7 de febrero de 2013
Hace unos días, en uno de esos debates espontáneos que surgen en la
red, una compañera de la corriente comentaba sobre la necesidad de profundizar
en el debate de la lucha ideológica, porque se daba cuenta del avasallamiento
de los mass medias que dominaban apabullantemente el cotarro, creando una
tremenda confusión entre la clase trabajadora, y sobre todo en las direcciones
de izquierdas que sucumben ante tales presiones, que son, no solamente económicas, sino ideológicas y profundamente
conservadoras.
En primer lugar es necesario decir, que el verdadero socialismo tiene
que ser solidario e internacionalista por lo que es muy conveniente el
propugnarlo y practicarlo constantemente mediante la educación práctica y
teórica entre la clase trabajadora, porque los valores entre los dos modelos
son completamente diferentes.
En la lucha por el socialismo y por tanto contra la burguesía y su
sistema, el imperialismo, los terratenientes, la multinacionales y los
burgueses en general, sus voceros tienen como tarea fundamental evitar que
podamos avanzar en la construcción de una sociedad socialista con plena
democracia obrera y su papel primordial es el combate de la lucha ideológica, a
través de sus potentes medios de comunicación.
Por ello,
la formación obrera adquiere una especial dimensión en las condiciones
del mundo actual, cuando la ofensiva imperialista está intentando un viraje en
su política mundial que representa en realidad una especie de “fascistización
por vías democráticas” en las relaciones económicas, políticas, sociales y
culturales, de esta forma es preciso recordar para aplicarla desde la izquierda
es lo que dijo Largo Caballero: “La formación obrera
es una lucha permanente contra la ignorancia impuesta por la clase burguesa dominante”.
El PP que quiere imponer una ley educativa
como al LOMCE, a la que la juventud y la comunicad educativa en pleno está
rechazando con una segunda oleada de Huelgas Generales, convocada por el
Sindicato de Estudiantes, en 5, 6 y 7 de Febrero, cumpliéndose hoy el tercer
día con un enorme éxito, porque esos recortes y ataques suponen una vuelta a la escuela clasista de
la dictadura franquista, para llevar de nuevo al pueblo a la ignorancia, porque
no podrán estudiar más que los hijos de los ricos.
Las ideas burguesas, concepciones, patrones y
hábitos de conducta que se nos impone a la clase trabajadora por la brutal
propaganda permanente de la clase dominante, está muy arraigada desde décadas,
sino desde siglos, transmitido de generación en generación en la conciencia de
la gente, a través de los púlpitos y los planes de educación.
Desde la corriente
Izquierda Socialista hemos mantenido el método del materialismo dialéctico
desde 1979, cuando la corriente oficialista ganó el 28 y 29 Congreso asumiendo
un programa más bien socio-liberal-socialdemócrata, pero nosotros mantuvimos
los principios básicos de la filosofía que concuerda más ajustadamente con la
defensa de los intereses de la clase trabajadora, a la cual el Partido se debe,
le pese a quién le pese, llevando una lucha resuelta y desigual, al carecer
nuestra corriente de medios económicos materiales suficientes, para poder
oponernos en esa lucha resuelta contra las mentiras, tergiversaciones
históricas y manipulaciones informativas de la realidad que los intelectuales y
plumíferos a sueldo de la burguesía están llevando a cabo.
Debemos seguir
profundizando en el debate y el análisis concreto de esta realidad, tanto de lo
que se publica y emita por los medios de comunicación burgueses como en sus
teorías económicas liberales que han
fracasado estrepitosamente, con el fin de contrarrestar en la medida de
nuestras posibilidades y evitar en lo posible la penetración de la ideología
burguesa dominante, ajena a los intereses de nuestra clase.
Asimismo debemos
esforzarnos por desenmascarar todas las manifestaciones del aparato burgués,
que vaya en detrimento o desprestigio de la ideología socialista y de las
izquierdas en general, particularmente las campañas mentirosas “goebelianas”,
que arremeten con insidias, queriendo
hacer ver que el PP y el PSOE son la misma cosa, cuando quieren hacernos
olvidar que el PP representa al capitalismo tardo-franquista más rancio,
reaccionario y montaraz de la burguesía más atrasada de Europa, mientras el
PSOE, con sus errores y aciertos, es el legítimo heredero de la clase obrera
aunque hay que reconocerlo que está tan escorado a la derecha que, como dijo
Alfonso Guerra, “no lo reconoce ni la madre que lo parió”, es decir, que con la
política socialdemócrata que ha venido practicando la corriente oficial, lo que
más ha cambiado ha sido el Partido y no la sociedad que se pretendía cambiar,
lo cual merece al menos una profunda autocrítica por los partidarios de esa
corriente y un giro a la izquierda como las masas están exigiendo.
Nuestra misión, como parte de la
izquierda, es combatir en primer lugar al capitalismo y sus defensores, pero
también a los socio-liberales y algunos que se llaman ellos mismos socialistas,
que dicen defender la socialdemocracia, pero que en realidad se comportan como
elementos pequeño burgueses en el seno de un “Partido Socialista Obrero”, sin haberse atrevido a plantear en ningún congreso el abandono del ideal
del PSOE que “Es la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la
abolición de todas las clases sociales y su declaración y conversión en una
sola clase de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales,
honrados e inteligentes”, como defendían los fundadores del
Partido dirigidos por Pablo Iglesias, con lo cual demuestran que son ajenos al
genuino socialismo y por tanto, defensores vergonzantes del orden burgués, lo
hagan aposta o sin conocimiento profundo de causa, porque sobre todo, se niegan
a realizar una firme defensa del programa que pueda romper con el capitalismo e
iniciar la construcción del socialismo.
