miércoles, 19 de diciembre de 2012

Poner al Estado de Rodillas I: El secuestro del Keynesianismo.


MIÉRCOLES, 12 DE DICIEMBRE DE 2012   FLORENTINO ROGERO

"Padre no los perdones, porque saben lo que hacen". Vladimir Jankélévitch. (Cita introductoria de Las voces del Pamano, de Jaume Cabré).

Los que votamos, desde el convencimiento, a favor de la Constitución de 1978  con nuestra entonces recién estrenada mayoría de edad, defendemos el papel central del Estado democrático para el correcto funcionamiento de la sociedad y la redistribución de la riqueza.

En consecuencia aceptamos el modelo de economía social de mercado que consagra el preámbulo de la Constitución Española de 1978, modelo que pretende garantizar la convivencia democrática “conforme a un orden económico y social justo” y por consiguiente no podemos aceptar la sociedad de mercado que pretende imponernos la derecha ultraliberal española y europea, sociedad en la que nuestros derechos (a la justicia, a la protección social, a la salud, a la educación, …) cotizan en el mercado, porque como afirma Tony Judt  “Sabemos perfectamente que la fe sin límites en los mercados desregulados mata”.

La estrategia de la derecha ultraliberal resulta evidente en las palabras de Grover Norquist, asesor económico de Bush en 2004: “No quiero acabar con el Estado; sólo quiero hacerlo tan pequeño que pueda ahogarlo en una bañera”.

En mi opinión, para la consecución de tal finalidad, que no es otra que la de poner al Estado de rodillas; a la ciudadanía, a la clase media, de rodillas, la derecha ultra-liberal europea y española han utilizado tres ejes principales de actuación:

1º.- Hundir la capacidad de recaudación del Estado, profundizando la regresividad e insuficiencia del sistema fiscal. En nuestro país mediante el deterioro de la Agencia Tributaria y la Inspección de Trabajo, mediante los regalos fiscales al 1% más rico, mediante la connivencia o la indiferencia ante el fraude fiscal y laboral (denunciada incluso por algunas asociaciones empresariales), la Amnistía Fiscal, el impuesto a tipo cero sobre los depósitos de las entidades bancarias, etc. Este deterioro de los ingresos del sistema tributario, puesto de manifiesto de forma abrupta con la llegada de la crisis ha corrido en paralelo, por el lado del gasto, al mantenimiento o ensanchamiento de los privilegios seculares de las élites, al multi-millonario rescate de la banca, al salvamento con los impuestos de todos de las concesionarias de autopistas de peaje, etc. Todo ello, inevitablemente, ha ahogado la capacidad financiera del Estado.

2º.- Propiciar el endeudamiento masivo de las Administraciones Públicas. En nuestro país a todos los niveles (Local, Provincial, Regional), sobran los ejemplos, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad Valenciana…, así como propiciar la corrupción masiva, no puntual o coyuntural, que puede resultar inevitable en cualquier sociedad u organización política o humana, sino estructural, sobran también los ejemplos. Baste recordar el reciente desmantelamiento de unidades anticorrupción de la Agencia Tributaría o el intento del año 2003 de eliminar la Fiscalía Anticorrupción cuyo resultado fue su práctico desmantelamiento durante el primer gobierno de José María Aznar, que afectó al resultado de las investigaciones de casos muy significativos, entre ellos, el procesamiento contra Berlusconi y otros responsables de Tele 5, las causas contra Alierta, contra Javier de la Rosa, contra el entonces ministro Josep Piqué, contra el transfuguismo en la Asamblea de Madrid, etc.

3º El secuestro del Keynesianismo en la Zona Euro. De acuerdo con el profesor Boaventura de Sousa “para el neoliberalismo era muy difícil entrar en Europa vía los Estados; lo que hizo fue entrar vía las instituciones europeas. Al principio no se notó pero si ahora vemos la constitución del Banco Central Europeo, se constata que realmente había un proyecto neoliberal muy claro”.

 Este tercer eje de la estrategia ultraliberal para minimizar el Estado, será desarrollado en la siguiente entrega de este artículo.

DIARIO PROGRESISTA