domingo, 31 de marzo de 2013

LA CORRUPCIÓN QUE NO CESA


 Domingo, 31 de Marzo de 2013 08:59 

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MLT

Dejamos atrás un periodo de tres meses absolutamente demoledor para España. La podredumbre instalada en todos los principales estamentos públicos y privados ha estallado con la mayor virulencia, en una apoteósica; orgiástica explosión que no por previsible ha dejado de ser impactante. De la metástasis se ha pasado a la pura secreción de brotes purulentos y asquerosos. Así ha sido este horrible trimestre en España, pero lo peor ha sido ver cómo las élites se siguen resistiendo con todas sus fuerzas, tapando sus vergüenzas como sea con tal de permanecer en sus puestos y que nada cambie para ellas, aunque sea sin el menor poso de decoro.

Las maquinarias de partido han funcionado a toda presión y hemos visto decisiones judiciales discutibles con peleas entre magistrados más o menos mediáticos por sus cuotas de protagonismo; resortes legales de todo tipo para que los ejecutivos de las empresas grandes no sean sometidos a la ley o al escrutinio público y, especialmente, un inmediato enmarañamiento sobre el más mínimo intento de aclaración de cualquier escándalo.

España es un país corrupto y sufre una crisis institucional sin precedentes. Conviene decirlo así, con todas sus letras, como primer paso, al igual que el paciente debe reconocer su dolencia antes que nada, para luchar a continuación contra ella.

En primer lugar y por encima de todo, la Corona se ha situado en la encrucijada como no lo ha estado nunca y no sólo por un episodio aislado. La figura de Corinna ha irrumpido definitivamente y sin el menor recato. Lo ha hecho para quedarse, además. Hemos conocido la presencia de la amiga del decadente monarca en las dependencias reales, así como sus reiterados contactos con Iñaki Urdangarin para operaciones presuntamente mercantiles en los que, entre otras cosas, establecía su generoso sueldo anual. También, su protagonismo en las altas esferas del estado, en contratos de altos vuelos, algo que forzó otra patética y pasteleada comparecencia del máximo cargo del CNI para quitar hierro al asunto y, finalmente, ha tenido lugar un último y vergonzoso periplo mediático de su alteza serenísima, posando incluso como una top model.

Sonrojo

Una cuestión de absoluto sonrojo nacional, que ha colocado a la jefatura del Estado en una situación de total falta de legitimidad e incierto futuro. La monarquía ha perdido hace tiempo el contacto con la realidad y de manera consecuente, la gente ha disminuido en gran medida su fe ya no en la institución, sino en las personas que la forman. ¿Cuántos juancarlistas seguirán pregonando en voz alta su devoción por el carismático Rey?

Los súbditos sienten una desafección total por su Jefe del Estado y ya no va a haber gesto espontáneo que granjee las simpatías de nuevo. Toda España siente que se están cachondeando de ella en su cara como no lo habían hecho hasta la fecha.

Bajando un escalón, los tres principales partidos políticos de España han demostrado estar totalmente corroídos por la corrupción, víctimas por un lado del opaco sistema de financiación pero, sobre todo, de la podrida ambición desmedida de  sus líderes y altos cargos, instalados en unas instituciones que son la base de la democracia pero que, paradójicamente, son los organismos más jerárquicos y autoritarios que se pueda pensar. El que no siga la férrea disciplina de partido; el que pronuncie una palabra más alta que otra, no sale en la foto, como decía Alfonso Guerra.

Esa peineta de Luis Bárcenas en el aeropuerto es el símbolo de las élites a una ciudadanía que agoniza en estos tiempos de recesión económica y debe enfrentarse a una realidad en la que ya no hay trabajo en su país. Han pasado a la historia o están a punto de hacerlo los tiempos en los que las familias quedaban a comer todos los fines de semana en torno a la mesa paterna. Quien quiera subsistir deberá buscar nuevos pastos en Latinoamérica, el norte de Europa, Asia…

La gente sufre como no pensó que iba a hacerlo, pero las maquinarias de partido siguen tan fuertes como siempre. Llegan a la judicatura, al Gobierno, a los medios de comunicación… son acorazados que defienden de todo a sus dirigentes.

 Mientras, en Cataluña, las acusaciones sobre la familia Pujol son simples ataques imperialistas desde Madrid que se arreglarán con una consulta soberanista. No han sido los dislates de la familia Pujol, Artur Mas y el desaliñado Oriol Jorquera los que han llevado a la región (con Franco, la gran potencia económica de España) a esta penosa situación.

Así funcionan

El PP ha mostrado un paso vacilante ante la eclosión de Luis Bárcenas. En todos los principales partidos políticos hay un señor que se ocupa de los dineros y sólo él tiene las claves de los ingresos. Desde la ejecutiva no le preguntan, para no verse comprometidos, sólo le piden que pague lo que tenga que pagar. Cómo lo haga es cosa de él. Claro que, cada vez que estalla algún escándalo de financiación irregular, hay auténtico pavor a conocer los tejemanejes: quién ha cobrado, de dónde se ha sacado el dinero, con qué prácticas, a quién se ha favorecido… Así funcionan estas organizaciones y así nos lo confirman con su modo de actuar.

Los populares no han podido mostrar firmeza con su ex tesorero, sabedores que a cada paso que dieran se iban a encontrar al día siguiente con alguna información reveladora en prensa. De hecho, Bárcenas se ha permitido demandar al partido y ha sacado a la luz que ha estado cobrando del mismo hasta hace dos días, pese a que el caso Gürtel lleva más de dos años abierto. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, tuvo que justificar esto y también lo de un tal Jesús Sepúlveda, en nómina hasta el final, recurriendo a una especie de sofisma del derecho laboral que constituía una nueva tomadura de pelo a la ciudadanía.

El implicado ha pasado ya a la fase de cachondearse de todos: dice que no sabe por qué le quieren juzgar, que los millones de Suiza los tiene porque es muy emprendedor, que no va a volver a ir a declarar y concede entrevistas sin cortarse un pelo.

¿Por qué no le han llovido las demandas? ¿Por qué no ha habido ningún cese en Génova? ¿Por qué sigue Bárcenas en la calle, cada vez más desafiante?

El PSOE, por su parte, ha seguido entorpeciendo las investigaciones sobre el escándalos de los Eres y también el presidente José Antonio Griñán ha salido en público, amenazante, desmarcándose de cualquier responsabilidad, suya y de todos sus compañeros.

Tambien los bancos

Monarquía con Corrina y Urgangarin, partidos políticos enfangados, Comunidades Autónomas quebradas… Pero hay que hablar también del Banco de España, tal vez la institución no política, judicatura aparte, más importante de este país.

La sociedad tiene tal grado de hastío que han pasado poco menos que inadvertidas las declaraciones de Miguel Ángel Fernández Ordóñez en la Audiencia Nacional por el caso Bankia, en las que reconocía haber recibido todo tipo de órdenes políticas sobre esa misma entidad, lo cual debería hacernos llevar las manos a la cabeza por doble motivo: por las injerencias políticas en dicho organismo presuntamente autónomo y por la aceptación de esas consignas. La gente no alcanza a saber la importancia que ha tenido el papel del Banco de España en sus vidas. 

Por lo demás, los clientes de las preferentes se pueden ir despidiendo de sus ahorros ya que ni siquiera verán cambiados sus activos por otros títulos con cierta posibilidad de revalorización a largo plazo.

El Gobierno sigue operando a golpe de populismo y pretende compensar de alguna manera a estos ahorradores con fondos públicos. Ya destinó el Fondo de Garantía de Depósitos a rescatar bancos y siente una fuerte tentación de hacer algo parecido, en una nueva muestra de arbitrariedad.

Todos los ex presidentes de las cajas de ahorros son personas con enormes vinculaciones con los partidos y saben mucho en materia de financiación. Será complicado que veamos depuración de responsabilidades. Habrá que pagar a los afectados por las preferentes quitando de otra parte, ya sea el Fogasa, el Fogain o lo que sea.

Otro reflejo

Este trimestre ha estallado también la crisis de Pescanova, que puede resumir en cierta medida los males de este país en el ámbito privado porque, ojo, la corrupción o la mala práctica no tienen que ser exclusiva de los políticos. Si alguien pensaba que con la purga bancaria e inmobiliaria ya se había tocado fondo...

Si las entidades financieras no logran revertir la grave situación que atraviesa en los próximos tres meses, constituirá la mayor suspensión de pagos no ladrillera de este país.

La compañía gallega teóricamente era una líder mundial en su segmento, considerada un ejemplo a seguir, ponderada mediáticamente y recomendada por todos los analistas bursátiles. Sin embargo, dos de sus principales consejeros no firmaron sus cuentas de 2012. Casi al mismo tiempo, otros miembros del consejo iban vendiendo acciones sin venir mucho a cuento.

De repente, llegó el bombazo: sin que nadie esperara algo así, presentó preconcurso de acreedores, justificándolo en que no podía presentar sus cuentas porque no había refinanciado su deuda. Con el preconcurso ganaba tiempo para ponerse a ello. Era el 1 de marzo.

El consejo de administración y los acreedores se enteraron de todo esto por la prensa poco más o menos y la realidad es que todavía no saben mucho más. Su presidente se resiste de facilitarles información y el asunto tiene la pinta de acabar como el rosario de la aurora, derivaciones penales incluidas.

Esta compañía ha vivido años dorados, totalmente apoyada en la Xunta gallega. Pescanova tiene 10.000 empleados en la región por lo que el máximo ejecutivo, Manuel Fernández Sousa, era un semidiós en la zona. Contó con toda la financiación que hiciera falta de las cajas gallegas y, de hecho, el hijo del histórico presidente de Caixa Galicia, José Luis Méndez, está en el consejo de la empresa alimentaria. Ahora, parece que hay una deuda oculta de unos 1.000 millones de euros. Al pool acreedor no le llega la camisa al cuerpo y los empleados ya han iniciado movilizaciones pidiendo “que cese la campaña”.

Les entiendo perfectamente, aunque se equivocan de malo de la película. Los trabajadores quieren que todo siga como antes, pero lo malo es que los bancos quieren un plan de viabilidad de la empresa a la que han prestado dinero y lo mismo los fondos de inversión que compraron acciones y bonos convertibles. La venta de activos está cantada y el ajuste de plantilla… también. Pero los malos no son los bancos ni los fondos. El trío política-cajas de ahorros-nepotismo vuelve a aparecer de nuevo, con devastadoras consecuencias.

Una crisis que roza lo cutre, como la que late en España. Y que tiene un enorme riesgo sistémico, como es el de que ya no se señale con el dedo acusador al crédito promotor, sino a todo tipo de crédito. Si esas son las prácticas empresariales, cualquier crédito concedido es susceptible de ser considerado dudoso.

Espectáculo olímpico

Uno de los mejores ejemplos de este pitorreo público está en el bochornoso espectáculo olímpico de la alcaldesa madrileña no electa, paseándose con los miembros de esa ejemplar organización llamada Comité Olímpico Internacional (COI), para Madrid 2020, una candidatura para la que sólo queda hacer cálculos de cuanta corrupción generará y cuánto incrementará el gasto final sobre el previsto.

