SÁBADO, 16 DE FEBRERO DE 2013
EUGENIA BOLAÑOS
Son los tres grandes
beneficiados por la crisis económica. La Banca ha conseguido el rescate
comunitario para sanear y sacar los productos tóxicos que envenenaban la
sostenibilidad financiera española. Si bien, ha "trincado" lo cierto
es que no se ha producido el efecto cascada esperado: unas mayores
posibilidades de crédito para el consumo familiar y las pequeñas y medianas
empresas.
Los millones de euros
se han debido quedar en mano de la banca, en transacciones de ajuste financiero
y préstamos interbancarios. Porque a quienes pueden mantener la economía en
crecimiento (mediante el consumo y la creación de empleo) no les ha llegado
nada.
La CEOE ha dejado que
veamos su auténtica cara gracias a las palabras del Sr. Rosell, su Presidente,
que no cree en los datos de la Encuesta de Población Activa y considera que “la
grasa” de las Administraciones Públicas hay que extirparla.
En primer lugar, pone
en cuestión no sólo la EPA como método estadístico de computar el paro en
términos de quienes quieren y no pueden acceder el mercado laboral, además de
ser la vara de medir en la Unión Europea, sino que al hacerlo cuestiona las
ayudas comunitarias que podamos recibir de los fondos estructurales para crear
puestos de trabajo e invertir en formación.
En cuanto a “la grasa”
de las Administraciones se refería ni más ni menos que a los empleados
públicos. Sus declaraciones son cuanto menos incendiarias, porque si hay una
institución privada lo más parecida a una entidad inútil, inoperante,
disconforme y que se dedica al derribo del modelo social, esa es la CEOE.
Sus empleados no son
empresarios, éstos únicamente ocupan los puestos de representación directa y de
bloqueo institucional para lograr el consenso y el diálogo social. El resto son
trabajadores por cuenta ajena, como
tantísimos otros que no merecen tal desprecio profesional y falta de respeto
personal.
Si la propia CEOE es un
ejemplo de falta de transparencia y, en algunos casos, de presunta corrupción y
refugio de presuntos delincuentes económicos y sociales, más vale que el gran
jefe de los patrones guarde silencio y muestre algo más por un colectivo
seleccionado mediante concursos de mérito y adecuación de su profesionalidad a
las necesidades de una Administración que intenta olvidar los desórdenes
introducidos por la derecha y las designaciones a dedo, tanto de unos como de
otros.
La CEOE bloqueó la
posibilidad de llegar a un acuerdo social al principio de la crisis. Todavía
estoy esperando a que se le exija responsabilidades por el daño causado a la
sociedad. Si en 2007 se hubiera logrado un gran acuerdo entre la patronal y los
sindicatos probablemente hoy no estarían seis millones de personas en el paro.
El Partido Popular es
otra institución que, como partido político, es uno de los pilares de la propia
democracia. Sin pluralidad de partidos no habría democracia, estaríamos ante
una situación que todos recordamos y que no queremos volver a repetir.
El Partido Popular
durante el periodo de la crisis ha sido una institución que ha ido ganando en
recursos y, según comprobamos, se encuentra en superávit. Gracias a
¿donaciones?, ¿quiénes donaban y cuánto?. El Presidente de Gobierno, Sr.
Rajoy, pretende dar por zanjado el caso
Bárcenas con la publicación de sus declaraciones de la renta y el patrimonio.
Pero ¿no eran ya públicas? No debían estar tan aireadas porque es ahora cuando
caemos en la cuenta que sus percepciones antes de llegar a la Presidencia del
Gobierno eran de unos 250.000 Euros, dinero que no provienen sólo de donaciones
sino de unas relaciones un tanto oscuras con empresarios del sector de la
construcción y de nuestro propio bolsillo, ya que la parte legal de la
financiación de los partidos político la pagamos entre todos.
Alega el Presidente Rajoy que durante su vida
se hubiera forrado dedicándose a su puesto como registrador de la propiedad y
que su acción política es fruto del altruismo y del sentido del honor y entrega
al servicio de los demás. ¿Suena a broma, verdad?
Primero, nada le
hubiera impedido permanecer en su Registro (por cierto, parece que algo percibe
por tal concepto aunque no pise el despacho de su registro y también por otros
conceptos exentos de declaración fiscal pero que son ingresos netos de renta
que no ha tenido a bien darnos a conocer) ahorrándonos muchos problemas que, su incumplimiento
constante y absoluto de sus compromisos electorales y su posicionamiento a
favor de unas políticas liberales, está produciendo entre muchos de nosotros
que nos vemos agraviados por subidas no progresivas de impuestos, temor a un
despido, deterioro de los servicios sociales y daños en la calidad de dos
cuestiones sagradas: la educación y la sanidad.
Son sólo tres ejemplos
de la marcha del país, no serían importantes si sólo se representaran así
mismos, pero resulta que son los representantes de la soberanía popular, de la
sostenibilidad de nuestro crecimiento económico y de la provisión de recursos
financieros suficientes y a porcentajes justos para la activación de la sociedad. Ninguna de
estas tres entidades pasa la prueba del algodón, es decir, la de la confianza.
Si a estos ejemplos
ponemos el papelón del Sr. Urdangarín y
el cuestionamiento de la conducta de la Corona, la falta de reflejos de una oposición,
enmudecida a la fuerza, por el rodillo parlamentario de la mayoría absoluta
(utilizada con muy poco rigor democrático) y una ciudadanía que quiere
manifestarse pero a la que se intenta
amordazar y etiquetar como delincuentes o que está guiada por intereses
partidarios, nos encontramos con que nadie se está ocupando de hacer las
políticas que requiere España.
Basta ya de quedar
expuestos al exterior, miremos los problemas nacionales e intentemos que la
democracia participativa sea considerada como lo que es, la voz del pueblo
entre elecciones. Vemos, oímos y hablamos.
DIARIO PROGRESISTA