martes, 7 de mayo de 2013

Carta abierta al Consejero de Sanidad de Madrid


LUNES, 6 DE MAYO DE 2013

JOSÉ LUIS PEDREIRA MASSA 

Sr. Lasquetty: He tardado en escribirle, lo siento. Desde hace algo más de medio año la Sanidad madrileña está en una crisis permanente. Me he retrasado esperando que vd. se pusiera al día acerca de la sanidad y su compleja gestión, en el tiempo que se dedica a ello ha demostrado ser escasamente eficaz para solventar los problemas que existían.

Poco eficiente, puesto que la solución que a vd. le han “soplado” y vd. ha asumido, es más cara según todos los estudios nacionales e internacionales y, a todas luces, poco efectivo porque todos los sectores profesionales y ciudadanos se encuentran a disgusto con sus decisiones.

Soy consciente que no le debemos exigir que conozca los métodos que utilizamos en la sanidad para debatir, puesto que los desconoce y no le han puesto al día acerca de ellos. No obstante se lo enunciaré. En lo que conocemos como Medicina Basada en la Evidencia (MBE, cuyas siglas en inglés son EBM), aportamos bibliografía o pruebas científicas y realizamos lecturas críticas sobre el método y las conclusiones. Se le ha solicitado, en varias reuniones, una cita bibliográfica de publicación reconocida que avale los planteamientos que vds. defienden, verá, me refiero a bibliografía seria y con datos, no a los apuntes difusos, confusos, profusos e interesados del Director General de Hospitales ni a pretendidos informes encargados ad hoc y por intereses poco clarificados.

Por el contrario, cada vez que vd. ha salido a la palestra no ha estado muy afortunado, permítame decírselo. En el programa de TeleMadrid el Prof. Lobo le dio un baño, como se dice popularmente, lo hizo de forma serena y sensata, con datos y con consistencia dialéctica. Luego dijo inexactitudes, creo que por deficiente información, sobre los servicios que tienen o dejan de tener algunos hospitales (p.e. la pediatría y el Hospital de La Princesa). Más tarde realizó una intervención intentando politizar todo el conflicto que vd. y solo vd. estaba manteniendo, atacó a los profesionales, descalificó las propuestas que se le hacían, intentó ver fantasmas de alianzas políticas extrañas,… Decididamente, se quedaba en la superficie y no quería entrar en los contenidos.

Le considero una persona lista, con inquietudes y ambiciones políticas, pero estos errores solo pueden obedecer a una de estas dos causas: o a su desconocimiento supino y manifiesto del sistema sanitario y que haya obtenido informaciones sesgadas y parciales acerca de él o bien, en segundo lugar, a mala fe. La verdad es que no sabría decirle cuál es mejor o peor de las dos opciones.

Mientras tanto…los servicios sanitarios de los hospitales públicos se han ido deteriorando, como razón manifiesta para justificar, de forma “peculiar”, que precisamente por ese deterioro se precisa la privatización de la gestión.

Mire, vamos a hablar claro: no es externalización (vocablo que, hoy por hoy, no existe en el diccionario de la RAE ni en el de uso del español de Dª Mª Moliner), sino que es dar la gestión de un servicio público a una empresa privada y se la paga con dinero público y eso se llama y solamente se denomina así: PRIVATIZACIÓN.

Vd. nos repite que la sanidad seguirá sin costarles nada a los madrileños y que será de calidad. Vd. sabe que no es verdad. Mire, quizá los madrileños no paguemos directamente, pero pagamos indirectamente, ya que el dinero de nuestros impuestos van a empresas privadas y no revierten sobre el propio servicio público que se presta. En los servicios públicos la plusvalía generada (sí, señor Lasquetty, en sanidad se genera una plusvalía intangible: devolver la salud a los trabajadores en el menor tiempo posible para que sigan generando ganancias a las empresas) retorna al propio servicio público, mientras que en la gestión privada retorna en forma de euros reales a la empresa concesionaria.