A la alcaldesa se le han muerto cinco niñas en el Madrid Arena, algo que no evitó que se marchara de fin de semana a Lisboa en su momento. La deuda del Ayuntamiento de Madrid es la mayor de todas, pero ahora toca de nuevo populismo y apelación al espíritu deportivo, para desviar atención y obtener rédito electoral. Nadie en España está en condiciones de organizar un evento que ponga el foco internacional sobre nosotros. Madrid tiene muchos problemas que solucionar antes que embarcarse en un proyecto megalómano como este. Pese a la caída del apoyo popular, se le impone a la ciudadanía con cucharón.

Indefensión

El problema de todo esto es la indefensión. La gente ve todo esto y no tiene medio de hacer nada. Mientras las élites se atrincheran en el poder, a la sociedad le llega una continua pérdida de derechos adquiridos, llámese reforma laboral, pensiones, prestaciones por desempleo o sanidad gratuita.Para mantenerse unos pocos tienen que apretar a unos muchos. La presión fiscal sobre los trabajadores ha aumentado. Todos pagamos ya una media del 41% de nuestra nómina y sin duda llegarán más subidas de impuestos en breve.

Este ha sido el peor trimestre de la historia de la democracia, sin duda. Se ha humillado como nunca a la gente, con una lluvia de acontecimientos insólitos y vergonzosos que tienen toda la pinta de quedar impunes. Los españoles lo aguantan todo: esto no es Francia, donde Hollande no se atreve a emprender ningún tipo de ajuste porque ahí se dedican a incendiar coches a las primeras de cambio. Y así está Merkel con sus vecinos europeos; que lo de Chipre puede haber sido tan sólo un ensayo general.

Habrá quien diga que tal vez fue peor el mismo trimestre de 1981. Al menos, los que tomaron el Congreso lo hicieron con la cara descubierta, no ocultaron sus intenciones y unos cuantos dieron con sus huesos en la cárcel.

También hubo otro primer trimestre para llorar en 2003, con aquella deplorable foto de las Azores, que tanto daño hizo. Pero nunca como ahora ha supurado la metástasis del país, la sensación de que hay un sistema dominado por unos pocos que lo tapa todo y hace inevitable cualquier cambio.

España sigue en recesión y resiste sobre todo gracias a súper Mario Draghi que controla nuestra prima de riesgo. Si ahora se ha ampliado un poco es por Chipre, asegura Rajoy, y si las cifras de déficit se han cocinado un poco, no pasa nada, que seguro que encontrará la manera de pactarlas con el Eurogrupo. La Bolsa, eso sí, también acaba en mínimos del año. Pero eso es por la globalización y la falta de credibilidad de la Eurozona.

¿Algo positivo?

Como apunte positivo, podría destacarse que las pequeñas compañías han logrado un hecho insólito: darle la vuelta a la balanza comercial, en un proceso de devaluación privada sin divisa sin precedentes. Todo eso, con el presidente de la patronal en el maco y con el jefe de los empresarios madrileños seriamente cuestionado por (presuntamente) las mismas prácticas. Lo de la patronal es para m… y no echar gota.

La pyme, sin embargo, se ha ido fuera a conquistar mercados, hiciera el frío que hiciera, como antaño se fue Pepe a Alemania; a ganarse el jornal. Ojalá traiga una pequeña revolución, sana y honrada, como la que quiere traer este nuevo Papa, alejado de misticismos huecos y que en su segundo día dijo que lo que de verdad era pecado era la corrupción. Claro que cuando venga a España, tendrá que vérselas con políticos cercanos a todo tipo de tramas, que le besarán muy devotos la mano, rodilla hincada y mantilla en ristre.

La reforma institucional y constitucional ni está sobre la mesa ni se prevén noticias al respecto. Abril llega con mínimos anuales. Bursátiles y morales.

EXTREMADURA PROGRESISTA

jueves, 28 de marzo de 2013

Entrevista a Mikel de la Fuente, profesor de la UPV-EHU


"Las nuevas medidas provocarán caída de pensiones y más pobreza"

Juanjo Basterra  

28-3-2013

El nuevo decreto de Madrid sobre las jubilaciones anticipadas y el cobro de subsidio son medidas que van a causar «mayor pobreza» para los futuros pensionistas, pero también van a impedir que los jóvenes accedan al empleo, porque permite que los jubilados accedan a un trabajo. Mikel de la Fuente afirma que se hace para beneficiar al sistema privado y sostiene que hay dinero para garantizar las pensiones.

Son ya diez las reformas o modificaciones importantes en la Seguridad Social que afectan a las pensiones. El recién publicado decreto-ley de «medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad y promover el envejecimiento activo» generará, entre otras, tres efectos negativos: empobrecerá a muchos trabajadores mayores porque o les quitará el subsidio o se lo reducirá de forma drástica; evitará que se rejuvenezcan las plantillas, porque será más costoso realizar el contrato de relevo, y solo deja una puerta abierta para obtener una pensión más o menos digna a futuro: los planes privados.

Mikel de la Fuente, experto en pensiones, considera que el paso que ha dado el Gobierno del PP es «muy grave», aunque advierte de que fue el Gobierno del PSOE, con el apoyo de CCOO, UGT y CEOE, el que rompió todas las «líneas rojas» en materia de pensiones públicas con la reforma de 2011, respondida con una huelga general en Hego Euskal Herria.

¿Qué destacaría de este nuevo paso del Gobierno del PP sobre las jubilaciones?

Son medidas de recorte en el gasto. En la tensión que había entre empleo y gasto en pensiones, ahora se desliza claramente al control del gasto. El empleo no es importante. Todas medidas son de recorte, incluso la de permitir compatibilizar la pensión con el empleo en la jubilación, porque se reduce en un 50% la pensión, lo que dificultará la entrada de empleo joven al mercado laboral.

¿Qué medida le parece más drástica o terrible?

En diciembre de 2012 ya aplicaron dos medidas regresivas. Por una parte, se traslada de los 52 años a los 55 la posibilidad de recibir subsidio entre quienes se prejubilan. Podría ocurrir que en un tiempo no tuvieras ingresos, aunque hay ayudas a mayores de 45 años y está la Renta de Garantía de Ingresos, si puedes acceder a la misma. Y la otra medida es que desplazaron la jubilación forzosa y la anticipada a los 63 años con una limitación importante. Hasta ese momento la base de cotización era del 125%, pero se redujo al 100%. La medida del sábado establece la condición de que el mismo beneficiario no podrá tener ingresos que superen el 75% del SMI. No podría tener ingresos, rentas de capital, por otro lado. En las empresas grandes se soluciona con complementos de los subsidios; en las medianas, algo menos; pero en las pequeñas, nada de nada. Deberían sobrevivir con el subsidio, lo que afecta al cálculo de la pensión futura, si no lo pierden porque tienen otros ingresos.

¿Dónde está el problema?

Ahora contará el ingreso de la unidad de convivencia. En la práctica, quien tiene un ingreso de pensión o de trabajo, por su conyugue o pareja, se queda sin subsidio. Toma en conjunto la unidad familiar, dividido por el número de miembros. No puede pasar del 75% del Salario Mínimo Interprofesional. En una unidad de dos miembros, su máximo son 971 euros. Así, la mayoría se quedará sin subsidio, y sin poderse jubilar, porque atrasarán también las jubilaciones anticipadas.

¿Podría explicarlo con un ejemplo práctico?

Si alguien pierde el trabajo a los 52 años, va a tener dos años de prestación contributiva. Luego puede tener un subsidio por mayores de 45 años, no es seguro, y se va a los 55 ó 56 años. Entonces, le puede pasar que no tenga derecho al subsidio y tendrá que esperar a que se pueda jubilar, sin prestación pública. Podrá tener acceso a la RGI, si cumple las condiciones. Como va a ocurrir mucho de esto, se va a desplazar un coste de la Seguridad Social al Gobierno vasco, en nuestro caso. Esa situación provocará una reducción excesiva en la futura pensión.

¿Van a caer las pensiones?

Un montón, mucha gente va a situarse directamente en la pobreza entre la gente que pierde el empleo. Aumentará la situación de precariedad. Es lo que dice el decreto ley. En la tramitación parlamentaria se podría mejorar, que atenúen algo, pero igual empeora, como ya ha ocurrido en algunas tramitaciones.

¿También desplaza la edad de acceso a las jubilaciones anticipadas?

Sí. Tiene dos aspectos que empeoran. El atraso de la edad ordinaria, de 65 a 67 años, conlleva que las jubilaciones voluntarias y las forzosas, que estaban en 61 y 63 años respectivamente, se retrasen en paralelo a la jubilación ordinaria, y se lleven a los 63 y 65 años.

¿Hay más problemas?

Otro empeoramiento importante es que las penalizaciones aumentan notablemente. Antes tenías dos tipos de penalización, que dependía de si hubieras cotizado 38,5 años o menos. Si tenías cotizados 38,5 años, penalizaban la pensión con un 6,5% anual menos; si no llegabas a esos años cotizados, la penalización aumentaba a 7,5% anual. Era lo mismo para la jubilación voluntaria que para la forzosa. Ahora empeoran ambas. Se desglosan más. Por ejemplo, en el caso de la jubilación anticipada forzosa, la penalización será de 1,875% al trimestre para períodos inferiores a 38,5 años. Así, para alcanzar la situación anterior tienes que haber cotizado 41 años y seis meses. Es muy difícil llegar. Los que se están jubilando ahora, igual algunos llegan, los demás lo tenemos muy difícil. En la jubilación voluntaria, a partir de los 63 años, la penalización es del 2% al trimestre, un 8% al año. Una penalización muy fuerte.

¿Se hace porque las jubilaciones anticipadas son más caras y, por lo tanto, para ahorrar costes?

Es un argumento que utilizan, pero no hay estudios pormenorizados que confirmen ese dato, todo lo contrario. En Francia, en el Centro de Orientación de las Pensiones, aunque no es igual, tampoco hay tanta diferencia. Nos dicen que el coeficiente de neutralidad actuarial sería del un 5%, aquí estamos mucho más alto. No es cierto que las jubilaciones anticipadas sean un coste mayor para la Seguridad Social.

¿Por qué han dado este paso entonces?

Es un tema de imagen de cara a la UE. Lo han empeorado. Es para dar imagen de austeridad. De ahí salió la jubilación voluntaria, que no la había antes, porque penalizaban más a quien se marchaba anticipadamente a situación de inactivo. Ahora amplían los períodos de acceso y los penalizan más. Solo en el caso de la jubilación parcial, la Seguridad Social asumía el coste de la cotización del 100% de un trabajador que acudía a su puesto entre el 15% o el 20% de la jornada laboral, lo que permitía contratar a otro. Es el contrato de relevo. En Euskal Herria las jubilaciones parciales aumentaron y han permitido crear empleo, porque los trabajadores que accedían tenían segura la cotización sobre el total.

¿También tiene restricciones?

Sí. Dan el hachazo, ya que reduce el porcentaje de la jornada hasta el 50% y, de forma excepcional, al 75%. Antes el jubilado parcial tenía una jornada de entre el 10% y 15%. La empresa tiene que cotizar por el tiempo completo. Se dejará de usar. Es otra medida que hará que la gestión del empleo de los trabajadores mayores sea peor. Se irá al despido puro y duro, y sin subsidio.

¿La sostenibilidad del sistema que nos dicen tiene trampa?

