14 de noviembre de 2013
El aparato de propaganda de la burguesía a las órdenes del
Gobierno PP lleva semanas insistiendo en que estamos ya a la salida del túnel
negro de la recesión y empezamos a salir de la crisis que se ve atenuada por
algunos datos macroeconómicos. No
podemos negar que existe un leve alza en la tasa de crecimiento del PIB, si lo
comparamos con las catastróficas cifras de 2012, pero esos datos no es para
tirar cohetes ni para tanto bombo y platillo.
El Fondo Monetario Internacional “cree que España crecerá un
0,2 % en 2014, frente al 0,7 del gobierno.
La tasa de paro será del 26,7 en 2014, peor que el 26,5 % previsto en
abril” (…)(RTVE.ES 8-10-13). “Bruselas
rebaja al 0,5 % la previsión de crecimiento para España en 2014”. (…) “y lo más
importante: la tasa de paro no bajará del 25 % al menos hasta 2016”(…) (El
País.com 5-11-13)
Algunos economistas advierten que la inflexión de la curva
del paro no se producirá realmente hasta que no se crezca por encima del 1,5 %
del PIB. (Antes decían que del 2,5 % pero han corregido esa perspectiva sin
demostración práctica todavía). Pero la
conclusión terrible es que están mayoritariamente de acuerdo en que, la inmensa mayoría de los empleos que se
pudiesen crear, serían en precario. De
esa forma, los signos positivos que el Ministro “Montrolo” nos anuncia no
sirven en realidad más que para embellecer la catastrófica realidad a la que
nos ha llevado la política de “austericidio” que viene aplicando Rajoy y su
pandilla de ineptos.
Con un crecimiento en torno al 1 ó 1,5 % del PIB en los
próximos años, significa que nos estancamos en el paro y crecerá la miseria,
porque seguirán aumentando los cierres de empresas, sobre todo, la pequeña y
mediana, que no podrá resistir más la competencia de los grandes monopolios y
multinacionales, creciendo el paro y las dificultades materiales en la que vive
la clase trabajadora, por lo que las afirmaciones de que salimos ya de la
crisis es pura propaganda burguesa. Esta
situación podría desatar grandes y virulentas convulsiones sociales porque las
condiciones pésimas para ello seguirán aumentando.
Los dirigentes reformistas socialdemócratas, de organizaciones sindicales y políticas,
exigen al Gobierno de Rajoy que cambie de política, pero no lo hará. No lo
puede hacer porque está a las órdenes de la Troika, que representa los
intereses del gran capital financiero y esas mafias financieras siguen amasando
fortunas a costa de la miseria de la mayoría.
Como ejemplo vemos el gobierno de Hollande en Francia, que al aceptar la
lógica del capitalismo se ve forzado a plegarse a los planes que trazan desde
la Troika, impidiendo el cumplimiento del programa prometido, si no rompe esa
dinámica “antidemocrática” impuesta por las fuerzas imperialistas, lo que
indica que el verdadero socialismo no cabe dentro del estrecho margen que
ofrece un capitalismo en dificultades.
Es preciso reconocer que si dentro de un par de años, o
antes, si se anticipan las elecciones generales, una coalición de izquierdas,
encabezada por PSOE e Izquierda Unida, con el concurso de los sindicatos de
clase, tiene la oportunidad de ganar y formar gobierno, si adoptan en plan
reformista una política de izquierdas,(reformismo SIN
reformas=Contra-Reforma) sin controlar
las finanzas mediante una potente Banca Pública, verían desatarse contra un
gobierno de los trabajadores toda la furia del capital privado de los banqueros
y especuladores y más tarde perderemos de nuevo la confianza de los
trabajadores. Por lo tanto, si no nos
anticipamos antes y plasmamos en el programa de izquierdas la necesidad de
nacionalizar y planificar la economía de forma democrática y al servicio de los
trabajadores, controlando las grandes palancas de la producción, cualquier
programa de reformas será imposible de llevarlo a cabo. Como decía Pablo
Iglesias, “o con los unos o con los otros”, o con los trabajadores o
sucumbiremos ante las presiones de la burguesía. No hay Terceras Vías porque
todas han fracasado. A los trabajadores
tenemos que decirles la verdad, aunque nos duela.
Si los compañeros reformistas, con buena voluntad y utopía,
quieren ignorar la realidad y no admiten que es preciso tener perspectivas
claras y contar con el movimiento masivo de la
clase trabajadora para luchar por el socialismo, estarán cometiendo los
mismos errores históricos que llevaron a la clase trabajadora a la
derrota. Las mejoras de las condiciones
de vida de la clase trabajadora no podrán
realizarse más que poniendo bajo control democrático de los
trabajadores, que somos la inmensa mayoría de la sociedad, la economía
planificada y autogestionada bajo control obrero, para que las plusvalías reviertan en
beneficio de la sociedad, luchando para
acabar con el paro y la miseria.
