este punto, la clase obrera y los campesinos, los grandes olvidados, se comprometieron en masa con el FP y su programa.
El FP aprobó un programa basado en la defensa de las reformas sociales emprendidas en el primer bienio, que estaban siendo paralizadas o eliminadas. El manifiesto se publicó el 15 de enero, con propuesta a desarrollar en caso de llegar al poder, junto con un llamamiento a otras fuerzas para unirse a la coalición, reclamando una amplia amnistía para los imputados por delitos políticos en noviembre de 1933 y durante la revolución de 1934 y la reparación a las familias de las víctimas de la represión.
Se proponía el restablecimiento del imperio de la Constitución, mediante la aprobación de leyes orgánicas; la revisión y reforma de las leyes de orden público, como garantía contra la arbitrariedad del poder y asegurar la investigación de los casos de violencia de los agentes de la fuerza pública; la reforma del Tribunal de Garantías para impedir que la defensa de la Constitución resultase encomendada a personas de convicciones o intereses contrarios al régimen republicano; la reorganización de la Justicia, independiente, libre de intereses de jerarquía social, privilegio económico y posición política; y reorganización del régimen de prisiones y la aboliendo de malos tratos.
Igualmente el manifiesto proponía reformas políticas, con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de la población, y de las clases más desfavorecidas, como el apoyo de la educación laica, la creación de escuelas de enseñanza primaria, media y superior, el restablecimiento de la legislación social, fijando salarios mínimos, que aseguraran a los trabajadores una existencia digna.
Para superar la recesión económica que sufría España, la Hacienda y la banca debían estar al servicio de la reconstrucción nacional; el Banco de España cumpliría la función de regular el crédito y la banca privada se sometería a reglas de ordenación, para el servicio de las necesidades financieras de la política económica y la garantía de los depositantes; las cajas de ahorro mejorarían su funcionamiento para la creación de capitales y protección del ahorro privado. También se llevaría a cabo una reforma fiscal sobre bases progresivas. Para reactivar la economía, se propuso una política de obras públicas con grandes planes de construcciones de vías de comunicación, obras hidráulicas y de riego; caminos y construcciones rurales; viviendas, puertos, repoblación forestal, con el objetivo principal de reducir el paro.
Entre otras medidas de política agraria e industrial establecieron la protección de la industria, en especial de la pequeña industria y el pequeño comercio; la creación de instituciones de investigación económica y técnica, ayudas al cultivo directo, para la eliminación del intermediario; el comercio de exportación; enseñanzas agrícolas y auxilios técnicos; planes de sustitución de cultivos y normas para el rescate de bienes comunales. El FP se propuso la reactivación de la Ley de la Reforma agraria de 1932 que favorecía a las clases sociales en peores condiciones, mediante la derogación de la ley que acordó la devolución y el pago de las fincas a la nobleza, la ley de arrendamientos y la revisión de los desahucios practicados.
Con este programa y la unidad ganó la coalición de izquierdas. Un censo de 13.553.710 electores y una participación del 72,9% (9.864.783 de votantes) —la más alta de las tres elecciones generales anteriores—. El Frente Popular obtuvo: 4.654.116 (47,1%), el Frente Nacional Contrarrevolucionario: 4.503.505 (45,6%), y los partidos del Centro: 400.901 (5,3%). El golpe de estado del 18 de julio y la posterior guerra civil, impidieron el desarrollo del programa de la coalición vencedora y la muerte de la democracia.
La ciudadanía española se encuentra hoy en una situación de «emergencia», por lo que es preciso abrir métodos de democracia participativa, que sirvan para iniciar un cambio en la política institucional, económica y social. Es necesaria la unión de todos los partidos políticos, sindicatos y movimientos sociales y políticos del ámbito de la izquierda, como lo fue en 1936, que abra un proceso constituyente, que posibilite el cambio del modelo de gobierno del Estado, una nueva estructura territorial, una nueva ley electoral y una verdadera separación con la iglesia.
El frente político necesario, ha de comprometerse con derogar las leyes injustas impuestas por el PP en el gobierno y que el Sistema consiente. El dinero público debe estar regido por principios de transparencia y protegido contra la corrupción y el trabajo como pilar que mueva a la sociedad, en la que impere la justicia social y la solidaridad, blindando los derechos sociales —sanidad pública universal, gratuita y de calidad, educación pública para todos y laica, ayudas a personas dependientes, pensiones de jubilación y la vivienda derecho fundamental—, esto es donde el ejercicio y la protección de los Derechos Humanos sea una realidad.
@caval100
DIARIO PROGRESISTA