MIÉRCOLES, 27 DE FEBRERO DE 2013
JOSÉ LUIS PEDREIRA MASSA
Sr. Rajoy: Disculpe que ose dirigirme a vd, soy un simple ciudadano que
está observando la realidad que le está tocando vivir. Una realidad que no deja
de sorprenderme al ver su indolencia que roza la desidia hacia lo que acontece,
tal y como lo vemos la ciudadanía.
Pase que se presentara sin programa concreto. Nos impone lo que vd
había dicho que no haría, nos lo impone utilizando la vía del decreto ley. De
forma habitual secuestra la voz a la discusión parlamentaria y habla del
pasado, de la herencias, de cosas que no queremos escuchar a un dirigente,
porque son cosas que representan no dar la cara ante sus decisiones o
esconderse cuando han existido problemas o dificultades y las ha habido o así
lo estamos percibiendo los ciudadanos.
Mucha gente somos no afiliados,
pero tenemos ideología y pensamiento, tenemos un compromiso social y político
amasado durante años de experiencias, madurado durante lustros de estudio,
sedimentado durante décadas de debates. Por ello, nos molesta que nos trate
como a niños pequeños que no entendemos y que se desparrame su paternalismo
sobre lo que nos interesa para nuestro bien, sobre los sacrificios que debemos
hacer, sobre el sufrimiento que le produce tomar estas decisiones. Mire no es
creible lo que dice, pero nada, nada creible.
No es el lugar ni el momento de
realizar un catálogo de afrentas, pero intentaré abordar dos ejemplos, como
casos paradigmáticos: la sanidad en la Comunidad de Madrid y los casos de
corrupción que asolan su partido.
Verá, nos dicen que para reducir
gastos hay que privatizar la gestión de los servicios sanitarios. Prefiero
decir privatizar a repetir el eufemismo que vds dicen de externalizar dado que,
según el diccionario de la RAE, externalizar simplemente no existe o, lo que es
lo mismo, es un neologismo.
En medicina estamos acostumbrados a realizar búsqueda de evidencias
científicas, lo hacemos consultando la bibliografía internacional y comparando
experiencias. Con estos mimbres nos hemos puesto en marcha un grupo de
profesionales, cada uno desde su lugar y ahora le ofrecemos nuestros
resultados: No hay datos de evidencia real, contrastada con criterio científico
que demuestre que la gestión privada es más eficiente que la sanidad privada.
Ejemplos concretos: el gasto sanitario según PIB de los países que
tienen gestión privada es muy superior (Holanda, USA, Reino Unido, Alemania,
Suecia) al gasto por PIB en España. Datos concretos de experiencias: En Reino
Unido con la Administración Theacher se desarrolló un camino parecido al que
nos pretenden implantar aquí, al cabo de los años el gasto sanitario en PIB se
ha incrementado, profesionales se han marchado (aunque gracias a esta situación
hay puestos laborales para los médicos formados en España y que no tienen
trabajo aquí), el mantenimiento de los centros sanitarios ha empeorado de forma
manifiesta y las investigaciones del National Health Service, otrora punteras,
casi han desaparecido.
En Alzira, creo que sabe dónde está, se desarrolló la experiencia de la
gestión privada por medio de una financiación por habitante, se dijo que era la
mitad que los centros públicos, pero el devenir de los años hizo que el centro
sanitario tuviera un gran déficit que obligó a que la administración pública
saliera al rescate de tan “económica” obra. Lo sorprendente no es el rescate,
sino que tras esta acción vuelve a salir a concurso y ocurren varios
movimientos: se duplica el coste por habitante, se incluye la atención primaria
con presupuesto específico y, lo más sorprendente de todo, vuelve obtener la
concesión el mismo grupo empresarial que había arruinado la experiencia.
Así que tenemos evidencias
científicas que apoyen la opción que defienden. Si esto es así, entonces solo
quedan dos opciones: o son ocurrencias o son creencias, es decir son posturas
no fundamentadas y, por lo tanto, basadas en su ideología. Nada más que en
criterios ocurrentes y de creencia, pero nada más.
Verá vd, lo que digo lo baso
además en fundamentos que enlazan con el segundo ejemplo: la corrupción o
conductas corruptas o corruptelas o intereses económicos fundamentados. Quien
ideó el fracaso de Alzira es hoy el promotor e ideólogo de lo que acontece en
Madrid, además fue Presidente de una de las empresas que puede optar a esta
gestión y hoy la preside su hijo. Además el esposo de la secretaria general del
pp es consejero delegado de otra de las grandes empresas que optan a la gestión
sanitaria y a ésta última empresa pertenece como ejecutiva la hermana del
consejero de sanidad de Castilla La Mancha y dirigente del pp y son vocales
muchos, demasiados dirigentes y ex-dirigentes del pp.
Así llegamos a los ejemplos de
corrupción, mire independientemente de los casos más patentes, está el caso del
tesorero del pp que vd nombró. Verá ¿de verdad cree que vamos a dar
credibilidad a las auditorías internas y externas? ¿piensa que los españolitos
de a pié tenemos credibilidad acerca de las declaraciones de vds? Hay que
razonar con sensatez: si hay caja en B ni figura en las cuentas oficiales, por
lo tano las auditorías no lo detectarán y, si se paga en B, no aparece como
ingreso de las personas y no se detecta en la declaración de Hacienda ¿Ve que
sencillo es pensar, con un poco de rigor?
Asumir estos hechos es algo de
valentía política, de sinceridad y de honradez. Valentía, sinceridad y honradez
es lo que esperamos los ciudadanos. Según las últimas encuestas no le damos
credibilidad el 90% de la población. Los profesionales estamos en la calle
defendiendo la sanidad pública con decisión.
No podemos recibir más bravatas
y más intervenciones desafiantes. Necesitamos políticos responsables y
sensatos, rigurosos y accesibles, serios y honrados, flexibles y firmes (pero
no queremos políticos rígidos).
Si las cosas no se saben solventar, si solo queda la ocurrencia, la
creencia y se ejerce con rigidez, le solicitaría que, en base a su creencia,
supiera imitar la acción del Papa, él le ha señalado el camino.
Saludos.
DIARIO PROGRFESISTA