LUNES, 4 DE NOVIEMBRE
DE 2013
PABLO IGLESIAS
La solución a la cruel, angustiosísima y desesperada
situación de los parias del régimen capitalista no está en un pedazo de pan con
que aplacar el hambre, tampoco en solicitar misericordia y amparo a los que les
han despojado del fruto de su trabajo y comercian con su dolor y miseria…
El remedio del grave
padecimiento que sufren los trabajadores y si no el remedio, el camino por
donde puede llegarse a él, no está en echar mano de semejantes procedimientos
y cometer la insensatez de querer
recabar por medio de súplicas una mezquina parte de lo que se les ha
arrebatado, sino en que todos los desposeídos, todos los que padecen hambre y
miseria por culpa del medio social presente (porque la clase social dominante,
apropiándose del producto de sus esfuerzos , los ha reducido a condición más
miserable que la que gozan las bestias) se unan, formen nutridos batallones y,
moviéndose todos a la vez, adopten una actitud enérgica antes sus tiranos y
verdugos…
Cuando se trata de
obtener de un adversario alguna concesión, algún beneficio, no es el ruego, no
es la petición formulada con tímido acento lo que logra alcanzarle; es la
amenaza, el temor que se infunde en él el que se los arranca…
En fin, que la clase
asalariada sepa infundir miedo por su unidad de acción en los parásitos del
trabajo, y éstos, al revés de lo que hoy sucede se apresurarán a atender sus
demandas y reclamaciones.
(Extractado de El Socialista, número 74,
5-VIII-1887, p.1)
DIARIO PROGRESISTA