2 de octubre de 2013
El Gobierno del PP insiste en el brutal ataque a los enfermos crónicos,
graves o leves, padezcan un resfriado o una hepatitis, artritis reumatoide, degeneración muscular, o
incluso cáncer, entre otras muchas enfermedades. La burguesía no tiene
compasión al exigir el “repago” de los fármacos empezando con un 10 %. El PP está aplicando una política de terror a
los enfermos, cuyo objetivo es que se vayan a la privada los que tengan
recursos o se mueran en la calle, como ocurre por ejemplo en EEUU, si eres pobre;
es decir, quieren arrasar lo público para potenciar lo privado.
En sus ansias recaudatorias para beneficiar a los ricos el PP no
respeta ni a los enfermos terminales, por lo que es menester preguntarse cómo
se llama dejar morir a alguien premeditadamente por falta de recursos para
beneficiar a banqueros y capitalistas corruptos.
El fin de una política honesta debiera consistir en defender el bien
común potenciando lo público, a la
ciudadanía en su inmensa mayoría y no en dedicarse a beneficiar a la empresa
privada a costa de la salud y la vida de los económicamente menos
favorecidos. Los trabajadores sabemos
que en esta y en otras muchas medidas que toma el gobierno, no lleva la razón,
pero en política no basta con llevar razón o no, sino en llevar una lucha
unitaria, consecuente y firme para que nos la den porque los capitalistas nunca
nos han regalado nada a la clase trabajadora.
La lucha por una sanidad, una educación y unos servicios sociales dignos
podría convertirse en la tumba del PP, si las direcciones de la izquierda se
unieran para cambiar las cosas.
Pero por desgracia, bajo esta democracia burguesa que retrocede hacia
posiciones del pasado, el profesional de la política, que se agarra al sillón,
votando en contra de la razón humana e incluso a veces de sus propias
convicciones religiosas o políticas, no puede ser honrado, si además de tomar
medidas que perjudican a los ciudadanos más pobres, acumulan recursos
dinerarios bastantes más abultados de cuando se entró en el cargo, sea con
sobres, comisiones o pagas astronómicas que salen de la sangre y el sudor de
las plusvalías que produce el asalariado y que son saqueadas de nuestros
bolsillos vía impuestos intolerables.
La clase trabajadora está más que “indignada”, está harta de gandules,
de profesionales de la política que se agarran al puesto y no quieren dimitir
aunque el pueblo lo pida en inmensas manifestaciones. Si nada más que un 10 %
de toda la gente que se ha movilizado por cualquier causa en el último año,
decidiera entrar en las organizaciones políticas y sindicales, defendiendo lo
mismo que se defiende en las calles y plazas, el giro brusco que tomaría la
situación sería increíble. Nuestra corriente viene luchando por una
profundización democrática en toda la sociedad, incluido nuestro partido y
alentamos a los trabajadores a organizarse mejor allá donde lo consideren
oportuno según su ideología.
Porque es posible avanzar en una lucha interna, con honradez y firmeza,
como planteaba Pablo Iglesias, para restaurar la democracia interna que
consistiría en potenciar o formar corrientes de opinión potentes en los
partidos y sindicatos, que disputaran la mayoría a aquellos que pensamos que no
lo están haciendo como el pueblo necesita.
La lucha masiva y unitaria de la clase trabajadora en las calles, es
importante, pero también habría que acompañarla con luchas activas en el seno
de las organizaciones, para vigorizarlas, mejorarlas e incluso dar una
alternativa a las corrientes en minorías para que pudiesen transformarse en
mayorías.
Nuestra corriente lleva años intentándolo, pero las dificultades son enormes, dado que
la primera respuesta de un trabajador (que puede ser errónea, pero
comprensible), al comprobar que las direcciones de las organizaciones obreras
en quien se depositó su confianza a través del voto, no resuelven los
problemas, deciden abandonar en vez de luchar desde dentro. Nosotros insistimos
en que la democracia no consiste solo en votar cada 4 años, sino que debe ser
una “democracia participativa” una democracia social, una democracia obrera,
como alternativa a la “democracia burguesa” corrupta y degenerada, por la que
tenemos que seguir luchando.
En el largo debate que hemos mantenido, cara a la Conferencia de
Noviembre, hemos presentado propuestas, tanto en el aspecto organizativo como
programático que seguimos queriendo compartir con todos los trabajadores. En el
aspecto organizativo luchamos entre otras cosas por una defensa clara de la
democracia interna y la libertad de expresión.
Estas son algunas de las propuestas que venimos defendiendo en nuestro
documento alternativo (1) desde la corriente en Málaga a la Conferencia del
PSOE, que sometemos a vuestro criterio, confiando en que cuando un número
importante de trabajadores luchemos por ellas, la situación cambiará:
En dicho documento defendemos
entre otros puntos:
Por la implantación de las primarias a todos los niveles con listas
abiertas. Por el desarrollo completo de la democracia interna y la libertad de
expresión en partidos y sindicatos.
Promover la elección y revocabilidad de cargos desde las Asambleas de
Base de las Agrupaciones a la que pertenezca cada candidato. Las Asambleas
serán soberanas con democracia obrera, proponiendo a los candidatos con plena
libertad. Garantizar la igualdad entre candidatos introduciendo la rotación y
con dos mandatos como máximo.
También planteamos que los representantes elegidos deberán cobrar el
salario medio de un trabajador cualificado, votado en Asamblea desde las
bases. Pedimos medidas contundentes contra la corrupción y
los despilfarros, con tolerancia CERO.
Defendemos unos partidos y sindicatos abiertos donde la libertar de
expresión y la democracia obrera funciones correctamente, sin privilegios ni
cortapisas. Es decir, seguimos luchando
por unos partidos y sindicatos transparentes, donde se facilite permanente
información de los ingresos y gastos de forma periódica, como hacíamos hace
años, al menos cada 3 meses y donde se vote la gestión económica y la política
por separado.
Queremos unas organizaciones de los trabajadores plurales y dinámicas,
donde las ideas y propuestas emanen del debate democrático desde abajo y no de
imposiciones “presidencialistas” sin que hayan sido asumidas y votadas por los
trabajadores de base, es decir, organizaciones que garanticen la representación
de corrientes de opinión en los órganos de representación, sin que sean ninguneadas
ni tratadas de forma desigual en su financiación.
Para llevar a cabo todas estas políticas de cambios internos
necesitamos que se produzca una transición de fase que pasará por una
politización y radicalización a la que estamos llegando a una politización
masiva que tendrá lugar cuando las masas decidan entrar en las organizaciones de izquierdas para
cambiarlas y tomar en sus manos la defensa de un programa genuinamente
socialista que sirva para transformar la sociedad. La clase trabajadora, tiene una urgente
opción, lo mismo antes que ahora, combatir la corrupción, luchar por el
socialismo.
ÁREA DE COMUNICACIÓN Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA DE MÁLAGA-PSOE.A
(1) Si no conoces todavía las
propuestas que planteamos desde nuestra corriente, te la podemos facilitar
gratuitamente mandando un correo a la dirección de abajo, poniendo en asunto
las palabras “Propuestas Alternativas Conferencia”.
Ispsoeandalucia.malaga@gmail.com