LUNES, 7 DE OCTUBRE DE 2013
JOSÉ MANUEL ALMEIDA GORDILLO
La situación se hace
insoportable. Tenemos un gobierno de mentirosos compulsivos. Un gobierno
que nos roba la sanidad, la educación, las pensiones… Un gobierno que
desprestigia a la clase política convirtiéndola en un problema para la sociedad
y, por ende, que hace un flaco favor a la democracia.
Hay un daño irreparable que promueve el gobierno del Partido Popular,
al que no prestamos la atención que merece. Está desprestigiando la clase
política y la democracia.
Tenemos un gobierno que llega al poder con un programa electoral que
incumple reiteradamente, y no sólo que incumple, sino que hace todo lo
contrario a lo que prometió. Recordemos las declaraciones repetidas del Sr.
Rajoy donde decía que metería la tijera a todo, menos a pensiones, educación y
sanidad. Las afirmaciones de que subir
el IVA era un recurso de malos gobernantes…
Un gobierno que miente
una y otra vez. Incluso el Sr. Rajoy lo hace en comparecencia
parlamentaria. Un gobierno apoyado en un partido político que destruye pruebas
que le solicita un juez: destrucción de discos duros de ordenadores, agendas de
tesoreros, libros de visitas… y que para más inri, declara a través de la Sr.
Cospedal, que son el partido más transparente y los que más han colaborado con
la justicia en toda la etapa democrática española. Unos ministros que da la
sensación de que se ríen en nuestra propia cara. Hay que tener valor para decir
que no han disminuido las becas, como hace el Sr. Wert, o que no bajan las
pensiones, con el recorte de 33.000 millones de la Sra Bañez. Nos tratan como a
tontos a los que se les engaña con absoluta impunidad.
Un presidente del gobierno que envía mensajes a través del móvil a un
delincuente dándole ánimos, cuando ya sabía que tenía más de cuarenta millones
en Suiza. Mientras, el “tasazo” de Gallardón, nos deja sin acceso a la
justicia.
Un gobierno que sólo
defiende a los poderosos y no a los ciudadanos que les han dado el poder.
Nos roban patrimonio que es público, y por tanto de todos, para dárselo a
empresas privadas. Ahí tenemos los miles de millones que ha regalado a los
bancos. Los hospitales que dona a empresas para que hagan negocio con ellos. El
suelo público que se podrá ceder para que construyan colegios privados, según
recogen las últimas modificaciones de la LOMCE.
Están poniendo en grave
riesgo la democracia. Los ciudadanos no confían en los políticos. Para
el país se han convertido en un problema y es injusto. Quiero recordar a esos
miles de concejales y alcaldes, que no cobran un solo euro de sus
Ayuntamientos, y que, quitando tiempo de sus familias o de su ocio, atienden
desinteresadamente los problemas de sus vecinos. A veces, incluso,
atendiéndolos en su propia casa a cualquier hora. Aunque sean políticos de
“tercera regional” son políticos al fin y al cabo, y defienden los ideales de
su partido. No es justo que estos mentirosos e hipócritas que, presuntamente,
además han utilizado la política para enriquecerse, con sobres en negro,
representen a nadie.
Lo siento, pero ya no
me merece ningún respeto el Sr. Rajoy, ni su gobierno, ni sus palmeros. Es más,
no voy a solicitar, como ciudadano, su dimisión inmediata de forma educada.
Simplemente no la merece. Voy a pedirle con palabras de Fernando Fernán Gómez:
“¡Váyase usted a la mierda, hombre, a la puta mierda!”.
DIARIO PROGRESISTA