El 25 por ciento de los niños españoles menores de 16 años sufre
malnutrición, la crisis económica hace
que muchas familias no puedan comprar carne, pescado y fruta para alimentar a
los más pequeños.
Esta malnutrición infantil se da en familias castigadas por el paro y
con graves problemas económicos que les impiden ofrecer una dieta equilibrada a
los más pequeños.
De hecho, el 17% de los niños
que vive bajo el umbral de la pobreza sufre obesidad infantil, el doble que los
menores sin dificultades económicas, enfermedad que se deriva de una
alimentación que carece de frutas y verduras.
Las familias españolas acechadas
por la crisis se ven obligadas a privarse de lo más básico, como la
alimentación y la higiene, y los que más sufren en este proceso son los niños,
que "no son responsables de su sufrimiento y no disponen de suficientes
mecanismos para defender sus intereses y necesidades".