Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario ARA, 28 de julio de 2012
Este artículo analiza los orígenes del déficit público del Estado español (tanto central como autonómico) que no se debe primordialmente al aumento del gasto público sino a la reducción de impuestos que tuvo lugar en tiempos de bonanza, durante la burbuja inmobiliaria, y que creó un déficit estructural que apareció en toda su intensidad cuando la burbuja inmobiliaria explotó. Los recortes de gasto público del gobierno Zapatero y ahora del gobierno Rajoy están dificultando enormemente la recuperación económica y la reducción del déficit.
Una de las características que España comparte con los otros países intervenidos en la Eurozona (Grecia, Portugal e Irlanda) es la pobreza de su Estado. Los ingresos al Estado son de los más bajos de la UE-15, el grupo de países de la UE más próximos a España por su nivel de riqueza. Cuando la crisis empezó, representaban sólo el 34% del PIB (en Grecia el 37%, en Irlanda el 34% y en Portugal el 39%. Como comparación, en Suecia representan el 54%). Esta pobreza se basa (como también les ocurre a los otros países intervenidos) en la escasa capacidad recaudatoria del Estado, que se explica, en parte, por la gran regresividad de su política fiscal. Las rentas del capital, por ejemplo, reciben un tratamiento muy distinto a las rentas del trabajo. A las primeras se las trata mucho más favorablemente que a las segundas. Esto implica que las personas que derivan la mayoría de sus rentas de la posesión de capital pagan muchos menos impuestos que los que derivan tales rentas del mundo del trabajo, y que representan la gran mayoría de la ciudadanía. Ni que decir tiene que hay argumentos (algunos válidos) para explicar tal diferencia, pero toda la evidencia muestra que en España tal diferencial es excesivo, y ello como resultado de que los poseedores de capital tienen mucha más influencia sobre las instituciones políticas que los que derivan sus rentas del trabajo. Ejemplos de ello hay múltiples. Veamos.
En los años de bonanza económica, creada principalmente mediante la burbuja inmobiliaria, el Estado español (que incluye el Estado central y las CCAA) redujo los impuestos significativamente, sobre todo de las rentas del capital y de las rentas superiores. Este descenso creó un déficit estructural que pasó desapercibido porque los ingresos al Estado subieron espectacularmente, resultado del elevado crecimiento económico y crecimiento de empleo.
Ahora bien, cuando la burbuja inmobiliaria explotó (resultado de que la banca europea, principalmente la alemana y la francesa – que había alimentado la burbuja inmobiliaria española- dejó de prestar a la banca española, porque aquella, la banca europea, estaba contaminada con productos tóxicos procedentes de la banca norteamericana) apareció con toda su crudeza tal déficit estructural del Estado, causado por aquellas reducciones de impuestos (según el Fondo Monetario Internacional la mitad del déficit estructural se debía a la rebaja de impuestos).
Pero, cuando el déficit apareció, en lugar de anular las rebajas fiscales para recuperar los fondos del Estado, éste (tanto central como autonómico) recortó el gasto público, incluyendo el gasto público social, asumiendo que el crecimiento del déficit del Estado se debía al excesivo tamaño de tal gasto público, atribuyéndole, además, ser una de las causas de la crisis. Tal argumento fue promovido extensamente a pesar de que la evidencia existente claramente lo cuestiona. En realidad, el Estado español, cuando se inició la crisis, estaba en superávit, y la deuda pública era de las más bajas de la Eurozona. El crecimiento tan acentuado del déficit no se debió a que se disparara el gasto público, sino a la bajada de impuestos que había creado el déficit estructural, incrementada esta bajada por la enorme disminución de la actividad económica y del empleo, puesto que, al depender de una manera tan acentuada los ingresos al Estado de las rentas del trabajo, el elevadísimo desempleo -que el estallido de la burbuja produjo- se tradujo en una gran disminución de los ingresos al Estado.
Ignorando estos hechos, la respuesta a la crisis fue recortar el gasto público, sin tocar las causas estructurales del déficit. Ejemplos de ello hay a miles. Se congelaron las pensiones, intentando ahorrar 1.200 millones de euros, recorte que hubiera sido innecesario si se hubiera mantenido el impuesto de patrimonio (2.100 millones de euros) o se hubiera anulado la rebaja del impuesto de sucesiones (2.552 millones) o se hubiera revertido el descenso de impuestos a las personas que ingresan más de 120.000 euros al año (2.500 millones).
