MIÉRCOLES, 3 DE JULIO DE 2013
ANTONIO MIGUEL CARMONA
Lo que se necesita de
una vez por todas, en el caso de los EREs y en cualquier hecho en el que se
presuponga malversación de fondos públicos, es que se aclare lo sucedido, más
temprano que tarde, con la máxima transparencia, haciendo la mayor justicia y
exigiendo las oportunas responsabilidades.
Parece evidente que en
el seno de la consejería de Empleo de la Junta de Andalucía se tejió una red de
reparto de prebendas, rentas y dádivas que ahora afloran, en un momento de la
historia de España en el que los ciudadanos precisamente lo están pasando
francamente mal.
Errar el tiro, disparar
a todo lo que se mueve o desear ir a la cabeza por muy inocente que parezca,
hace de cortina de humo, tinta de calamar de la oposición conservadora cuyo
deseo, más que esclarecer los hechos, es obtener un rédito político lo más
elevado posible.
A mí, personalmente, me
parece difícil demostrar que la consejería de Hacienda fue responsable del
fraude por el mero hecho de que presupuestaba y transfería dichos fondos. Tanto
si la titular era Magdalena Álvarez como si lo fue José Antonio Griñán. Pensar
que participaban por acción u omisión en el lío me parece, sinceramente, un
atrevimiento.
Es como si Carlos
Solchaga o Pedro Solbes, titulares de Hacienda, fueran responsables en 1994 de
las fechorías de Roldán por el mero hecho de que desde Hacienda se transferían
los fondos a Defensa. O, del mismo modo, tendríamos que imputar a Rato por ser
ministro de Hacienda cuando se llevaban a cabo transferencias a las empresas de
Gürtel en el pago de los viajes de La Moncloa.
Otra cuestión bien
distinta son los tejemanejes que se desarrollaban en diversos estamentos de la
consejería de Empleo. El reparto de comisiones, los falsos trabajadores, el
dinero en metálico, la malversación de los fondos que deberían haber sido
custodiados fielmente por la Dirección General de Trabajo.
En cualquier caso a los
socialistas lo que nos importa literalmente es que se aclaren los hechos y que,
créanme, los que la hayan hecho… que la paguen.
@AntonioMiguelC
DIARIO PROGRESISTA