Tenemos que explicar y reafirmar que la lógica del
capitalismo es el lucro privado y la lógica del socialismo es el bienestar de
la clase trabajadora, que como se comprende, son propuestas antagónicas e
irreconciliables. En esa lógica infernal
del lucro privado del sector financiero, incluso el sector industrial, comercial,
agropecuario y de servicios, las pequeñas unidades de producción se encuentran
arrodilladas y al servicio de los intereses de ese 5 % de mega-ricos que
implantan su ley por la fuerza de sus intereses. Se arrogan el poder de
decidir, para construir o destruir, según sus intereses de cada momento. Tienen
el poder de dominar a cualquier gobierno, de cogerlo por el cuello y
estrangularlo, como vienen haciendo con Grecia, Portugal, Chipre, Estado
español y demás economías más débiles, sangrando a sus pueblos vía impuestos,
sacrificando la producción con cada vez más paro, porque la “mano invisible de Adam Smith, que
lo iba a regular todo” está muerta y enterrada.
Tenemos que denunciar y rechazar la lógica del capitalismo,
luchando por arrebatarles el poder económico para ponerlo al servicio
democrático del pueblo trabajador, pero eso es imposible llevarlo a cabo con
pequeñas reformas como algunos compañeros plantean, sino que tiene que ser con un programa claro que
contemple la nacionalización de la banca, los latifundios y los monopolios,
conquistado en una lucha masiva y unitaria,
porque no se puede planificar lo que no se controla y no se puede
controlar la economía si no la posee el Estado, para gestionarla democráticamente
bajo control social.
Una lucha firme por la creación de puestos de trabajo, por
recuperar la producción, por defender los intereses de los trabajadores, la
sanidad, la educación, los servicios sociales y acometer una lucha firme contra
la corrupción, la especulación y la miseria creciente, no puede dar resultados
positivos si no va unida a un programa auténticamente socialista que sea
asumido en la conciencia de la clase trabajadora, cuyo objetivo debe ser la
expropiación del capital privado y los sectores claves de la economía para
socializarlos y democratizarlos.
No podemos esperar ninguna solución de un gobierno burgués como el del PP ni de expertos en
economía que defiendan el modelo capitalista.
Esa burocracia capitalista de la que
forma parte del aparato del Estado no puede ofrecernos ninguna solución
porque en realidad ellos forman parte del problema que es responsabilidad de
las contradicciones del propio sistema capitalista. La solución tenemos que
buscarla desde abajo, de la profundización y democratización de las
organizaciones de los trabajadores. En
el potencial de lucha que desarrollan las masas podemos encontrar soluciones,
contando con la unidad de los sectores como la educación, con padres,
profesores y estudiantes; con la
sanidad, contando con los médicos, enfermeras, pacientes y demás
trabajadores; contando con los
pensionistas y las familias, con las cooperativas, los autónomos, los pequeños
empresarios, los profesionales y con los millones de parados que tienen que
comprometerse en las luchas por un mundo mejor, para que el Estado les
garantice un puesto de trabajo, porque
bajo el capitalismo estamos al borde de la esclavitud.
Movilizándonos masiva y unitariamente, podemos fortalecernos
como un Frente de Izquierdas, como una verdadera fuerza de choque del
movimiento obrero, con los batallones pesados al frente, minería, transporte,
construcción, sanidad, educación, jornaleros, jóvenes… porque todos unidos
luchando masivamente seremos capaces de cambiar la sociedad, ya que la
burguesía nos verá como un enorme peligro para sus intereses y comprenderá que
“Juntos Podemos” establecer un nuevo modelo de economía, socialista,
democrático, participativo, en un Estado Federal y cooperativo de todos los
pueblos y nacionalidades, en un plano de igualdad, colaboración y apoyo mutuo,
luchando por la Federación Socialista Europea, que forme parte de la futura
Confederación Socialista Mundial, donde podremos poner fin a todos los males
que padecen los pobres y la clase obrera, porque nuestra clase es verdaderamente
potente. Sin los trabajadores, el modelo capitalista no puede funcionar y
tomando en nuestras manos un nuevo programa genuinamente socialista, podremos
superar el modelo capitalista que está condenando a la humanidad a la
esclavitud.
“Otro mundo es posible, pero con el socialismo solidario y
participativo”
¡¡Organízate y lucha por un mundo mejor para toda la
humanidad¡¡
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
ispsoeandalucia.malaga@gmail.com