Tras sus últimas propuestas, Rajoy intenta recortar todavía más, centrándose en los servicios públicos, incluyendo servicios i transferencias del Estado del Bienestar, 13.764 millones de euros en la reducción de los seguros de desempleo para, teóricamente, estimular a los parados a encontrar trabajo y 3.024 millones en los servicios de dependencia. Como ingresos al Estado propone recoger 22.104 millones en tres años (2.300 en el primer año, 10.134 en el segundo y 9.670 en el tercero) mediante el crecimiento del IVA. Pero como bien señala el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda español, GESTHA, (cuyas estimaciones hasta ahora han sido las más creíbles), la recaudación será mucho menor. De cada 100 euros gastados, el Estado recoge 9,7 euros (frente al promedio de la UE-15, de 12,3). Esto quiere decir que España pierde 17.000 millones de euros al año por el fraude del IVA. Hubiera sido, por lo tanto, más efectivo corregir este déficit en lugar de aumentar el IVA, que afectará sobre todo a la demanda de las clases populares. Las consecuencias de estas políticas regresivas serán aumentar todavía más las desigualdades en España, uno de los países más desiguales de la Unión Europea.
Las libertades no se conceden, se conquistan, y para que no se pierdan, se lucha todos los días.
martes, 31 de julio de 2012
sábado, 28 de julio de 2012
A PABLO IGLESIAS, "EL ABUELO".
9 DE DICIEMBRE DE 2009
BREVE CRONOLOGIA
En este mes de diciembre, en concreto un día 9 como hoy, se cumple el aniversario de la muerte de PABLO IGLESIAS POSSE, que murió en 1925. Como uno de los máximos líderes del movimiento obrero español, fue el cofundador del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879 y de la Unión General de Trabajadores (UGT) en 1888.
De ascendencia humilde, nació en el 18 de octubre de 1850 en El Ferrol (La Coruña). Paulino, como le llamaban familiarmente, asiste a la escuela desde los seis hasta los nueve años, momento en el que muere su padre, un peón municipal, y se traslada a vivir a Madrid en compañía de su madre y su hermano menor. Los tres hicieron el viaje a pie, tirando de un pequeño carromato en el que llevan los pocos enseres que poseían. En la capital, la madre tiene que pedir limosna e ingresa a los dos hijos en el Hospicio de San Fernando. Allí, el joven Iglesias acaba los estudios primarios y elige el curso de tipógrafo como oficio a aprender.
Con las propinas que recoge como repartidor comienza su afición por la lectura y el teatro. Cuando tiene doce años huye del hospicio para trabajar y ayudar a su madre. Ejerce su oficio en diferentes imprentas, mejorando poco a poco su salario.
En una de las ocasiones, le echaron por sumarse a una huelga y de nuevo sufre el paro, la miseria y la desgracia: su hermano muere de tuberculosis. Asiste a clases nocturnas y aprende francés, que le sirve para leer las obras de algunos clásicos de la ciencia política y más adelante, para realizar algunas traducciones de los socialistas franceses y entenderse en los congresos internacionales en los que participa.
Al amparo de las libertades que otorga la Constitución de 1869, la sección española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) organiza una serie de conferencias en Madrid y a ellas asiste Iglesias y, en 1870, solicita su ingreso en la sección de tipógrafos. Poco tiempo después resultó elegido miembro del Consejo Federal de Madrid. La aparición de "La Solidaridad", periódico de la Internacional, le proporciona una ocasión para iniciar una intensa labor periodística que solo acabará al final de su vida.
Tras la ruptura de los anarquistas con Marx, Iglesias solicita su ingreso en 1873 en la Asociación del Arte de Imprimir y al año siguiente fue elegido su presidente. Desde esta nueva plataforma preparará durante varios años de labor clandestina la creación del segundo partido obrero de los que se constituirían en el mundo. El 22 de mayo de 1879, en un banquete de fraternidad internacional celebrado clandestinamente en Madrid, veinticinco personas (con Iglesias al frente) fundan el Partido Socialista Obrero Español.
En repetidas ocasiones irá a la cárcel por su cada vez mayor activismo político. La primera por una huelga en 1882 y la última, cuando tiene sesenta años. En todas las ocasiones rechaza las peticiones de indulto. También será víctima de la represión particular de los patrones que le niegan el trabajo. Gracias al periódico "El Socialista", que había fundado el 12 de marzo de 1886, y al salario que recibe como impresor, redactor y director del mismo, eludirá el hambre en más de una ocasión.