Ese elemento también dará lugar a la reducción de la pensiones, porque con el aumento de la esperanza de vida, se reducirá la pensión. Tiene miga. Buscan una fórmula que objetivice entre comillas el cálculo de las pensiones para evitar los procesos de modificación legislativa que generan siempre conflicto. Se saltan ese paso. En función de la esperanza de vida y del crecimiento del PIB se producirán ajustes automáticos. Suecia, en una reforma de 99, fijó esas ideas, si aumenta la esperanza de vida se reduce automáticamente la pensión y si el crecimiento del PIB está por debajo del 1,6%, lo mismo. Podría pasar aquí algo parecido. Lo cierto es que estos mecanismos de sostenibilidad estaban previstos para después de 2027, pero lo quieren hacer ya. Es un tema peligroso, porque lo que quieren hacer es que estas modificaciones no generen conflicto.

¿Vendrá una reforma de las pensiones más importante?

Nunca se sabe. La reforma de la ley de 2011, consensuada con UGT y CCOO y CEOE, ya supuso un cambio importante. Han hecho modificaciones, cuando la anterior apenas había entrado en vigor. Típico porque son progresivos, no se aplican de golpe. En este caso, cuando tenía un proceso de desarrollo hasta 2027, se adelantan. Vamos de reforma en reforma, y no se puede descartar otra de más calado en las pensiones. Porque ahora el cálculo de las mismas se realizará sobre los 25 años de cotizaciones, pero siempre se habla de toda la vida laboral, lo que supondría un golpe terrible.

¿Vamos a peor?

Sin duda. Con el tema de los subsidios ya lo hemos visto. Además, provocará que mucha gente pase a la economía sumergida y ni declare ingresos para poder compatibilidad los salarios en la unidad de convivencia. Si el marido tiene pensión baja, compatibilizar el subsidio con la pensión del marido le puede llevar a la pérdida del subsidio. Podría ocurrir, sobre todo, con las trabajadoras del hogar. Creo que on las más más afectadas, pero no las únicas.

¿El sistema de pensiones es viable en el futuro?

Habría que pensar en subir las pensiones. Vicenç Navarro explica que el aumento de riqueza da margen para que aumenten las pensiones sobre el PIB. Lo que está claro es que se necesita una distribución de la riqueza más favorable de la masa salarial. Exige romper con el proceso que ha tenido lugar en los últimos 30 años. Todas las instituciones Comisión Europea, OCDE y otras confirman que ha habido un claro decrecimiento de la masa salarial, que va del 7 al 10%, dependiendo de los períodos. Hay dinero suficiente no solo para mantener el sistema, sino para mejorarlo, porque muchas son muy bajas.

¿Todos estos cambios se hacen para favorecer a los sistemas privados de pensión?

Sí. De hecho, en las programaciones y estudios de la Comisión Europea el gasto en pensiones en 2050, se habla de reducción de las pensiones públicas, no dicen que el conjunto de la pensiones van a bajar, sino que prevén una reducción de las pensiones públicas. De esta manera, se produce esa teoría de los vasos comunicantes: para que crezcan las pensiones privadas, deben bajar las públicas. Si el salario en la pensión pública está cercano a lo que se percibía cuando se estaba en activo, no hay interés en complementar la pensión con otra privada.

¿Qué piensa si Hego Euskal Herria no tiene competencias en esta materia?

El problema que nos ocurre en la CAV y Nafarroa es que no tendiendo competencia sobre pensiones públicas, ni legislación, sí que se puede intervenir en materia fiscal desde las diputaciones que tienen mucho interés en incentivar las pensiones privadas. Es la contradicción en que se mueve el conjunto del movimiento sindical, porque si quiere mejorar las pensiones de la gente puede hacerse sobre las pensiones profesionales basadas en la capitalización, no sobre el reparto. Se logra en convenios colectivos con margen económico y fuerza sindical, pero no en los demás. El sistema público garantiza a todos.

Mikel de la Fuente es, profesor de la UPV-EHU y experto en pensiones

REBELION

La enfermedad del clientelismo


En sociedades con frágiles mecanismos democráticos, al individuo sin capital social no le queda más remedio que conectarse a redes de influencia buscando atajos para superar sus carencias. Y se impone la corrupción

César García Muñoz 28 MAR 2013 - 00:01 CET

Si según Karl Popper una sociedad abierta se caracteriza por ser “una asociación de individuos libres que respetan los derechos el uno del otro dentro del marco de la mutua protección proporcionada por el Estado y que logra, mediante la toma responsable y racional de decisiones, una vida más humana y rica para todos”, entonces España ha fracasado estrepitosamente.

Dejando de lado lo engorroso de la definición (incluida quizá la traducción del propio articulista), lo que ponen de manifiesto los últimos acontecimientos de presunta corrupción que han indignado hasta el límite a la opinión pública española (empezando con Iñaki Urdangarin, pasando por Amy Martin y Carlos Mulas y acabando con Luis Bárcenas) es que vivimos en un coto cerrado en el que los mayores enemigos de las sociedades abiertas, los Gobiernos, las partitocracias y las oligarquías económicas, han sabido sacar provecho de un viejo patrón organizativo de las sociedades mediterráneas llamado clientelismo, o caciquismo en su versión más castiza.

El clientelismo es, no nos engañemos, una variante o sucedáneo de la corrupción. Es una forma de organización social que se salta las fronteras geográficas, llamado rousfeti en Grecia y de la misma forma en Italia y Portugal, y une en un mismo destino a los países del sur de Europa y a los latinoamericanos. La principal consecuencia que el clientelismo tiene en la vida de los ciudadanos es que el acceso a determinados recursos es controlado por una serie de patrones, cuya condición viene determinada por tratarse de políticos, detentadores de poder económico o ambas cosas a la vez, que reparten dádivas a sus clientes a cambio de su apoyo. Es un fenómeno social con raíces profundas en nuestro país, heredado de los tiempos feudales en que una mayoría de la población campesina dependía de los latifundistas.

La pertenencia o proximidad a un partido facilita en España llegar a determinados puestos

 La longevidad del fenómeno clientelista en una sociedad como la española solo puede explicarse como una carencia de capital social (usando el término del sociólogo francés Pierre Bourdieu, referido a la suma de los recursos con los que cuenta cada individuo en virtud de sus relaciones personales) de una mayoría de la población que carece de acceso a los centros de poder mediante un mercado libre, unas instituciones políticas representativas o un sistema legal igual para todos. Al individuo sin capital social no le queda más remedio que conectarse a redes de influencia buscando un atajo que le permita saltarse las barreras sociales. Este atajo puede consistir en entrar a formar parte de un partido político o, si se ofrece la posibilidad, aprovechar las conexiones familiares que uno tiene a mano.

El clientelismo, en suma, vendría a ser una respuesta a la persistencia de tradicionales estructuras sociales jerárquicas que alienan al individuo y caracterizan a las sociedades cerradas. Esta cruda naturaleza de las desigualdades sociales se expresa incluso en Norteamérica, paradigma de las sociedades abiertas, con el famoso dicho It is not what you know, it is who you know (“No es lo que uno sabe, sino a quién conoce”) que en román paladino vendría a equivaler que un buen enchufe vale más que una carrera.

En las sociedades regidas por una lógica clientelista los niveles de protesta tienden a ser más bien escasos. El individuo acepta las situaciones injustas, tiende a desconfiar del Estado y de las instituciones y a buscar la solución individual renunciando a la lógica, la racionalidad o la aplicación de las leyes. La lógica clientelista salpica a la sociedad en su conjunto y no solamente a los políticos o los empresarios. De la misma forma que determinadas empresas que querían beneficiarse de subvenciones o fondos públicos se aliaron con uno de los “patronos”, por ejemplo Iñaki Urdangarin o Luis Bárcenas and company, para compartir juntos el botín, el resto de los ciudadanos también tratan de saltarse las reglas del sistema. Que tire la primera piedra, por ejemplo, quien no ha conocido a alguien en lista de espera que, tras ponerse en contacto con un familiar o un conocido, ha logrado ser operado antes, pasando por encima de aquellos que se encontraban por delante de él en la misma lista desde la absoluta comprensión de sus allegados.

Lo cierto es que la vida de las empresas y cualquier organización en nuestra sociedad depende en gran medida de sus relaciones con el Gobierno o los partidos políticos que han asumido muchas de las funciones de los patrones individuales en el pasado. De hecho, los partidos políticos que, no olvidemos, se financian en buena parte con el dinero de los ciudadanos, son la piedra angular del clientelismo. No dejan de ser el equivalente contemporáneo, en términos de movilidad social, de lo que era el clero y la milicia en tiempos pasados al estar en muchos casos integrados por personas de escasa formación que ven en la política una posibilidad de progreso social en ausencia de otro tipo de méritos.

La pertenencia a Europa no ha significado que se impongan sus estándares de razón y legalidad

 No era este necesariamente el caso de Carlos Mulas y Irene Zoe Alameda. Muy al contrario, ambos tienen doctorados en universidades de prestigio y son beneficiarios directos del célebre cierre de clase weberiano, es decir, del afán de las clases privilegiadas de subir los requisitos para poder pertenecer a ellas que en España hoy día se traduce, debido al descrédito de la universidad local, a que las familias pudientes manden a estudiar a sus chicos a universidades de élite generalmente norteamericanas para seguir manteniendo las distancias sociales. Para qué engañarse, cualquiera mínimamente versado en el mundo académico norteamericano sabe que obtener un doctorado en una universidad de prestigio, sobre todo si se viene del extranjero, depende tanto de los méritos académicos como de la solvencia económica. Pero incluso teniendo en cuenta sus favorables circunstancias de partida, Mulas y Alameda entendieron que la pertenencia o proximidad a un partido era un camino mucho más corto de acceder a determinados puestos adjudicados por criterios más políticos que profesionales (como por ejemplo el de director de la sede del Instituto Cervantes en Estocolmo o el de asesor del FMI). En lo que su caso no se distingue en absoluto de muchos otros es en la lógica cínica (alguno de los artículos de Amy Martin versaba sobre el hambre en Somalia) y familiarista (enchufar a la mujer) típica de las maniobras clientelares.

La indignación creciente de la opinión pública española no es solo un suceso puntual como respuesta a unos acontecimientos de corrupción y nepotismo que se acumulan en tiempo de crisis acuciante. Es sobre todo una reacción de hartazgo y de decepción ante una realidad indubitable: España sigue siendo una sociedad cerrada y dual como siempre ha sido aunque de vez en cuando se den algunos Antonios Alcántara (el personaje de Imanol Arias en Cuéntame lo que pasó). Si alguna vez hubo un ascensor que permitía el ascenso (y se supone que la caída también) social de los individuos, este se averió hace mucho tiempo. España sigue pareciéndose al reino en el que, parafraseando a la reina del relato Alicia en el País de las Maravillas, da igual que uno corra lo más rápido que pueda, ya que hay muchas posibilidades de permanecer en el mismo lugar.

El viejo sueño de que la pertenencia a Europa impondría unos estándares en los que regiría la razón y la legalidad en nuestra sociedad parece haberse desvanecido. Ni siquiera la dictadura de la eficacia que parecía traer aparejada la globalización ha logrado alterar el sistema de relaciones que rige en nuestras instituciones. Desafortunadamente, como afirma el politólogo italiano Caciagli, el clientelismo tiene raíces profundas. Implica “un lenguaje, unos ritos, unos valores y símbolos, pautas de comportamiento y redes de relaciones aceptadas por una comunidad que comparte una mentalidad”. Se adapta bien a la mentalidad posmoderna siempre en búsqueda de soluciones flexibles orientadas a satisfacer las necesidades individuales, al declive de las ideologías, a la fuerza de lo local y a la personalización de la política. El cerrojo está bien echado y sus beneficiarios lo saben.

