Miércoles, 26 de Diciembre de
2012 11:11
Juan Pedro Viñuela Rodríguez
"La ley más importante de todo nuestro
código es la que permite la difusión del conocimiento entre el pueblo. No se
puede idear otro fundamento seguro para conservar la libertad y la felicidad…el
impuesto que se paga para la educación no es más que la milésima parte de lo
que se tendría que pagar a los reyes, a los sacerdotes y a los nobles que
ascenderán al poder si dejamos al pueblo en la ignorancia. "Thomas
Jeferson.
Es indisociable en una sociedad
sana la unión entre el conocimiento, en el sentido de ilustración, la libertad
y la felicidad. Lo que el pueblo quiere es felicidad. Pero hay que tener
cuidado con ella. Se nos vende la felicidad como mera diversión, como una forma
de alienación por parte del poder que sólo tiene como misión el control de la
ciudadanía. Pero la felicidad es más y va unida, indisolublemente, al
conocimiento.
Es el conocimiento el que nos lleva a la
libertad y es esa libertad la que nos proporciona la felicidad. Porque la
felicidad es ser dueño de uno mismo, poder realizar un proyecto de vida
personal y social. La felicidad es lo contrario de la esclavitud. Y me refiero
a esclavitud en el sentido de que uno no sea el dueño de su proyecto de vida
personal y obedezca, sumiso e inconsciente, la voluntad del poder.
Pero lo que le interesa al poder es el control
de los ciudadanos. Es la única manera de preservar el poder. Y la manera más
fácil de controlar al ciudadano es por medio del control de la educación y de
los medios de comunicación de masas. Por eso toda reforma educativa tiene una
intención ideológica y política. Lo que le interesa al poder es crear un tipo
de ciudadanos, que en realidad no lo serán, sino que serán súbditos, que
realicen la función social para la que han sido diseñados.
Y que la realicen conformes e
inconscientes de manera que no puedan ni plantearse que existen otras formas de
existencia. Lo que el poder pretende es que el ciudadano no conozca otras
formas de existencia. De esta manera el ciudadano cree diseñar y ser el
artífice de su propia existencia, cuando en realidad obedece a los designios
marcados por el estado. La educación es el vehículo principal de la libertad,
el conocimiento y la felicidad. La felicidad nos viene dada por lo que nosotros
queremos hacer de nuestra propia vida, no por lo que otros hacen de ella desde
fuera. El conocimiento es el que nos hace libres.
Porque conocer es iluminar la luz
sobre las cadenas que nos mantienen atados y amordazados. Conocer es
desenmascarar al poder. Al poder político, económico y religioso. En realidad
todos se funden en una religión que crea un modo de vida, una creencia, una
forma de estar en mundo que se transforma en hábito y, con ello, en
incuestionable.
Todo nuestro esfuerzo político
tiene que ir dirigido a la liberación de la enseñanza y de los medios de
información del poder. Si educación y medios de información caen en manos del
poder entonces nuestra libertad y nuestra felicidad son secuestrados.
Si no invertimos desde un poder político que
emerja del pueblo en educación, entonces los diversos poderes son y se hacen
los amos del mundo. Eso es lo que hoy en día está ocurriendo. Y desde un engaño
escalofriante y vergonzoso. Se nos habla en las leyes educativas de democracia,
libertad, ciudadanía. Pero todas ellas van dirigidas, sin excepción, a la
domesticación del ciudadano. A convertirlo en instrumento de consumo del propio
sistema. Es decir en un instrumento que es devorado por el sistema. Su vida es
planificada desde antes de terminar sus estudios. Y con la apariencia de que todo
se hace desde la libertad del propio individuo.
Si queremos libertad y conocimiento debemos
controlar los medios de información, de lo contrario serán controlados por las
distintas formas del poder y nos ofrecerán su mundo, como el único mundo
posible, como la única ventana desde la que se puede mirar. Es evidente que,
tanto la educación como los medios de comunicación, no vamos a ser ingenuos ni
nos vamos a engañar, están en manos de las diferentes formas de poder, luego
nuestra existencia está sumida en la ignorancia, la esclavitud y la infelicidad
(o, si quieren, existencia inauténtica) de nosotros y de nuestra voluntad
depende la conquista de la Ilustración el conocimiento, la libertad y la
felicidad.
EXTREMADURA PROGRESISTA