El 12 de agosto de 1888 se acuerda en Barcelona la creación de la Unión General de Trabajadores, nombre propuesto por Iglesias. Y en el Congreso de 1889 es nombrado presidente de su comité nacional, cargo en el que continuará hasta su muerte.
En 1890, cuando se celebra en Madrid por primera vez la jornada de lucha del Primero de Mayo, encabeza una impresionante manifestación y es el encargado de entregar al Gobierno las reclamaciones de las reformas legislativas, entre ellas la reforma de la jornada laboral a ocho horas.
En 1905 fue elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento de Madrid y en las elecciones de junio de 1910, gracias a la alianza republicano-socialista a la que se había opuesto Iglesias, fue elegido (con el respaldo de 40.899 votos) primer diputado socialista que entra en el Parlamento español.
Su intensa actividad parlamentaria se va a limitar a los cuatro primeros años, ya que en 1914 el empeoramiento de su salud le impedirá asistir a la mayoría de las sesiones.
La escisión del partido en 1921 (cuando el PSOE, con el apoyo de Iglesias, adopta la línea socialdemócrata en contra de la III Internacional) y la constitución del Partido Comunista Obrero Español será mortal para la salud del viejo dirigente. En 1923 fue elegido diputado por última vez.
Aunque el fundador del socialismo español tenía una escasa formación teórica, su producción intelectual es cuantiosa y relevante. Desde su primer artículo, "La Guerra", firmado el 5 de diciembre de 1870 en "La Solidaridad" hasta el último, "El Proletariado vencerá", aparecido en "La Libertad" el 5 de diciembre de 1925, se pueden cuantificar unas dos mil colaboraciones en numerosos periódicos y revistas de España y del extranjero. Entre otros, escribió "El programa de nuestro partido", "Discurso", "Las organizaciones de resistencia", "El programa socialista", "Comentarios" y "Propaganda socialista". Tras su muerte fueron editados también muchos de sus escritos, como "Exhortaciones a los trabajadores", "Páginas escogidas", "Reformismo social y lucha de clases", "El Partido Socialista" y las reformas sociales" y "Antología crítica". Este conjunto convierte a Iglesias en uno de los mejores propagandistas, con la palabra y la pluma, del ideario socialista.
A su vez, pocos líderes obreros merecieron tanta atención y generaron tanta bibliografía como él. Fue objeto de vehemente defensa y furibundo ataque. De cualquier forma, su coherencia ética, su llamada a la regeneración y a la esperanza constituyen los rasgos fundamentales de su trayectoria vital.
El 9 de diciembre de 1925 falleció en Madrid. En un cajón de su humilde despacho dejó un sobre con 1.000 pesetas para "El Socialista", al que había estado vinculado desde su nacimiento.
El homenaje póstumo que se le tributó fue impresionante. Con la autorización del Gobierno, más de 150.000 ciudadanos acompañaron el féretro al cementerio civil de Madrid y desde todas las tribunas se le rindió un unánime y cálido recuerdo.
AREA DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
BREVE CRONOLOGIA
En este mes de diciembre, en concreto un día 9 como hoy, se cumple el aniversario de la muerte de PABLO IGLESIAS POSSE, que murió en 1925. Como uno de los máximos líderes del movimiento obrero español, fue el cofundador del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879 y de la Unión General de Trabajadores (UGT) en 1888.
De ascendencia humilde, nació en el 18 de octubre de 1850 en El Ferrol (La Coruña). Paulino, como le llamaban familiarmente, asiste a la escuela desde los seis hasta los nueve años, momento en el que muere su padre, un peón municipal, y se traslada a vivir a Madrid en compañía de su madre y su hermano menor. Los tres hicieron el viaje a pie, tirando de un pequeño carromato en el que llevan los pocos enseres que poseían. En la capital, la madre tiene que pedir limosna e ingresa a los dos hijos en el Hospicio de San Fernando. Allí, el joven Iglesias acaba los estudios primarios y elige el curso de tipógrafo como oficio a aprender.
Con las propinas que recoge como repartidor comienza su afición por la lectura y el teatro. Cuando tiene doce años huye del hospicio para trabajar y ayudar a su madre. Ejerce su oficio en diferentes imprentas, mejorando poco a poco su salario.
