domingo, 10 de febrero de 2013

¿Qué pinta un alcalde, un político, en una mesa de contratación?´


Manuel Villoria

10.02.2013 | 03:05

Este catedrático de Derecho Público y dirigente de esta ONG aboga por despolitizar una Administración con exceso de cargos a dedo y recordó que los casos de corrupción se gestaron hace 10-15 años, en época de bonanza.
francesc arabÍ valencia

 España ocupa el puesto 30 en percepción de corrupción en una clasificación de menos a más.
¿Cómo son los que van detrás?

Son países en los que la corrupción es sistémica, los policías cobran bajo mano... En España no tenemos una administración pública muy corrupta, no hay un problema con los funcionarios. El problema es la corrupción política. No somos Italia o Grecia, pero tenemos un sistema institucional débil de baja calidad democrática. En segundo lugar, la corrupción genera problemas económicos. Hay una correlación clara entre crisis y corrupción. Si en España no hubiera tanta corrupción probablemente estaríamos saliendo de la crisis.
Ha dicho que la financiación de los partidos es el "problema de fondo". La ley cambió en julio de 2007 para que las donaciones ya no fueran anónimas y el resultado es que ahora son en negro.

La solución es la transparencia. Que los partidos hagan públicos sus ingresos por cuotas de afiliados, todos los gastos, subvenciones etc. En eso deberíamos aprender de Estados Unidos, aunque allí lo que es un desastre es que no haya topes en el gasto electoral. Ahora el reto que tenemos es prohibir también que empresas contratistas públicas puedan aportar dinero a las fundaciones de los partidos. Otro problema es el Tribunal de Cuentas. Está muy politizado y se permite la reelección de sus miembros.
¿La democracia ha degenerado en partitocracia?

En la Transición se fomentó un modelo bipartidista que garantizara la gobernabilidad, con partidos fuertes, listas cerradas y bloqueadas. Pero no es lógico que un partido gane las elecciones y pueda nombrar y echar a miles de cargos públicos. Hay demasiados puestos de libre designación y se crea una red clientelar. En Dinamarca, el jefe de gabinete del primer ministro es funcionario. El sistema de casta política se ha colapsado.
¿La regeneración del sistema pasa entonces por qué esa misma casta decida suicidarse?

Ese es el problema, que al final el sistema devora a quien intenta cambios profundos.

Subraya que la mayor parte de los casos de corrupción vienen de hace 10 o 15 años y que "hemos despertado de un sueño falso". ¿En la bonanza la gente no se enteraba o miraba para otro lado?

Eran años en los que parecía todo iba bien y el crecimiento estaba asegurado. Y que todo era lícito. Mire, la moral, la ética y la calidad institucional es la clave para el desarrollo sostenible. Es verdad que se veía la corrupción como una externalidad, como un coste que se tenía que soportar, pero los políticos a veces son los que generan ese infradesarrollo moral. Uno de los peores efectos de la corrupción es que daña el tejido social. La primera percepción es la desconfianza en las instituciones y luego entre los ciudadanos. Se generaliza la idea de que es lícito saltarse las normas.
¿Está seguro de que la corrupción no ha afectado a los jueces?

Tienen la garantía del puesto. Esa protección de su cargo les ayuda a poder permitirse el lujo de ser honestos. No quiere decir que no puedan estar politizados y de hecho si quieren hacer carrera muchas veces no han de meterse en según qué asuntos. Por ejemplo, los presidentes de Tribunales Superiores en algunos casos parecen militantes de partidos. Y qué decir de la politización del Consejo General del Poder Judicial.
¿Y en la empresa privada ¿La ética de los negocios es la cuadratura del círculo?

Hay bastante corrupción en el sector privado y es más difícil de medir. La ética de los negocios tendría más vigencia si pudiéramos conocer, por el Estado, qué empresa contamina o explota a niños en el Tercer Mundo, por ejemplo.
¿Por qué dice que los alcaldes tienen demasiado poder?

Absolutamente. Los alcaldes y los políticos en general no deben meter sus manos en la gestión de las administraciones. Han de tomar las decisiones estratégicas, políticas, pero ¿qué pinta un alcalde, un político, en una mesa de contratación ¿Qué hace un político de gerente de una empresa pública

 Piden una ley que proteja al denunciante de la corrupción. ¿Qué empresario denunciará si sabe que deberá cerrar la empresa?

Una posibilidad interesante es fomentar los pactos de integridad por sectores económicos. Se trataría de que los empresarios y los políticos firmaran un pacto de negativa radical a pagar cualquier tipo de soborno. Sería una cuestión ética y de interés económico. En el caso de que se tuvieran noticias de que alguien rompe el acuerdo, presentar una denuncia conjunta.

LEVANTE-EMV