Miércoles, 10 de Julio de 2013 09:37
Diagonal
Probablemente ninguno
de los datos de la cuentas publicadas por Anonymous sea una novedad en sentido
periodístico. Una simple búsqueda en internet de las anotaciones que más llaman
la atención hace suponer que al menos parte de los documentos son conocidos
desde hace tiempo por diversos medios de comunicación. Sin embargo, el acceso
abierto a toda la contabilidad (en A) del PP desde 1989 permite obtener una panorámica sucinta de la evolución de las
cuentas populares. En la redacción de DIAGONAL hemos cruzado datos del periodo
2004-2011 y constatado, entre otras cosas, que el PP es un partido cada vez más
endeudado (más de 80 millones en 2011) y dependiente de las subvenciones
públicas (diez veces superiores a las cuotas de socios ese mismo año) que, sin
embargo, obtiene beneficios desde 2005 (40 millones en total).
La deuda ha sido contraída en su mayor parte con una veintena de
entidades financieras, entre las que destacan Banesto, al que el PP debe más de
33 millones (un 41% de su deuda), y Banco Popular, al que la formación adeuda
más de 30 (un 37%). Estas deudas están ligadas a dos años contables: 2005,
cuando la formación popular contrajo un préstamo hipotecario por valor de 37
millones de euros con Banesto, actualmente uno de los brazos del Grupo
Santander; y 2011, momento en que la deuda a corto plazo del PP se dispara en
casi 25 millones, en su mayoría por causa de tres créditos concedidos por el
Popular para las elecciones europeas, municipales y generales.
En paralelo al crecimiento de las deudas, el PP ha experimentado un
aumento continuado de sus ingresos. Si en 2004 la formación ingresó menos de 64
millones, en 2011 se embolsó más de 135, de los cuales 120 proceden de
subvenciones: es decir que cerca del 90% de la actividad del partido que
preconiza el adelgazamiento del Estado se financió con fondos público
Gracias a estas cuentas, el PP no ha dejado de aumentar su gasto en
personal y de generar beneficios incluso en plena crisis. Así, en 2011, la
formación destinó casi 35 millones a remunerar a sus trabajadores mientras que
en 2004 dedicó 26 a este concepto. Desde 2005, además, la formación ha obtenido
más de 40 millones de beneficios (resultados positivos en su cuenta de pérdidas
y ganancias).
¿Dónde han ido a parar estos beneficios? ¿Cómo es posible que con estas
cifras la deuda bancaria de los populares no haya hecho más que incrementarse?
Son preguntas que sólo podrán despejarse cruzando estas cuentas con otros
datos, como la contabilidad en B del PP o las acciones de este partido en
tareas de gobierno que hayan favorecido a terceros.
EXTREMADURA PROGRESISTA