César García es profesor en la Universidad Pública del Estado de Washington. Es autor de American psique (Editorial Lo Que No Existe).

EL PAIS

"La realidad de la crisis es que los pobres de Atenas pagan a los ricos de Alemania"


 Martes, 26 de Marzo de 2013 19:51 

EP/DS

El semanario alemán Der Spiegel, de izquierdas, ha publicado un duro editorial en contra de la política que está llevando a cabo el gobierno de Angela Merkel en Europa, y asegura que los alemanes no solo no están pagando por la crisis de deuda, sino que se están beneficiando de ella. Schaeuble sostiene que las críticas de otros países a Alemania son producto de la envidia. El titular lo dice todo: Tozudo y egoísta: Europa hace lo correcto dudando del liderazgo alemán en el euro, y el semanario asegura que "el drama sobre Chipre ha dejado claro que la crisis de la Eurozona se está transformando en una lucha sobre la hegemonía alemana en Europa".En la superficie, Merkel y su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, parece que trabajan para estabilizar la economía. "En realidad, están poniendo a otras naciones los grilletes de la deuda", asegura.

 El último ejemplo ha sido Chipre, donde de nuevo Alemania ha perseguido los objetivos equivocados, mostrando su incapacidad para ejercer su poder correctamente. La idea de imponer pérdidas a los pequeños ahorradores era la de mantener los "principio de crimen y castigo", y aunque al final se corrigiera, mostró que la palabra de Merkel no vale nada. "Chipre ha mostrado una vez más que Europa no puede confiar en los alemanes".

La última semana muestra la imagen que está proyectando Europa: "banqueros irresponsables jugando con dinero de defraudadores de dinero y políticos ayudando a ambos grupos para salvarse a sí mismos a costa de la gente corriente, que no tiene ni los recursos ni la influencia para conseguir algo de seguridad. Y todo ello bajo dominio alemán".

El tono duro del editorial continúa. "Como dos veces antes en nuestra historia reciente, los alemanes están teniendo cada vez en conflictos mayores con sus vecinos sin pensar en el coste. Es un camino que puede llevar fácilmente al miedo a la hegemonía política alemana. De hecho, la idea de integración europea de Merkel es simplemente que Europa debe plegarse la voluntad política de Alemania".

La verdad sobre la política alemana ha sido revelada, tozudez que ellos ven como ser fieles a unos principios, "pero que en realidad no es más que santurronería". Además, Merkel ha roto los principios de Alemania Occidental sobre Europa e incluso los de de su partido: en lugar de garantizar más poder para Bruselas, ha decidido que los estados nación vuelvan a mandar más.

Poniendo grilletes a los países más débiles

El conflicto que está surgiendo entre Alemania y el resto de Europa no está basado en la economía, sino en la política del poder. "Los alemanes están poniendo a los europeos los grilletes de la deuda", asegura antes de parafrasear a David Graeber, activista de Occupy Wall Street.

Graeber dice que "si la Historia muestra algo es que no hay mejor manera de justificar las relaciones basadas en la violencia, de hacerlas que parezcan morales, que redefinirlas en el lenguaje de la deuda, sobre todo porque inmediatamente hace que parezca que la víctima es quien está haciendo algo malo".

"Como en el pasado, los perdedores están siendo ridiculizados. Aquel que tenga deudas es culpable de su propio crimen", continúa el semanario, que explica que esa línea de pensamiento permite que haya acusaciones a otros y autocompasión. Y pone de ejemplo a aquellos alemanes que se quejan de poner las garantías para el rescate y encima ser odiados, repudiados y caricaturizados. Una idea que ha pasado de los medios a las conversaciones en los bares.

Los alemanes se benefician de la crisis

El problema es que "todo eso es mentira. Los alemanes no solo no han pagado la crisis, sino que se han aprovechado de ella. Solo en intereses se han ahorrado 10.000 millones de euros el año pasado, algo de lo que se han beneficiado desde el inicio de la crisis. Además, están los intereses que pagan las naciones acreedoras. La realidad de la crisis del euro es esta: los pobres de Atenas están pagando a los ricos en Alemania".

Der Spiegel concluye recordando que estos experimentos han fracasado en el pasado, y que fallarán en el futuro, ya que los europeos no lo permitirán. Mientras los alemanes siguen aplaudiendo a su canciller, deberían marcar las palabras de Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo.

"Aquel que crea que el eterno asunto de la guerra y la paz en Europa ha sido enterrado de manera permanente estaría cometiendo un error monumental. Los demonios no han sido desterrados, simplemente están durmiendo", termina a modo de advertencia la revista.

EXTREMADURA PROGRESISTA

martes, 26 de marzo de 2013

Vídeo | Wyoming saca en procesión a Bárcenas en 'El Intermedio' de La Sexta


El Intermedio de La Sexta realizó una parodia aprovechando la Semana Santa. El programa que presenta el Gran Wyoming sacó en procesión a Bárcenas, aunque en esta ocasión se le nombró como 'Luis del Gran Poder', o el 'Señor de las tres demandas'.



A hombros de Dani Mateo y Gonzo, la imagen de Bárcenas fue procesionada en el plató de El Intermedio. "Esta cofradía estaba compuesta originalmente por tres pasos, pero los otros dos no han podido hacer su desfile porque se han quedado en Suiza", comentó Wyoming.

Hasta Usun Yoon, conocida como 'La niña de Utrera' en esta ocasión, decidió dedicarle una saeta a su "santo patrón".
http://ecoteuve.eleconomista.es/programas/noticias/4702410/03/13/Video-Wyoming-saca-en-procesion-a-Barcenas-en-El-Intermedio-de-La-Sexta.HTML

lunes, 25 de marzo de 2013

Intervención de Luis Gómez Llorente en el 20 aniversario de la corriente Izquierda Socialista


10 Abril 05

Intervención de Luis GOMEZ LLORENTE (2001)

SALUDO A LA CORRIENTE IZQUIERDA SOCIALISTA

Compañeras y compañeros:

Todos los aquí presentes comprenderán que es para mi sumamente emotivo venir hoy a esta casa para saludar a los compañeros de Izquierda Socialista. Tan emotivo es que decidí traer por escrito mi intervención para que el texto embride al sentimiento. Como se simboliza en la imagen platónica de los caballos alados, que la razón lleve siempre las riendas evitando que se desboquen los sentimientos.

Permítaseme, sin embargo, expresar con moderación el afecto personal a todos los antiguos compañeros aquí presentes; mi profunda simpatía por el dificil esfuerzo que ha sostenido y mantiene la corriente Izquierda Socialista, e incluso que evoque con cariño a aquellos que ya no están entre nosotros, como Joaquín Martínez Yorman, o Manuel Sánchez Ayuso, y también a los que se distanciaron de nuestras filas encontrando alojamiento en otros ámbitos de la izquierda -con los que a veces disentimos- y con los que, pese a todo, nos liga el recuerdo de el haber estado siempre del mismo lado en la batalla social, habiendo compartido en su día tantas labores y esperanzas.

Esperáis probablemente que diga algo sobre el socialismo puesto que sino carecería de sentido comparecer en esta reunión, pero me perdonareis que no pronuncie palabras circunstanciales, porque acerca de la circunstancia política inmediata cualquiera de vosotros que estáis activos en la acción política cotidiana, y en la vida orgánica del Partido, sabéis mil veces más que cuanto yo pudiera deciros.

Dedicaré en cambio los minutos restantes de esta breve intervención a reiterar cuatro ideas que son signo de nuestra identidad colectiva.

Acaso este testimonio pueda servir como un punto de referencia más en vuestras reflexiones. Al fin y al cabo, saber dónde estamos ahora cada uno también dice algo de la trayectoria de la Corriente en su conjunto.

Mirad: Pablo Iglesias creó dos organizaciones con un solo y el mismo fin: la emancipación de la clase trabajadora. Estas son el Partido Socialista Obrero y la Unión General de Trabajadores. Tan socialista se es luchando por aquel ideal en el Partido como en la Unión.

Algunos, que iniciamos temprano nuestra vida cívica reorganizando las Juventudes Socialista allá por los últimos años cincuenta, encauzarnos luego nuestra militancia preferente en el Partido, habiendo desembocado finalmente en poner nuestros conocimientos y lo mejor de nuestros afanes al servicio de nuestro sindicato.

 Más todavía que escribir artículos o folletos por encargo de la FETE, me complace llevar por la calle una bandera de UGT en la manifestación de cada 1° de mayo.

Hay un motivo por el que los socialistas de viejo cuño nos sentimos muy a gusto en los sindicatos: Los partidos pueden evolucionar hacia el interclasismo, y hacia una praxis política contemporizadora con los poderes económicos, así como con la estrategia internacional de las potencias hegemónicas, y a veces -preciso es reconocerlo- no tienen otra alternativa. (Son los condicionantes de una estrategia que pugna por ser mayoría en la democracia liberal parlamentaria). Pero. los sindicatos son siempre, por definición, organizaciones de la clase trabajadora. Son inexorablemente y mientras existan, los más legítimos herederos y continuadores de cuanto significa en la historia el Movimiento Obrero. La tarea sindical no es otra sino la defensa de los intereses de la clase trabajadora, sea frente a la patronal, sea ante el Gobierno del Estado.

Pueden existir ciertamente sindicatos que aun siendo organismo de los asalariados, sean infieles a la solidaridad de clase, y a estos les llamamos amarillos o corporativos. Pero la UGT nunca fue corporativa; sigue siendo en eso como la creó Pablo Iglesias, un sindicato de clase al que nunca -compañeros- debemos marginar de nuestros planteamientos y de nuestras actividades.

He mencionado "socialistas de viejo cuño", y aclaro: Con ello no me refiero a cuestiones generacionales, no depende de la edad. Entiendo que son socialistas de viejo cuño los que creen que aun cuando ahora se utilice un lenguaje edulcorado para describir los fenómenos sociales, un lenguaje tan técnico y tan sociológico que a veces resulta encubridor o desorientador, la explotación subsiste, la contradicción de intereses - llámesele como se quiera- está ahí, que la dominación de unos pueblos por la prepotencia de otros es inocultable, así como que la llamada exclusión y marginalidad en nuestras sociedades, o el hambre del mundo, serían evitables mediante el uso planificado de los recursos disponibles.

Un financiero inteligente y experimentado como George Soros, que no ha olvidado su formación intelectual originaria centroeuropea, no tuvo inconveniente en su más famosa obra ("La Crisis del Capitalismo Global". 1999, Pag. 136) de citar a Carlos Marx, elogiando en este punto su certera predicción de que el sistema capitalista acabaría penetrando hasta el último rincón del planeta, y hasta el último aspecto de la actividad humana susceptible de ser mercantilizado.

Y el propio Soros llama la atención sobre los devastadores efectos que para la cultura y para la moral tiene la mercantilización integral de la vida, esto es la imposición de los valores mercantiles y de las reglas del mercado como criterios superiores que de hecho rijan toda la vida social.