En una de las ocasiones, le echaron por sumarse a una huelga y de nuevo sufre el paro, la miseria y la desgracia: su hermano muere de tuberculosis. Asiste a clases nocturnas y aprende francés, que le sirve para leer las obras de algunos clásicos de la ciencia política y más adelante, para realizar algunas traducciones de los socialistas franceses y entenderse en los congresos internacionales en los que participa.
Al amparo de las libertades que otorga la Constitución de 1869, la sección española de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) organiza una serie de conferencias en Madrid y a ellas asiste Iglesias y, en 1870, solicita su ingreso en la sección de tipógrafos. Poco tiempo después resultó elegido miembro del Consejo Federal de Madrid. La aparición de "La Solidaridad", periódico de la Internacional, le proporciona una ocasión para iniciar una intensa labor periodística que solo acabará al final de su vida.
Tras la ruptura de los anarquistas con Marx, Iglesias solicita su ingreso en 1873 en la Asociación del Arte de Imprimir y al año siguiente fue elegido su presidente. Desde esta nueva plataforma preparará durante varios años de labor clandestina la creación del segundo partido obrero de los que se constituirían en el mundo. El 22 de mayo de 1879, en un banquete de fraternidad internacional celebrado clandestinamente en Madrid, veinticinco personas (con Iglesias al frente) fundan el Partido Socialista Obrero Español.
En repetidas ocasiones irá a la cárcel por su cada vez mayor activismo político. La primera por una huelga en 1882 y la última, cuando tiene sesenta años. En todas las ocasiones rechaza las peticiones de indulto. También será víctima de la represión particular de los patrones que le niegan el trabajo. Gracias al periódico "El Socialista", que había fundado el 12 de marzo de 1886, y al salario que recibe como impresor, redactor y director del mismo, eludirá el hambre en más de una ocasión.
El 12 de agosto de 1888 se acuerda en Barcelona la creación de la Unión General de Trabajadores, nombre propuesto por Iglesias. Y en el Congreso de 1889 es nombrado presidente de su comité nacional, cargo en el que continuará hasta su muerte.
En 1890, cuando se celebra en Madrid por primera vez la jornada de lucha del Primero de Mayo, encabeza una impresionante manifestación y es el encargado de entregar al Gobierno las reclamaciones de las reformas legislativas, entre ellas la reforma de la jornada laboral a ocho horas.
En 1905 fue elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento de Madrid y en las elecciones de junio de 1910, gracias a la alianza republicano-socialista a la que se había opuesto Iglesias, fue elegido (con el respaldo de 40.899 votos) primer diputado socialista que entra en el Parlamento español.
Su intensa actividad parlamentaria se va a limitar a los cuatro primeros años, ya que en 1914 el empeoramiento de su salud le impedirá asistir a la mayoría de las sesiones.
La escisión del partido en 1921 (cuando el PSOE, con el apoyo de Iglesias, adopta la línea socialdemócrata en contra de la III Internacional) y la constitución del Partido Comunista Obrero Español será mortal para la salud del viejo dirigente. En 1923 fue elegido diputado por última vez.
Aunque el fundador del socialismo español tenía una escasa formación teórica, su producción intelectual es cuantiosa y relevante. Desde su primer artículo, "La Guerra", firmado el 5 de diciembre de 1870 en "La Solidaridad" hasta el último, "El Proletariado vencerá", aparecido en "La Libertad" el 5 de diciembre de 1925, se pueden cuantificar unas dos mil colaboraciones en numerosos periódicos y revistas de España y del extranjero. Entre otros, escribió "El programa de nuestro partido", "Discurso", "Las organizaciones de resistencia", "El programa socialista", "Comentarios" y "Propaganda socialista". Tras su muerte fueron editados también muchos de sus escritos, como "Exhortaciones a los trabajadores", "Páginas escogidas", "Reformismo social y lucha de clases", "El Partido Socialista" y las reformas sociales" y "Antología crítica". Este conjunto convierte a Iglesias en uno de los mejores propagandistas, con la palabra y la pluma, del ideario socialista.
A su vez, pocos líderes obreros merecieron tanta atención y generaron tanta bibliografía como él. Fue objeto de vehemente defensa y furibundo ataque. De cualquier forma, su coherencia ética, su llamada a la regeneración y a la esperanza constituyen los rasgos fundamentales de su trayectoria vital.