Nuestra corriente viene presentando desde hace
muchos años la firme oposición como trabajadores, a sus concepciones
conciliadoras con la sombra de esa burguesía corrupta y decadente, que están
propiciando un pacto para salvarse de la cárcel en la que deberían estar ya
tanto especulador, banquero y corrupto, propiciando un Pacto de Estado, sea de
Concentración Nacional, de Salvación, Pacto para la recuperación económica o
como quieran llamarle, que representaría un nuevo error porque no es eso lo que
el pueblo está exigiendo, sino que exista una verdadera “regeneración y
catarsis”, donde el pueblo pueda decidir libre y democráticamente su propio
destino, sin las trabas de la fraudulenta Ley D’hont. Cualquier pacto con el PP sería visto por las masas como una claudicación
porque está sufriendo con gran indignación la ofensiva de los ataques del PP y
la Patronal, que tienen que ser echados hacia atrás por la fuerza de la lucha,
y es poniéndose al frente de la mayoría de la clase trabajadora que lo demanda,
como el PSOE puede ganarse la confianza de los ciudadanos para empezar a
cambiar la sociedad.
También tenemos que desenmascarar a esos que
se llaman ellos mismos como los más “revolucionarios” y que al final, esos
grupos minoritarios extremistas y violentos no son más que
“seudo-revolucionarios”, que como dijo el clásico, son en realidad un “pequeño
burgués, con una bomba en la mano”, izquierdistas de salón, sin programa
concreto a veces, sin táctica, ni estrategia global, lo cual es un peligro del
aventurerismo político que tanto daño ha hecho a los trabajadores, llevándoles
a veces al matadero, cuando su verborrea es ultraizquierdista, sin tener en
cuenta los procesos, los ritmos y el camino de la Unidad y la Organización de
las masas tan necesarias para marchar hacia el socialismo.
Es el deber de todo
buen socialista marxista desenmascarar el intento de algunas fuerzas que se
reclaman de la izquierda de confundir la coexistencia pacífica en un momento
dado, con la conciliación y fusión entre las clases sociales, y sobre todo, la
coexistencia ideológica que ha llevado a muchos socialdemócratas al abandono
del objetivo de la transformación social y a negarse a defender una política de
clase, con un programa serio, anticapitalista y democrático, que represente una
verdadera alternativa al modelo liberal-burgués, totalmente agotado, obsoleto,
corrupto y sumido en la más terrible
recesión, de la que difícilmente podrá realizarse una salida digna para la
clase trabajadora y los sectores más empobrecidos de la sociedad.
Algunas de las medidas
más importantes que una organización de los trabajadores debe utilizar frente a
una situación como la actual, son el fomento y el estudio del materialismo
dialéctico entre la clase obrera, conocer las leyes del desarrollo social, los
papeles de los factores subjetivos y objetivos, analizar profundamente los
problemas económicos y sociales para ofrecer soluciones, luchar contra el
divisionismo, la apatía y el liberalismo, procurando avanzar hacia la mayor
unidad, organización y acción de los trabajadores, contra los ataques y las
injusticias de este podrido sistema capitalista.
Nuestra lucha por el socialismo debe vincularse a una labor
ideológica y a los problemas concretos de los trabajadores en los tajos y
puestos de trabajo, pues aquí se enfrentan los dos sectores irreconciliables de
la sociedad, poniéndose frente a frente la clase trabajadora contra la
burguesía, en todos y cada uno de los campos, como el político, el social, el
económico y el cultural, por lo cual tenemos que avanzar en esta tarea a través
de los sindicatos y organizaciones sociales, por lo que debemos darles un
carácter internacionalista y socialista de clase.
Es conveniente comprender con precisión de qué forma se
manifiestan los problemas en el proceso molecular de toma de conciencia de las
masas, que en momentos como los actuales experimentan una aceleración que será
dialéctica en sus saltos y convulsiones, cuyos responsables serán los propios
banqueros y capitalistas por su incapacidad para crear puestos de trabajo y por
tanto salir de la crisis, porque la
clase obrera está siendo explotada con más virulencia que antes.
Esta es nuestra introducción al debate que había sido
planteado como dijimos al comienzo; es preciso realizar un trabajo sistemático
de educación ideológica, laboral y económica de los trabajadores, para lo cual el Partido debiera encaminarse a la tarea indispensable de formar cuadros jóvenes
que, con “honradez y firmeza”, y siguiendo la recomendación de Pablo Iglesias,
que dijo: “elegid a los mejores y luego
vigiladlos como si fuesen canallas”, seamos capaces de movilizarnos, convencer
a la ciudadanía para que entren en política luchando por el verdadero programa
socialista y caminar resueltos hacia la aplicación de los principios sanos de
la democracia socialista, para acabar de una vez con la corrupción, aplicando los objetivos y valores socialistas, entre ellos ese que dice “de cada cual según
su capacidad, a cada cual según su trabajo”, como unos de los objetivos de un
plan socialista de producción, con planificación económica y científica de los
recursos productivos y bajo control
obrero, que permita salir con justicia y
trabajo de la catástrofe económica en la que este modelo capitalista corrupto
de casino nos tiene sumido.
ÁREA DE COMUNICACIÒN
Y FORMACIÓN.
IZQUIERDA SOCIALISTA
DE MÁLAGA-PSOE.A
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