Si cada cual se mueve habitualmente -como es ley del mercado- por el impulso de dar lo mínimo a cambio de obtener el máximo lucro o beneficio posible, la desintegración moral y social está tan asegurada, como el triunfo darwiniano de los más aptos para competir. Especialmente debe preocupamos que el pensamiento y el gusto queden cada vez más subordinados y condicionados por las manipulaciones del mercado, sometidos a las exigencias de los intereses mercantiles.

Esto afecta a la investigación, a la producción estética y literaria, a la conducción del gusto para que se encauce como demanda de unos determinados consumos; a la idea misma de felicidad que conviene imprimir en las grandes mayorías a fin de que se sostenga un modelo de desarrollo económico a cualquier costo.

Mucho debiera preocuparnos, pongamos por caso, que so capa de vincular la Universidad -sede de la investigación y formación de las élites-a la industria y las corporaciones sociales, haciendo depender la orientación de los estudios y de la investigación de los intereses y de la financiación de esas entidades extrauniversitarias, no acabe padeciendo en su más profunda esencia la autonomía universitaria entendida como garantía del libre pensamiento y de la libre investigación.

La privatización de las universidades, y de la enseñanza en general, es otro fenómeno indicativo de la sujeción del pensamiento al control de intereses particulares no siempre coincidentes, sino a veces contradictorios, con el interés general de la sociedad y de la humanidad.

Si alguien me pregunta: ¿Qué es lo diferencial específico del socialismo? Le respondería sin vacilar: LA IGUALDAD. La igualdad entendida como igual libertad para todos.

Creo que el socialismo surge precisamente de la crítica al concepto liberal de la libertad por cuanto éste se reduce a esa forma de democracia formal que consiste en la afirmación de las libertades individuales y del Gobierno representativo, garantizando la autenticidad de esas valiosas instituciones mediante la técnica de la separación de poderes.

Los grandes pensadores socialistas asumieron la reforma liberal del Estado como un paso positivo en la historia, pero fueron más allá, porque se dieron cuenta de que con eso, y sólo con eso, una gran parte de los seres humanos no son real y verdaderamente libres.

Se dieron cuenta de que la libertad real de todos exigía liberar a los ciudadanos no sólo del absolutismo, y del control eclesiástico de las conciencias, sino que era necesario liberarles también de la prepotencia patronal, y del control que el poder del dinero ejerce sobre la vida social.

Sólo mediante reformas económicas profundas, y no sólo mediante revoluciones políticas, sería posible acceder a la libertad real para todos, es decir, a la Igualdad entendida como igual libertad.

Esto es la sustancia espiritual del socialismo y su razón de ser en la historia de los movimientos sociales. Resulta ya más accidental definir cuáles y cuando son oportunas esas reformas económicas profundas.

Sabido es que el primer socialismo afirmó la necesidad de socializar íntegramente los bienes productivos. Hoy nos movemos sin embargo en la estela del modelo concebido por la socialdemocracia de entreguerras; es decir, en el modelo del Estado redistribuidor de las rentas producidas; de un Estado cuya enérgica intervención por vía fiscal y mediante empresas públicas, pueda sostener aquella serie de servicios gratuitos universales que le hicieron merecedor de los apelativos "Estado de bienestar", o "Estado providencia", en los años dorados de la socialdemocracia europea.

De ahí que el neoliberalismo concentre su enemiga antisocialista en su tendencia hacia el Estado mínimo. Saben bien que en una sociedad atomizada, compuesta sólo de una suma numérica de individuos arrojados a una despiadada competitividad, la hegemonía y dominación de los más fuertes está garantizada.

Nosotros por el contrario afirmamos el valor de la igualdad por encima del principio de la libre competencia a toda costa. Nosotros creemos que la posesión de ciertos bienes imprescindibles para una vida digna tienen que ser garantizados a todos, y que si esto falla, o en la medida en que falla, entra en quiebra la legitimación moral del sistema. De ahí que nos parezca tan aborrecible el actual orden mundial, y el proceso de globalización salvaje.

La libertad económica de competir no puede ser utilizada legítimamente, como ninguna otra libertad, para destruir o reducir a lo inane las libertades reales de los otros, ni para imponer la dominación despótica de unos sobre el trabajo y/o sobre la formación de la conciencia de los otros. De otro modo, carecería de sentido el contrato social, o garantía recíproca del uso de las libertades.

Creo sinceramente, que en la evolución de la cultura occidental, y especialmente durante la modernidad, han tenido un desarrollo totalmente asimétrico los conceptos de libertad e igualdad. Se ha progresado notablemente en el concepto de libertad; incluso seguimos inventando nuevas proyecciones o derechos de la libertad individual (intimidad, propia imagen, objeción de conciencia, elección de la muerte digna, etc) todo lo cual es muy positivo. Pero en cambio parece estancado el concepto de igualdad; lo que se ha de entender por igualdad entre los seres humanos, y nos permitimos decir que es una sociedad respetuosa con la igualdad aquella que está generando de nuevo más desigualdades y un número creciente de marginados o excluidos. Si ahora preferís hablar de sociedad de los tres tercios, o de la dicotomía abismal norte-sur, decís sólo con un lenguaje más neutro lo que antes se dijo con un lenguaje más cargado de implicaciones axiológicas.

El propio movimiento feminista, tan basado en la palabra igualdad, se ha orientado hacia la igualdad formal, o igualdad de derechos y obligaciones con los varones, y todos nos felicitamos de los pasos dados en esa dirección. Pero ved también que las más recientes voces en el seno mismo del movimiento feminista son las que hablan de la discriminación y del mal trato del que son víctimas las mujeres menos letradas y menos cualificadas profesionalmente, siendo su lamentable condición indiferente al género de las personas que ejercen dominación sobre ellas.

Ya dijo Rosa Luxemburgo que no habría emancipación plena de la mujer desligando su causa de la causa de la emancipación del trabajo, y que a su vez ésta dificilmente se conseguiría sin la participación activa de la mujer en el trabajo, y en la lucha por la emancipación colectiva.

No quiero cuestionar con ello el acierto feminista de haber promovido organizaciones autónomas, cuya eficacia ha quedado bien demostrada, sino señalar los límites que tiene cualquier interpretación de la igualdad solamente referida a la igualdad de derechos, si es que esos derechos no comprenden el acceso garantizado por la sociedad a las condiciones de una vida digna, y muy en particular el derecho al trabajo, así como a la indemnización correspondiente en la situación de inactividad involuntaria.

Ahora entenderéis por qué me entristece leer en determinados manifiestos y textos programáticos que el concepto de igualdad se reduce al concepto liberal de igualdad ante la ley y de no discriminación por razón de raza, religión, condición, etc tomándose como paradigma de progreso social únicamente la idea tan de moda de "igualdad de oportunidades".

Nosotros, que debemos considerar la "igualdad de oportunidades" como un mínimo, no podemos creer que sea el paradigma de nuestras aspiraciones de igualdad.

No podemos olvidar su raíz mercantilista. Al fin y al cabo la "igualdad de oportunidades" es en el mejor de los casos igualdad de posibilidades para competir, y bien sabemos que en toda competición unos ganan y otros pierden; que el resultado de toda competición es un orden jerárquico de superioridad y de inferioridad.

Con lo cual, puede parecernos aceptable que la "igualdad de oportunidades" legitime las desigualdades necesarias y permisibles. Pero nunca podremos aceptar que el acceso a los bienes imprescindibles para una existencia digna pueda depender de ninguna lucha competitiva.

No hay "mérito" legítimo de nadie que pueda esgrimirse como título para justificar un sistema que prive a otros de lo imprescindible para vivir como personas.

El hombre puede ciertamente competir por la mayor o menor posesión de bienes materiales, intelectuales y morales. Y esto ciertamente es una forma de distribuir los bienes.

Pero el hombre también puede cooperar, y establecer una distribución racional de bienes que al menos en parte no tome como criterio de distribución el éxito en la lucha competitiva; sino la necesidad real y actual en cada momento de la vida de los seres humanos.

Compensar y equilibrar ambas formas de distribución creo que fue el gran hallazgo de la Socialdemocracia, sobre cuyos avances se basó la paz social de Europa por medio siglo. Romper con aquella línea de progreso no es modernidad, sino pura regresión, llámesele como se llame.

Llegados a este punto, es justo reconocer que Izquierda Socialista se ha hecho acreedora de una muy positiva estimación por su tenacidad en defender -contra viento y marea- la aplicación del ideal igualitario sabiéndolo proyectar a las mediaciones propias de cada coyuntura, intentando contribuir de este modo a que el PSOE siga haciendo honor a su nombre y a su trayectoria histórica.

Para concluir, si se me permite utilizar algún minuto más, diría que :

Si se me pregunta en que ha consistido lo específico-diferencial del socialismo español, contestaría con una palabra: PABLISMO.

Pablismo es el estilo que infundió Iglesias a las organizaciones por él creadas. Iglesias se consideraba a sí mismo un fiel marxista, pero fue sobre todo un gran humanista y un regenerador de la vida pública. Por eso lo respetaba tanto Ortega y Gasset, y por eso lo admiraba y quería tanto D. Antonio Machado.

Sus principales virtudes fueron la laboriosidad incansable al servicio de los trabajadores, su seriedad, es decir, la implacable coherencia entre lo que pensaba, lo que decía, y lo que hacia; su sereno arrojo para estar donde creía que debía estar, lo que le llevó siete veces a la cárcel. Fue laico y republicano sin estridencias. Hay que destacar su prudencia, por eso desconfiaba del mito de la huelga general revolucionaria. Sin negar que en la sociedad habría un día un corte drástico, operaba cotidianamente como un gradualista, pero sin abdicar de la meta.

Ese conjunto de rasgos perfilan el pablismo y evocarlos, así como difundir los conceptos de las grandes figuras de la historia del socialismo es otra de las tareas que creo debemos asumir sobre todo quienes estamos alejados del fragor del día a día. Cada tarea tiene su hombre y su momento.

Hablo a quienes han sido capaces de mantener durante veinte años la continuidad y la coherencia de un discurso político socialista; atravesando toda suerte de dificultades. Por eso, lo mejor que puedo decir de quienes militan en la Corriente, es que participan -como tantos otros socialistas y ugetistas en cualquier rincón de España- de aquel modo de hacer, y de aquel espíritu, que se ha dado en llamar pablismo.

Y termino :

Perdonadme si sólo he dicho lugares comunes de todos vosotros conocidos. Tomadlo al menos como el recitado de unas creencias que ningún día debemos olvidar para que algún día lleguen a ser el lugar común de toda la sociedad.

Las circunstancias adversas pueden hacemos acatar hechos y formas de actuación hoy por hoy inamovibles. Pero creo que nosotros no debernos contribuir a su consolidación ni a hacerlos inamovibles en el futuro mediante el grave error de confundir la necesidad y la virtud, llamando justo, bueno y- conveniente, a lo que es simplemente inevitable en nuestro tiempo.

Las verdades de hecho han servido para avanzar en la ciencia empírica, y en la tecnología. Pero son las verdades de razón las que hicieron posible avanzar más en la humanización de la cultura. El socialismo es un humanismo precisamente por cuanto exige someter la racionalidad económica y la racionalidad técnica a una racionalidad universal, cuyo supremo valor es la autonomía de la conciencia moral individual, y la consecución de un orden convivencial sin opresión.