El 9 de diciembre de 1925 falleció en Madrid. En un cajón de su humilde despacho dejó un sobre con 1.000 pesetas para "El Socialista", al que había estado vinculado desde su nacimiento.
El homenaje póstumo que se le tributó fue impresionante. Con la autorización del Gobierno, más de 150.000 ciudadanos acompañaron el féretro al cementerio civil de Madrid y desde todas las tribunas se le rindió un unánime y cálido recuerdo.
AREA DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
miércoles, 25 de julio de 2012
LOS HECHOS DE RAJOY EN 6 MESES DE (DES)GOBIERNO:
Mentir
Engañar
Recortar (él lo
llama “ajustar”)
Hacer lo que hay
que hacer como Dios manda
LOS HECHOS DE
HOLLANDE EN 56 DÍAS DE GOBIERNO:
Ha suprimido 100%
de los coches oficiales y los ha subastado; y lo recaudado se destina al Fondo
de Bienestar para ser distribuido a las regiones con el mayor número de centros
urbanos con los suburbios ruinosos.
Ha enviado un
documento (doce líneas) a todos los organismos estatales dependientes de la
administración central en el cual les comunicaba la abolición de los
"vehículos de empresa", desafiando de manera provocativa a los altos
funcionarios con frases como "si un ejecutivo que gana 650.000 euros al
año no puede permitirse el lujo de comprar un buen coche con sus ingresos del
trabajo, quiere decir que es demasiado ambicioso, que es estúpido, o que es
deshonesto. La nación no necesita ninguna de estas tres figuras". Touchè.
Fuera los Peugeot y los Citroen. 345 millones de euros salvados de inmediato, y
trasladados a crear (apertura 15 de agosto 2012) 175 institutos de
investigación científica avanzada de alta tecnología, asumiendo la contratación
de 2560 jóvenes científicos desempleados "para aumentar la competitividad
y la productividad de la nación".
Ha abolido el
concepto de paraíso fiscal (definido "socialmente inmoral") y
promulgado un decreto presidencial de urgencia estableciendo un porcentaje del
75% de aumento en la tributación para todas las familias que ganan más de 5
millones de euros netos al año. Con ese dinero, manteniendo así el pacto fiscal
sin afectar en un solo euro al presupuesto, ha contratado 59870 licenciados
desempleados, de los cuales 6900 desde el 1 de julio de 2012 y 12500 desde el 1
de septiembre como profesores en la educación pública.
Ha privado a la
Iglesia de subsidios estatales por valor de 2,3 millones de euros que
financiaban exclusivos colegios privados, y ha puesto en marcha (con ese
dinero) un plan para la construcción de 4.500 jardines de infancia y 3.700
escuelas primarias, iniciando un plan de recuperación la inversión en la
infraestructura nacional.
Ha establecido el
"bono-cultura" presidencial, un mecanismo que permite a cualquiera
pagar cero impuestos si se constituye como cooperativa y abre una librería
independiente contratando al menos dos licenciados desempleados de la lista de
desempleados, con el fin de ahorrar dinero del gasto público y realizar una
contribución mínima al empleo y al relanzamiento de nuevas posiciones sociales.
Ha abolido todos
los subsidios gubernamentales a las revistas, fundaciones y editoriales,
sustituyéndolos por comités de "emprendedores estatales" que
financian acciones culturales sobre la base de la presentación de planes de
negocio relacionados con estrategias de mercado avanzadas.
Ha puesto en
marcha un procedimiento muy complejo en que se ofrece a los bancos una elección
(sin impuestos): Quien proporcione préstamos blandos a empresas francesas que
produzcan bienes recibe beneficios fiscales, quien ofrece instrumentos
financieros paga una tarifa adicional. Lo tomas o lo dejas.
Ha reducido un
32% el sueldo de los diputados y el 40% de los funcionarios estatales de alto
nivel que ganan más de 800000 € al año. Con esa cantidad ha establecido un
fondo para las "madres solteras" en condiciones financieras
difíciles, garantizándoles un salario mensual por un período de cinco años
hasta que el niño vaya a la escuela primaria, y tres años si el niño es mayor.
Todo ello sin modificar el equilibrio presupuestario.
Resultado: El diferencial con
los bonos alemanes cayó como por arte de magia. Ha llegado a 101 (el nuestro
viajando por 630 ). La inflación no ha aumentado. La competitividad de la
productividad nacional se ha incrementado en el mes de junio por primera vez en
tres años. ¿Es Hollande un genio de la economía?
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