LUNES, 8 DE JULIO DE 2013
ODÓN ELORZA
Es un clamor, en la calle, en los medios y en
las redes; la ciudadanía exige medidas inmediatas para poder creer en la
voluntad de los partidos, en especial de los mayoritarios, de acabar con la corrupción,
tanto en el seno de las instituciones como la que pudiera organizarse desde el
interior de los partidos.
Y más allá de las reformas pendientes en el Congreso para el control,
prevención y castigo de los corruptos, que afectan nada menos que a 13 leyes (desde
la ley de financiación de partidos, la de indultos, contratos públicos, Código
Penal hasta la ley del Tribunal de Cuentas, entre otras) y que se están
haciendo de rogar demasiado, el PSOE podría asumir una posición de vanguardia y
adoptar en el próximo Comité Federal decisiones ejemplares e innovadoras. Es lo
que yo haría en una situación crítica para avanzar en la regeneración
democrática.
Es el caso del llamado Comité de
Ética y Garantías que tiene que reformular sus funciones para pasar a
desempeñar una labor decisiva en la dignificación del ejercicio de la política,
la vigencia de los principios éticos, el respeto a la democracia interna y el
control de los abusos de poder, la lucha interna contra los comportamientos
inmorales y los casos de corrupción protagonizados por cargos socialistas. Lo
resumo en un doble papel: velar por el respeto a los principios y actuar como
investigador inmediato en "asuntos internos".
Sus componentes han de ser
hombres y mujeres socialistas intachables (algun@s profesionales del Derecho),
independientes de las direcciones del PSOE, con capacidad para hacer su labor y
hasta para investigar casos internos con anticipación, sería lo deseable, a la
intervención judicial.
Con esta filosofía me gustaría
poner el acento en las siguientes nuevas funciones:
- velar por la defensa de los principios y valores del Socialismo,
- promover la integridad y la
honestidad de los cargos públicos socialistas y hacer seguimiento de la
aplicación de un Código de conductas y del Pacto Ético contra la corrupción.
- actuar en los casos de
corrupción y comportamientos inmorales de cargos socialistas, desarrollando la
investigación de "asuntos internos" en caso de denuncias ciudadanas,
de la direccion local del PSOE, de militantes o de imputaciones judiciales para
proponer medidas cautelares a la Comisión Ejecutiva Federal o dictaminar sobre
responsabilidades de carácter político,
-gestionar -en su caso- la rehabilitación
de la honorabilidad y la reposición en sus anteriores puestos de quienes
habiendo sido apartados preventivamente sean finalmente declarados inocentes,
- control y evaluación anual del
nivel de cumplimiento de los programas y compromisos electorales,
- actuar como un observatorio de
la calidad de la democracia interna emitiendo un diagnóstico anual,
- supervisar y garantizar el
respeto a los procedimientos aprobados para el desarrollo de una primarias
profundamente democráticas y, por tanto, con igualdad de oportunidades
- y actuar como última instancia
en los casos de expedientes disciplinarios dentro de la organización.
Desde Foro Ético estamos convencidos de que no sería difícil poner esto
en marcha. Bastaría la voluntad política y un golpe de audacia para superar lo
que han venido haciendo estos comités en algunos partidos: ser el brazo
ejecutor de la dirección sobre los "indisciplinados y críticos".
Desde luego es el momento para que los Comités de Ética y Garantía de los
partidos ejerzan otras misiones y contribuyan a la regeneración democrática de
la vida política.
Odón Elorza es diputado Socialista por Gipuzkoa
DIARIO PROGRESISTA