Ved, pues, el valor que tiene mantener la llama de las creencias, creencias que recibimos a su vez de los antiguos militantes, todo ello a fin de que otros más jóvenes, en mejores circunstancias, lleguen a dar los pasos que nosotros no pudimos o no supimos dar, pero de los que nos queda al menos plenamente vivo el anhelo y la esperanza.

Compañeras y compañeros: ¿Salud!

DEBATE CONTRA EL OPORTUNISMO, LA CORRUPCIÓN Y EL ULTRA-IZQUIERDISMO.


25 de marzo de 2013

La investigación de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que lleva a cabo la juez Mercedes Alaya, tramitados por la Junta de Andalucía, donde se ha detectado un enorme y bochornoso fraude, que afecta a los oportunistas y carreristas con afiliación al PSOE como de UGT, concluye que Juan Lanzas, además de otros “presuntos” delincuente favorecedores  de los patronos y “presunto” estafador de los obreros,  se apropió de 13 millones de euros de forma presuntamente ilícita desde el año 1990, según informa la prensa.

Nuestra corriente Izquierda Socialista-PSOE viene condenando y criticando firmemente esos comportamientos que ensucian el nombre de las organizaciones de izquierdas y exige responsabilidades políticas de las direcciones que han permitido, por omisión o acción, esas situaciones anómalas, porque como siempre hemos dicho, estamos totalmente en contra de la corrupción, venga de donde venga, pero igualmente de los oportunistas, carreristas, trepas, infiltrados y ladrones, que por desgracia pululan algunos a sus anchas por los partidos y sindicatos de la izquierda,  por lo que necesitamos un debate a fondo desde las bases para denunciar y corregir esas situaciones. 

Las direcciones actuales del movimiento obrero necesitan  analizar y examinar de nuevo la táctica, la estrategia, los principios y las ideas que sean más correctas, tanto para formar nuevas direcciones como para fortalecer las corrientes de izquierda tan necesarias para el próximo futuro,  con el objetivo de hacer una profunda autocrítica, realizar una regeneración democrática y ética a la vez que se devuelva la voz a las bases para proceder a una catarsis, por lo que abrimos ese debate con esta autocrítica profunda de forma compañera, sincera y honesta, invitando a cualquier trabajador que quiera participar, llamando a la movilización y a la acción para superar esas anomalías. 

 Es el momento adecuado para debatir a fondo nuestras concepciones básicas para potenciar el trabajo en los sindicatos y partidos de la clase trabajadora, que nos sirva para contrarrestar los errores pero también  la huida de grupos disidentes y sectarios, que pretenden girar hacia lo que ellos interpretan que es la izquierda sin plantear claramente un análisis serio, unas perspectivas adecuadas y un programa correcto hacia el verdadero socialismo.

Esos elementos oportunistas a veces, disidentes otras, sectarios con  mentalidad pequeño-burguesa, que hacen el juego a la reacción, refriegan una y otra vez los términos simples y a la vez dialécticamente complejos remachando una y mil veces que la socialdemocracia y el estalinismo han traicionado a la clase obrera, por lo que hay que formar “un partido independiente”, que pretenden construir con un destacamento de cuatro mediocres y un Jefecillo espabilado, como si la cosa fuese tan fácil.

La tarea fundamental de esta nueva época de crisis estructural del capitalismo se plantea en cómo superar los errores, la debilidad y el aislamiento de la dirección del movimiento obrero, ante la claudicación de sus actuales dirigentes y a la vez mantener intactos los principios éticos correctos para desarrollar una nueva dirección que sirva para avanzar con firmeza hacia el verdadero socialismo.

Es preciso entender que el movimiento obrero no se mueve en línea recta, sino que avanza y retrocede, con sus alzas y bajas, sus pequeños triunfos y sus derrotas parciales.  Si fuese como algunos piensan,  pactar y pactar o luchar y luchar siempre avanzando, el capitalismo habría sido derrotado hace décadas.

Conocemos históricamente que la bancarrota de la socialdemocracia entre 1912 a 1919 condujo a la formación de la Internacional Comunista. La degeneración a su vez de la III Internacional tuvo como consecuencia una desorientación del proletariado a escala mundial.

Pero lo que algunos ilustres “intelectuales obreros” no entienden es el enfoque y el conocimiento de la historia que tienen las masas, que lo ven de forma diferente, porque una vez y otra los trabajadores apoyan de nuevo a sus direcciones, en este caso, al PSOE, al PCE y a sus sindicatos clásicos UGT, CCOO, aunque apuesten de forma transitoria por algunos minoritarios, porque las masas no aprenden de libros de historia sino de su propia experiencia de la lucha cotidiana.

Es tarea de la vanguardia examinar los procesos históricos, por ejemplo profundizando en las causas de la victoria de la clase obrera en Rusia, luego el triunfo de Hitler y Musolini, que apoyaron a Franco para aplastar a la clase obrera española, lo que representó un fracaso momentáneo de la Internacional Comunista, y luego el fortalecimiento de la clase trabajadora y la derrota de Hitler y los fascismos por las fuerzas conjuntas del imperialismo y el estalinismo, para luego entender el fracaso del modelo soviético de la URSS, intentando comprender sus causas y sus errores, para no repetirlos, utilizando los conocimientos como la mejor arma que nos sirva para el derrocamiento del capitalismo y la construcción de la nueva sociedad socialista.

En momentos históricos y dramáticos con derrotas sangrientas del movimiento obrero, es cuando llega a los grupos de oposición interna que se forman en los partidos tradicionales, la necesidad de declarar la formación de nuevos partidos, pero en estos momentos todavía es demasiado prematuro, no existiendo, a nuestro entender, las condiciones suficientes y necesarias para ello.

 No debemos negar, si somos dialécticos, que en el camino que hemos de recorrer, podría darse la necesidad de proclamar un nuevo partido de masas, pero para ello hacen falta acontecimientos y tener preparado un recambio de dirección, lo cual en estos momentos no aparece por ninguna parte de forma nítida porque en realidad el factor subjetivo se encuentra muy debilitado.

La nueva dirección emergente tiene que aprender a expresar las ideas del auténtico socialismo en un lenguaje que sea perfectamente entendido por la clase trabajadora, con habilidad, honradez y firmeza, ofreciendo una explicación del callejón sin salida en el que se encuentra el capitalismo y ofreciendo un programa de transición que sea asumido por las masas para ganarlas mediante el convencimiento y que lo defiendan como alternativa al capitalismo, pero hay que entender que las masas de la clase obrera no llega a conclusiones revolucionarias fácilmente.

La política aplicada por los partidos y sindicatos reformistas en el periodo del boom económico anterior a la crisis de 2007, ha producido una caída significativa del nivel de conciencia de la clase trabajadora, que ha asumido hábitos, ideas, tradiciones de pactos, y falta de ideales socialistas, que crean dificultades excepcionales para asumir la necesidad de la transformación de las organizaciones clásicas, tanto en las corrientes del pensamiento socialista, del comunista y del anarquista, sometiéndolas a la prueba de la crítica interna para que comience el giro a la izquierda que más tarde o más temprano tiene que producirse.

Como demuestra la historia, en las primeras etapas del resurgir del movimiento obrero hacia un incremento del proceso de lucha, las masas presionan a sus direcciones para tratar de encontrar una solución a sus problemas, especialmente movilizándose a través de los sectores más jóvenes, como hemos visto recientemente 2 Huelgas Generales contra la política antisocial del PP,  con la lucha juvenil del Sindicato de Estudiantes en Octubre pasado y en Febrero de este año; también las Mareas “verde”, “Blanca”, “roja”, “violeta”, “negra”, “amarilla”, la lucha de Stop Desahucios”, los obreros del campo a través del SAT, etc. etc… a través de las cuales han entrado a la lucha muchos jóvenes por primera vez, pero mil veces más radicalizados y politizados, aunque el salto es cualitativo y cuantitativo,  porque las concentraciones y manifestaciones han sido firmes y radicalizadas, pero las direcciones de UGT y CCOO han optado por NO unificarlas, por lo cual, los efectos no han sido tan positivos como en  otras ocasiones pero más activas y firmes si han sido y ambiente para cambiar la sociedad si existe. 

 Incluso las protestas contra la actual guerra de Siria y  Libia no aparecen con la misma fuerza que las que vimos cuando la I y la II guerras del Golfo contra Sadam Hussein, aunque el comportamiento de esos sátrapas sea similar al otro, principalmente por la posición pasiva de los grandes sindicatos de clase que no llaman a la lucha debido a los compromisos de los Pactos Sociales suscritos, a veces expresos, a veces tácitos, con la Patronal y el Gobierno del PP.

 Esto se explica precisamente porque las masas no pueden estar permanentemente en tensión, en lucha, en levantamientos, sino que necesitan recomponer fuerzas, refrescar cuadros e incluso buscar un recambio a sus direcciones, como se demuestra por la situación de apatía, de crítica y de desprecio de las masas a los actuales dirigentes sindicales y políticos, tal cual señalan las encuestas.

Aquí se ve claramente la debilidad de los tropecientos grupúsculos sectarios y las acciones constantes de sindicatos y partidos marginales, que llaman una y mil veces a la unidad, a la movilización y a la acción desde fuera, con poquísimos resultados. Si existiesen ya corrientes críticas internas potentes en los sindicatos y partidos de clase, podrían conseguirse sin dudas mejores resultados en la movilización y en la acción de protesta de las masas.

Pero los sectarios siguen su propio camino incorregible de separación de las masas no aprendiendo ni de la experiencia de los teóricos ni de la experiencia práctica confundiendo permanentemente el proceso por el que transita la lucha por el socialismo, tan peligroso como si un médico confundiese el segundo mes del embarazo con el octavo, pues lo único que podría provocar sería un aborto.

Esas fuerzas pequeñas y ridículas, aisladas del proceso general de la lucha de masas, son incapaces de movilizar a grandes sectores de los trabajadores en estos momentos, pero puede llegar el punto en que las masas se levanten a algunos de sus repetidos llamados o de forma espontánea como hicieron  en el Norte de África en un país tras otro y es entonces cuando pondrán a prueba a todas y cada una de las direcciones que se reclaman los auténticos, genuinos y verdaderos revolucionarios, sobre todo, se pondrá a prueba si ellos, como la vanguardia de la vanguardia que se sienten y dicen ser, están a la altura de las circunstancias.

Por otra parte, es una contradicción estar permanentemente llamando a la UNIDAD en términos teóricos, lo cual es correcto, pero a su vez, haciendo llamamientos para que se abandonen los sindicatos y partidos mayoritarios, lo cual es prematuro e incorrecto, pues la tarea consiste en convertir este puñado de cuadros y trabajadores más combativos en un grupo integrado con raíces en el movimiento de masas, para formar en principio una corriente de cuadros formados y probados, que contemple la cuestión con amplitud y con un método, sano, democrático y compañero, siendo pacientes y tolerantes en el debate para ganar influencias y fortaleza, lo que sí podría llevarnos mucho antes a una potenciación y un desarrollo de unas corrientes de izquierdas válidas en las organizaciones de masas.

Pero esto entra dentro del campo de la compresión de una táctica flexible, democrática y compañera, que los sectarios no entienden, porque consideran que, con solo aprenderse unas cuantas frases de Marx, de Lenin, de Trotsky, del Che o de cualquier otro personaje histórico y recitarlas como una cotorra, ya está todo arreglado, pero los problemas de tácticas, de estrategia y de un método correcto aplicando las teorías del materialismo dialéctico es un poco más complicado y no se debe actuar con fetiches y clichés.

