jueves, 14 de febrero de 2013

CORRUPPLANDIA: Rajoy se ríe en el festival de corrupción


Jueves, 14 de Febrero de 2013 08:34

PS

 Por muchos aplausos que le dediquen en el grupo parlamentario del Partido Popular, Mariano Rajoy no tiene escapatoria de la sombra de la corrupción nacional y la propia de su partido que le persigue como presidente del PP y del Gobierno de España. No hacía esperar mucho para conocer que a Bárcenas el PP ha estado pagándole un sueldo con seguridad social hasta final de diciembre de 2012. Ayer mismo, Jesús Sepúlveda, cesado de la nómina de la nómina del PP hace solo un par de días, se negaba a declarar ante el juez. A su ex esposa Ana Mato le cayeron en el Congreso una lluvia de peticiones de dimisión que ella rechazó, entre palmas de los suyos. Al propio Rajoy, Rubalcaba le pidió que dimitiera en la sesión de control de la Cámara.

 El vicepresidente de la CEOE y presidente de la CEIM, Arturo Fernández, decía ayer que se toma unos días de reflexión para ver si dimite por el presunto pago de sueldos en dinero negro. Continúan en Barcelona las denuncias sobre los presuntos espionajes del PSC. El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, está a la espera de una decisión de Banco de España sobre la posibilidad de ser inhabilitado para el cargo. Las indagaciones judiciales sobre las andanzas de Iñaki Urdangarin en el Ayuntamiento de Madrid empiezan a alcanzar al ex alcalde y ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. Y todo esto sólo en las últimas horas.

Y Rajoy se ríe y hace gracias sobre sus declaraciones a Hacienda, mientras calla sobre la contabilidad B de su partido, o sobre sus misteriosas subidas de sueldo en el PP justo cuando parecía que se acaban los presuntos sobres de dinero negro en el seno del partido.

Asuntos de los que Rajoy dice que son falsos “menos en algunas cosas”. ¿De qué se ríe Rajoy? Pero ¿no le da vergüenza ver cómo está el PP y como está España? ¿Cómo osa hablar de transparencia quien no comparece ante el Parlamento ni ante los medios de comunicación tal y como debiera y tras haber ocultado importantes informaciones o indultos infames no anunciados en la rueda de prensa del Consejo de Ministros?

Bajo la presidencia de Rajoy, en el PP han pasado muchas cosas, puede que demasiadas y puede que poco o nada limpias en varios casos. Y en la España que Gobierna los ciudadanos, asombrados por el gran espectáculo de la corrupción y asustados por causa de la situación económica y el paro, huyen del PP y de Rajoy a gran velocidad, mientras el presidente del Gobierno se ríe entre palmas de entusiasmo de sus parlamentarios. ¿Pero cuánto tiempo le van a durar a Rajoy esas palmas y esa bobalicona sonrisa?

De momento, está en las manos de Bárcenas, quien lo ha dejado al desnudo y a la intemperie con los documentos publicados por el diario El País, sobre los que no paran de echar, inútilmente desde el PP, toda clase de amenazas y paladas de tierra en pos de embarrar la situación y confundir a la ciudadanía. Pero no lo van a conseguir porque los ciudadanos saben la verdad y presienten que todavía hay muchas cosas más por conocer y por desvelar.

Y siendo grave lo que está pasando en el PP, por causa de Rajoy en razón a su responsabilidad como presidente del partido desde 2004 al día de hoy, peor es el daño que todo esto y el desgobierno de la nación le está causando a España, fuera y dentro del país. Y ¿de todo eso se ríe Rajoy entre palmas de los suyos, los mismos que sacan de paseo a Ana Mato para aplaudir su responsabilidad en los regalos de Gürtel que se desprenden de la investigación policial?

 Pero ¿puede un partido político aplaudir la corrupción de sus presuntos implicados, después de pagar el sueldo a Bárcenas y Sepúlveda hasta hace pocos días? ¿Qué tiene que ver todo esto con la Democracia, la Justicia, la ética y la responsabilidad de la clase política? Y todavía los hay que se sorprenden porque en las encuestas los políticos, encabezados por el propio Rajoy, sufren un enorme nivel de rechazo y eso que no conocen toda la verdad, ni lo que está por salir, ni lo que nunca saldrá.

EXTREMADURA PROGRESISTA