Por cierto, Vd. ha pretendido confundirnos, al intentar realizar una equivalencia entre concierto público-privado con privatización de los servicios y la gestión. Efectivamente, conciertos público-privado siempre han existido y en todo el territorio del Estado, en este apartado estaba la Fundación Jiménez Díaz. Otra cosa, bien diferente, es que la gestión del conjunto del Hospital público se le ceda por dinero a una empresa concesionaria, como Capio o Adeslas, Sanitas, Asisa u otra(s) ¿Por qué esta diferencia? En el primer caso, en los conciertos, se acuerda el coste de un servicio que se autoriza a realizar por un convenio y que tiene unos precios determinados. En el segundo, la privatización, consiste en ofrecer a una empresa concesionaria el conjunto de la asistencia sanitaria y se le paga por población asignada, acuda o no a ese servicio hospitalario. En este segundo caso al aparente abaratamiento de la gestión es un engaño, un gran engaño: primero la experiencia nacional (Alzira) e internacional (National Health Service inglés en estos últimos 15 años así lo atestigua, con publicaciones en revistas relevantes, p.e. The Lancet o BMJ); segundo, por el coste real, si es más barato, se presta el mismo servicio y existe ganancia real (en euros) para la empresa concesionaria, solo se podrá hacer reduciendo prestaciones o sesgando las intervenciones, p.e. reduciendo personal, conozco datos del pliego pero…la ley laboral (por cierto realizada por Vds.) justificaría a las empresas hacer lo contrario en muy pocos meses, no somos tan tontos como Vd. cree y sabemos ver la letra pequeña y la letra oculta, sobre todo los de algunas especialidades y los que tenemos algunos trienios y estuvimos en diversas batallas.

Un dato que se podría valorar políticamente es consiste en analizar dos fenómenos: “puerta giratoria” (paso de la gestión privada a la gestión pública y retorno a la gestión privada con contactos y conocimiento exacto de la situación) y “caballo de Troya” (introducir en puestos relevantes de gestión pública a personajes determinantes e ideólogos de la gestión privada y, desde ellos, defender los intereses de las empresas privadas hundiendo, cada vez más, a los servicios públicos) que se da entre personajes de la política sanitaria y las posibles empresas concesionarias para la privatización y para la elaboración de la ideología subyacente, de los razonamientos políticos y de la praxis real en todo este proceso privatizador.

 

Me quedan algunas dudas sobre el conjunto de lo dicho: ¿malversación de caudales públicos? ¿prevaricación? ¿desconocimiento? ¿mala fe? ¿intereses creados?

Por último, deberá saber que la sanidad es un sector en el que cuesta movilizarse. En esta ocasión ha sido masiva la respuesta, masiva, continuada y persistente en el tiempo. No hay ni un solo sector que le apoye: colegios profesionales, sindicatos de clase, sindicatos de sector, asociaciones profesionales, asociaciones científicas diversas, asociaciones de pacientes… Ha conseguido una gran unanimidad en su contra, es un gran mérito por su parte el concitar tanta convergencia de opiniones desde diversas ideologías. Mire, creo que es muy difícil, no imposible pero sí muy difícil, que todos nos hayamos dejado manipular por alguna oscura mano negra. Somos gente mayor, con experiencias sociales diversas, con formación y experiencia profesional, con mente crítica y posibilidad de acceder a lecturas profesionales y técnicas, comprendiendo su contenido de forma razonable, al menos, y sabemos formarnos nuestro propio criterio.

Deje de buscar fantasmas, los fantasmas sencillamente no existen. Busque en los contenidos de lo que pretenden hacer, lo analizan de forma crítica y constructiva y pensando una de las cosas fundamentales de toda buena gestión: lo que funciona de forma razonable no se toca, simplemente se mejora. La sanidad era un sector muy apreciado por la población, aunque todos reconocemos que había amplios sectores de mejora, ahonden en esos pero no desmonten todo.

Saludos cordiales.

J.L. Pedreira es Doctor en Medicina. Máster de Calidad de Servicios Sanitarios. Premio Nacional Investigación Psicosocial 2001. Profesor Tutor UNED de Salud Pública y Dependencia

DIARIO PROGRESISTA

Esto mismo, lo estamos padeciendo en la COMUNITAT VALENCIANA, BUENOS DINEROS QUE LES PAGAN A LAS EMPRESAS, QUE GESTIONAN LOS HOSPITALES DE GESTIÓN PRIVADA, ESTE AÑO, LA GENERALITAT LES HA SOLTADO 20 MILLONES DE €. (PARA REPARTIR BENEFICIOS)

Y EN EL HOSPITAL PROVINCIAL DE VALENCIA , SIN PAPEL HIGIENICO.      (PARA DETERIORAR LA SANIDAD PÚBLICA)