Hemos visto en el proceso histórico que incluso escisiones de alas de izquierdas de algunas decenas de miles de afiliados procedentes de partidos clásicos, forzados por acontecimientos convulsivos, han sido estériles perdiéndose y disolviéndose en la nada.

 Los sucesos a nivel mundial de algunos de esos procesos han tomado unas direcciones y caminos diferentes que no pudieron ser previstos, pero no ofrece ninguna duda, que es en los partidos socialdemócratas y no en los estalinistas, donde han florecido esas corrientes de oposición de izquierdas con más facilidad, pues ya sabemos los dramas terribles que sufrieron los defensores de la Oposición de Izquierdas bajo la bota del estalinismo en la extinta URSS.

No es este el lugar ni el momento para profundizar en los análisis de los errores de los Partidos Socialdemócratas ni de los Partidos Comunistas, pero una cuestión ha quedado demostrada por los acontecimientos históricos, como es que, primero se necesita una situación de fermento de lucha, desarrollo de alas de izquierdas en el movimiento obrero y cuadros formados que puedan tener las posibilidades de cristalización rápida de corrientes de izquierdas en los partidos tradicionales para poder cambiar a las direcciones que estén agotadas o que sean ineficaces para avanzar al socialismo.

Es cierto que los trabajadores recelan cada vez más de los representantes políticos, sobre todo de los que se presentan como Independientes.  Tendríamos que preguntarle a estos:  ¿Independiente de qué clase? ¿Del mundo del capital o del mundo del trabajo? ¿O es que quieren dejar claro desde el primer momento que van solamente a su bolsa, como los ejemplos varios cuando esos pequeños partidos llamados “independientes” pero que son “interclasistas” cuando llegan a las instituciones, bien Ayuntamientos, como el nefasto “gilismo” o al  Parlamento europeo a base de inversiones para tapar sus corruptelas, y defender los intereses de sus socios capitalistas?

Podemos considerar que es realmente un error abandonar la lucha cuando la situación objetiva nos sitúa en vísperas de grandes batallas  que habrá que mantener desde la base para que se produzcan las grandes transformaciones en el próximo periodo a escala tanto interna como internacional, que tendrá que tener una enorme repercusión en las filas del movimiento obrero, por lo que no es correcto abandonar el campo ni las filas del movimiento cuando se nos van a ofrecer posibilidades de desarrollar un trabajo verdaderamente fructífero en la potenciación de todas las corrientes en los próximos 3, 5 ó 7 años.

Debido a los errores de la socialdemocracia que ha estado gobernando en algunos países, de ceder constantemente ante las presiones del capitalismo, asumiendo tareas concretas más propias de un partido liberal, de lo que se trata ahora es de aglutinar a las personas que estén dispuestas a defender con firmeza una política de clase, lo que es un trabajo preparatorio, sobre todo ahora que tenemos que sufrir la adversidad de un gobierno de derechas como es el del PP.

Debemos empezar a prepararnos con una profundización en el debate sobre las tareas y los programas que ofrezcan una salida en líneas socialistas, porque los ataques de la derecha al movimiento obrero en la actual legislatura es una ofensiva sin precedentes y está acompañado de una violenta y dura contestación del movimiento sindical, expresándose por dentro o por fuera de las organizaciones tradicionales, como ya estamos observando.

Así pues, lejos de retirarnos de nuestros sindicatos y nuestros partidos, lo que nosotros planteamos es que hay que orientarse hacia el interior llamando a la afiliación, al encuadramiento y a la lucha, pero formando desde ya corrientes críticas alternativas para que, a través del ejercicio de la democracia obrera, se vaya perfilando una alternativa de dirección que defienda un sindicalismo de clase, democrático, combativo y verdaderamente de izquierdas con un programa adecuado.

Contemplando las circunstancias actuales, es el colmo de la irresponsabilidad del ultra-izquierdismo, iniciar aventuras de dispersión y división del movimiento obrero, pues nada positivo traerá para los trabajadores que muchos de los mejores cuadros se queden aislados, porque la clase trabajadora no confía de los grupos pequeños ni se hacen revolucionarios de aluvión, sino que eso es un proceso más lento y camina unido a las necesidades del desarrollo de los procesos.

Con esos procedimientos sectarios las bases serán totalmente maleducadas por esos saltos mortales, esa verborrea ultraizquierdista de llamar a todos “traidores a la causa” y otros epítetos que desmoralizan y desmovilizan a los trabajadores que les hacen ir a la deriva, apartándose tanto de unos como de otros, cundiendo la dispersión y la desgana, procedimientos que debilitan la unidad de la izquierda y favorecen por tanto a la reacción.

La tarea fundamental en estos momentos parte de una labor consistente de formación, sin cuyo punto de vista, el trabajo es imposible sin esa comprensión de unas perspectivas y unos análisis correctos de la realidad concreta. Los trabajos puramente empíricos llevan a una serie de saltos convulsivos y dar virajes en todas las direcciones dejando a cada tendencia a merced de cada coyuntura episódica, con giros bruscos y repentinos que se darán en cada acontecimientos, que harán que se quiera hacer girar a los trabajadores como quien maneja el caudal del agua con un grifo, o como una veleta soplando de aquí para allá, llevados por los vientos de una racha favorable o desfavorable, en lugar de educar a las masas con un trabajo serio, organizado y unitario, precisamente para dejar de ser masas y que se conviertan en “clase en si y clase para si”.

El trabajo de los que quieran convertirse en dirección, de los críticos impacientes que no entienden bien el período preparatorio en el que todavía nos encontramos, es el de ganar primero el oído y luego la confianza de los trabajadores, pero quizás por ahora, de uno en uno, tal vez en pequeños grupos, para pasar a engrosar las corrientes que se irán formando.

Los que se empeñen en gritar más fuerte que les permita su voz, solamente les conducirá ese hecho a la ronquera y en última instancia a la completa pérdida de la voz, y de esa forma, no serán oídos por las bases lo que ha venido siendo una tendencia en el movimiento obrero a través de toda la historia de esos grupúsculos que colaboran a la eliminación y desactivación de algunos buenos luchadores que han sucumbido por sus errores y sus desviaciones.

Existen movimientos aventureros y sectarios, que en momentos históricos concretos son muy perniciosos, pues el aventurerismo es otra cara del oportunismo. Hemos visto que muchos de esos “izquierdosos” acaban entrando a formar parte de la “socialdemocracia de derechas”, como les ocurrió recientemente a muchos de los partidarios del “eurocomunismo” desarrollado por la tendencia “carrillista”.

Algunos de los dirigentes de esa corriente que se entregaron acríticamente a la dirección del PSOE, desbordaron a la corriente Izquierda Socialista por la derecha y se convirtieron en verdaderos oportunistas. Es por tanto, por lo que insistimos que, sin una base teórica firme, y sometiéndose permanentemente al control colectivo del movimiento obrero, respetando la democracia obrera como el mejor mecanismo para que nos evite nuestras desviaciones y errores, es fácil sucumbir a las presiones oportunistas o ultra-izquierdistas. Esos errores que son detectados por las masas, también contribuyen a la desmovilización, a la apatía y a marcharse a su casa totalmente frustrados, como les ocurrió a miles y miles de honestos “comunistas” de base, cuando les cayó el muro de Berlín en la cabeza.

Por eso una corriente sana no debe declararse “Independiente” sino que debe rechazar la “Dependencia” del Capitalismo y de la Burocracia, pero debe intentar siempre ser “Dependiente del movimiento obrero” es decir, procurar siempre que sus acciones sean refrendadas por nuestra clase, pues en la lucha de clases no es posible la “Independencia”, porque como decía Pablo Iglesias, hay que optar, “o con los unos o con los otros”, o con el mundo del capital defendiendo sus intereses, o con el mundo del trabajo, defendiendo a la clase obrera ante los ataques constantes del capital y preparándola para el advenimiento del socialismo.

Tal como está el panorama económico y político, parece probable que los reaccionarios del PP pudiesen continuar con sus ataques, recortes y medidas ofensivas para apropiarse vía privatizaciones de las principales fuentes de riquezas que todavía son Estatales, y especialmente si la economía permanece estancada y no se ven claros síntomas de creación de puestos de trabajo, o lo que es peor, se alcanza la fatídica cifra de los 7 millones de parados forzosos antes de las generales  próximas, si la clase trabajadora no es llamada por sus direcciones sindicales o políticas a movilizarse para  tumbar al PP y exigir su dimisión y nuevas elecciones anticipadas.

El Partido Popular, como fiel representante del capitalismo y de la burguesía más reaccionaria y tardofranquista está ejerciendo una ofensiva brutal contra los intereses de la clase trabajadora y capas menos favorecidas de la sociedad.  Por otra parte, si se produjese un empeoramiento de la recesión de la economía y ataques más fuertes del Gobierno con medidas de recortes,  las demandas de los trabajadores a través de los sindicatos en primer lugar, pero también de los partidos de izquierdas, se harán cada vez más virulentas y se buscará unificar las fuerzas y ganar impulso,  porque sentirán de nuevo en sus carnes el punzón de los ataques sociales que serán mil veces más profundos que ahora.

Los clásicos nos dicen que las masas de la clase obrera aprenden sólo de la experiencia y esto puede aplicarse también a los elementos más activos y avanzados de nuestra clase, excepto algunos cuadros, que al utilizar el método del materialismo dialéctico, se guían también por cálculos teóricos científicos.

Pero por desgracia, la mayor parte de las direcciones de las corrientes de izquierdas se guían todavía por consideraciones prácticas y juzgan al movimiento obrero de conformidad a los resultados empíricos obtenidos y a la situación en que se encuentra en la actualidad; no pueden entender la dialéctica y por tanto no calculan bien cómo será la situación cuando se produzca el efecto de los cambios moleculares en el nivel de conciencia que están operando en el subconsciente de las masas debido a la crisis actual de la economía y los golpes que están recibiendo con los recortes y los pactos del reformismo que solamente puede ofrecer “contra-reformas” y recortes del Estado de Bienestar.

Las condiciones de declive de la recesión aumentará el proceso de luchas y habrá en realidad una renovación de todo el movimiento obrero, que se rejuvenecerá. Algunos delegados sindicales que han envejecido y que están subordinando sus gestiones, aun en contra de su voluntad, a las actuales direcciones, no tendrán fuerzas para resistir la batalla ideológica y de protesta que están surgiendo en las asambleas de fábrica, con los ERES que han representado un engaño e incluso corrupción de algunos cuadros sindicales que serán apartados o se radicalizarán y girarán a la izquierda.

Está claro que las condiciones objetivas señalan hacia que la clase obrera va luchar y el desarrollo de esa lucha revitalizará y renovará el movimiento, sobre todo a los jóvenes, de los cuales, los mejores cuadros han surgido en el periodo actual, y muchos de ellos se radicalizarán y buscarán una alternativa más a la izquierda, pero no lo harán solo fuera de sus organizaciones, sino sobre todo desde dentro, aunque no negamos que en la misma dinámica, algunos de esos grupúsculos ultraizquierdistas también crecerán.

