Lunes, 31 de Diciembre de 2012
10:04
Julio Ortega Fraile
Por el recto de Europa van
entrando supositorios, capsulita tras capsulita, procedentes en apariencia de
diferentes laboratorios pero con una Junta de accionistas común para todos
ellos. Son las franquicias del Estado. Y ese esfínter peninsular llamado España
que, cual agujero negro, todo lo admite, sufre en silencio las hemorroides de
su ignorancia y su mansedumbre. O puede que no tanta mansedumbre, ni tanta
ignorancia ni silencio ya. Y puede que algunos que no fueron capaces de ver
agitarse las antorchas al otro lado de las ventanas pronto perciban el olor y
griten el dolor de su piel quemada.
En aquellos países que se dicen
avanzados el pasado se exhala y el futuro se inhala para llenar el pulmón
social de un aire cada vez menos viciado. Aquí el ciclo de la respiración
funciona al revés porque hasta para eso dispone de poder un Consejo de
Ministros del PP. No tiene suerte la Ilustración en España y cada vez que
quiere traspasar los Pirineos se encuentra a los cancerberos de la ranciedad
cortándole el paso.
Cortándole el paso a un País en
el que:
Ciertos líderes políticos tratan
de apestados a los homosexuales.
Se prohíbe a los afectados por
VIH ejercer su legítimo derecho a trabajar como taxistas.
Tiene más poder la Iglesia que el
movimiento 15M.
Se consuela a los padres de
fallecidas por negligencias municipales explicándoles que ya se le pide a la
Virgen por el descanso de las jóvenes muertas.
En un País en el que los toreros
son héroes y los toros condenados a muerte.
En un País en el que perder el
trabajo supone perder la casa y a menudo la vida.
En un País en el que los bancos
roban al Pueblo y el Estado cobra al Pueblo para regalar a los bancos.
Donde a David Reboredo se le
niega el indulto.
Donde Alfón continúa encarcelado.
Donde Urdangarín permanece en
libertad.
En el País en el que un cargo
político se coloca sobre la cabeza los testículos del animal al que asesinó y
se hace una foto sonriendo orgulloso.
Y mucho más…
Sí, en España, en el recto de
Europa.
La España casposa, la España que
exhibe rabo y orejas porque no puede mostrar corazón ni cerebro, la España cada
día más pequeña, más rodeada, más agónica y ridícula, la España que a muchos
nos gustaría ver desaparecer con 2012, pero como parece que no vamos a
conseguir que así sea este año juramos no descansar hasta lograrlo. Porque hay
muertos que no pueden esperar por el bien de los vivos. Y nosotros, cada vez
más, nos encargaremos de matarlos. ¡Palabra!
EXTREMADURA PROGRESISTA