La potenciación de la lucha ideológica se dará tomando como el adversario o “enemigo” a la derecha del PP y a la Patronal, porque ellos representan el poder que se pondrán cara a cara con el movimiento obrero. Entonces la izquierda buscará el camino de la unificación y se desarrollarán de forma clara las corrientes, que girarán buscando de tratar que sean fertilizadas con las ideas del auténtico marxismo que deberá someterse la democracia obrera de base.

Los elementos más avanzados de los sindicatos de clase, sobre todo de los mayoritarios UGT, CCOO, CGT y en el campo de la educación el Sindicato de Estudiantes, estarán cada vez más dispuestos a escuchar y a asumir las ideas y los programas que presenten las corrientes que hundan sus raíces en el marxismo, como Izquierda Socialista-PSOE y otras, pues habrá una lucha a la desesperada por defender un programa socialista que muestre una salida del atolladero en el que nos ha metido el Capitalismo y del que, ni la Socialdemocracia ni los partidos ultraizquierdistas y sectarios nos marcan un camino que pueda ser asumido por los sindicatos y seguido por las masas en acción.

Existen lecciones históricas de las que tenemos que aprender, pues vimos que tras el impulso de la ola revolucionaria que se produjo en toda Europa, cuyo punto de inflexión podemos ponerlo en el Mayo del 68 en Francia, que recorrió toda Europa llegando hasta la Revolución de los Claveles del 74 en Portugal y al proceso pre-revolucionario de la llamada “Transición” en el Estado Español, ni el estalinismo ni la socialdemocracia, fueron capaces de articular una alternativa válida que fuese asumida por los trabajadores para iniciar la construcción del verdadero socialismo, lo que indica un fracaso de las direcciones que no estuvieron a la altura de las circunstancias.

En el próximo futuro se presentarán otras oportunidades similares, pero en el periodo actual no existe un espacio claro para formaciones centristas de carácter duradero, ante el fracaso de la socialdemocracia por un lado y la casi desaparición del estalinismo por otro, como las dos fuerzas que operaban en aquellas circunstancias.

El margen es cada vez más estrecho para mantenerse en el centro, que ante la polarización en líneas de clases, tiende a desaparecer; Cuando las masas empiecen a luchar con firmeza, entonces, o bien podría hacerse una transición pacífica a posiciones socialistas, defendiendo un programa que supere al capitalismo, para lo que hará falta esa corriente de izquierda que se gane el derecho a dirigir a las masas, o la lucha se desintegrará rápidamente. Si no se aprovecha esa nueva oleada de auge que experimentará el movimiento obrero, años de retroceso, miseria, paro y degeneración no están descartados.

Ante la política del PP que está  desarrollando el programa netamente conservador, como el que llevaron a cabo Reagan y Thacher,  practicado por la Troika que le ha marcado su amigo mediante la “dictadura financiera” del gran Capital,  la necesidad y capacidad de movilizar a los trabajadores, buscando una unidad real en la práctica por los sindicatos y la izquierda en general, será un hecho concreto que se desarrollará al alza inevitablemente.

Si la lucha del movimiento obrero no es encauzada por sus direcciones naturales, ésta se dará en términos extra parlamentarios o por fuera de los sindicatos en el ámbito industrial. Esto obligaría a los burócratas en circunstancias muy tensas y en contra de los acuerdos y pactos, a oscilar a la izquierda exigiendo un giro correspondiente en los partidos, para presentar una lucha por el socialismo al Gobierno Conservador del PP, que querrá continuar su política de ataques y más ataques a favor de los banqueros, especuladores y las mafias del capital.

En esa situación las bases despertarán hacia posiciones cada vez más críticas. Las condiciones para la cristalización de alas de izquierda fuertes serán cada vez más propicias. Contra una clase obrera que acaba de despertar de su letargo, espoleada por el látigo de la contra del gobierno reaccionario del PP, después de poner a prueba la resistencia de los dirigentes de UGT y CCOO y luego de los trabajadores, en un momento determinado, dependiendo de la situación económica, si ven que existe una amenaza real de que la clase obrera puede hacerle caer o perder demasiados apoyos, puede intentar frenar a las masas recurriendo a lo que la burguesía llama un Gobierno de Concentración Nacional, donde impliquen al ala derecha de la Socialdemocracia.

Esa situación prepararía el camino para amordazar a la clase trabajadora y por métodos represivos y reaccionarios, aplicar medidas draconianas contra la clase trabajadora. Si la Socialdemocracia sucumbe y se forma una alianza con el PP, la crisis interna en el PSOE sería muy profunda y no se descartarían procesos de rupturas, provocadas por los liberales y socialdemócratas de derechas que serían los responsables de la crisis interna ante los ojos de las masas.

Las bases del movimiento obrero, tanto en los sindicatos como en los partidos de izquierdas, se convertirían en críticos furibundos y cuestionarían en firme a sus Direcciones. Ese momento, que pudiese llegar, es el que confunden con la actualidad, los sectarios y ultraizquierdistas de los que hablamos anteriormente. En esa situación, cuando ya existen corrientes de izquierdas potentes, con direcciones firmes declaradas y probadas, entonces si serán inevitables las escisiones y las formaciones de nuevos partidos e incluso sindicatos, pero, incluso en momentos similares, se tomarán atajos y se harán escisiones precipitadas que en vez de fortalecer a la clase, la debiliten en el proceso de lucha.

Estas son perspectivas que pueden surgir de esta forma o con algunos matices porque no tenemos todos los elementos de la ecuación, pero en cualquier caso, las perspectivas se ven cada vez más claras, como es un incremento de la lucha entre las clases que tendrá una repercusión ineludible en las convulsiones y movilizaciones que se verá forzado a realizar el movimiento obrero.

Vemos en la actualidad que las direcciones de todos lo partidos clásicos están siendo muy cuestionadas por la ciudadanía. Los votantes que se abstienen dicen las encuestas que van en aumento. La experiencia de las últimas décadas ha tenido un fuerte efecto en las bases de los partidos y sindicatos, que están bastante mermadas en afiliados y militancia, con una verdadera decadencia y desprecio a sus direcciones y baja moral de la tropa.

 El escaso movimiento interno de esas organizaciones es del personal contratado, la burocracia y los concejales fieles de muchos pueblos con sus raquíticos equipos. En los momentos de crisis, esta capa política intermedia, cuyo horizonte está limitado por la rutina de los asuntos locales, están agarrotados por la falta de línea política y desconfianza en su dirección.

 Nuestra corriente Izquierda Socialista-PSOE, sobre todo la Coordinadora y los adheridos de la provincia de Málaga, tenemos que ver el futuro con confianza, porque siempre hemos estado defendiendo posiciones de clase, codo con codo con el movimiento obrero. Nuestras perspectivas, ayudados por las ideas del materialismo dialéctico, han sido bastante más correctas que otras corrientes, incluso hemos ido por delante de lo que planteaban los estrategas de la corriente oficial y del propio Gobierno de Zapatero, y la posterior dirección actual de Rubalcaba,   como podemos demostrar leyendo comparativamente las resoluciones del 38 Congreso y las propuestas que hacíamos a través de nuestra corriente que fueron derrotadas por quedar en minoría.

Pero tenemos una cosa segura, que los que piensen que con el hundimiento del PP que dan las encuestas dándoles ya está todo solucionado, se equivocan de principio a fin, porque el PSOE sique sin levantar cabeza porque las masas quieren un nuevo programa y una nueva dirección.  Como el día sigue a la noche, ese proceso de triunfo que tuvo la derecha del PP,  será sucedido por un fuerte giro a la izquierda en todo el movimiento obrero, porque el margen de salida del capitalismo de la recesión es muy escaso.



Con la subida del PP al poder, tanto el PSOE, como el PCE y también los sindicatos se vas a ver inmersos en debates que se dan en foros permanentes de discusión política y la atmósfera de estancamiento dentro y fuera de los partidos se verá transformada radicalmente. Entraremos en un periodo de agitación cada vez más convulsivo y miles y miles de trabajadores entrarán a formar parte de nuevo a los partidos y sindicatos, por muy vacíos que se encuentren ahora, porque es una Ley Histórica que ocurre cuando las masas entran en acción de forma ascendente que cuando se recupera la acciones de masas, la clase se expresa mayoritariamente a través de sus organizaciones clásicas de la izquierda.

A través de la experiencia de la participación en las manifestaciones, concentraciones, huelgas y demás acciones de lucha, cada trabajador que participe aprenderá más en la práctica que en los libros, pues las masas siempre se fortalecen en el curso de la acción y en las discusiones de las Asambleas de base, buscando el camino por un mundo mejor.

Nadie dudará que con la composición reaccionaria de los elementos que forman en el PP, sumidos en el desprestigio de los casos Gürtel y sus secuelas del Caso Bárcenas, que es más de la misma trama,  la confrontación con las presiones implacables de las lucha de clases, las masas, en lucha por su propios derechos e intereses, pondrán todos los programas y perspectivas a prueba unos tras otros en el próximo futuro.

La izquierda tendrá entonces como objetivo trabajar a favor de las bases para volver a un gobierno de los trabajadores, pero el PSOE tiene para ello que dar el giro mucho más a la izquierda que en la actualidad, debido a las presiones y al activismo del movimiento obrero, a sus relaciones con los sindicatos y demás partidos que competirán por ese espacio para ver quién domina y encabeza la izquierda, porque IU está subiendo las expectativas y les está segando la hierba debajo de los pies.

Es importante para todo buen socialista el mantener un sentido de la proporción y no dejarnos presionar por el ultra-izquierdismo ni mucho menos por el ala derecha que tiene muchas conexiones con el capitalismo que todo lo quiere comprar y pudrir. Debemos ser intransigentes contra la corrupción, fuera y dentro del Partido y del Sindicato. Aquel que no tenga confianza en que no va a dejarse comprar ni corromper por el capitalismo, ni dentro ni fuera del Partido no será nunca un buen socialista.

 El esfuerzo del trabajo teórico que hemos venido manteniendo en el seno del PSOE, resistiendo las presiones y luchando contra el capitalismo y los que lo defienden, sin sucumbir ni apartarnos un milímetro del programa verdaderamente socialista que necesita la clase trabajadora, ha sido muy difícil, pero debemos de estar orgulloso de haber conservado el legado por el que tantos socialistas han dejado la vida en el empeño de transformar la sociedad y la defensa a ultranza de la clase trabajadora y los pobres.

 Nuestras fuerzas en el presente siguen siendo “cuantitativamente” pequeñas, pero “cualitativamente” mantenemos la esencia de lo que es un verdadero partido obrero y entendemos la dialéctica de forma que la calidad se transformará en cantidad (el programa), y la cantidad (las masas), se transformarán en calidad masiva de la lucha contra el capitalismo y sus defensores, mandando a este sistema corrupto, decadente y degenerado sistema capitalista al basurero de la historia, donde tiene merecido permanecer para siempre, junto con los modelos anteriores, como el esclavismo y el feudalismo al que muchos de sus dirigentes nos quieren conducir. Bajo el capitalismo no hay salida para la humanidad. Sabemos que otro mundo es posible, si, pero luchando unidos y mejor organizados, con firmeza y honradez, por el verdadero programa socialista.

¡¡ORGANIZATE Y LUCHA POR EL GENUINO SOCIALISMO¡¡

¡¡ABAJO EL GOBIERNO REACCIONARIO DEL PP¡¡

¡¡ELECCIONES ANTICIPADAS YA¡¡

 ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.

IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A

 Is.psoe.malaga@terra.es