Arturo González
02 jun 2013
Si hay que cambiar la
Ley de Partidos, para mejorarlos se entiende, si hay que cambiar la Ley
Electoral, si es necesaria la Ley de Transparencia, si hay que solucionar la
herida abierta de Catalunya, si hay que reformar la financiación autonómica con
un reparto igualitario o no del déficit, si es necesaria una reforma fiscal
importante, si hay que detener la sangría de las televisiones autonómicas, si
hay que reformar el Tribunal de Cuentas para que sea ágil, veraz y eficaz, si
hay que reestructurar el Consejo General del Poder Judicial, si hay que meditar
sobre la Monarquía, si hay que actualizar la Constitución obsoleta e incumplida
en tantos puntos, si hay que estudiar si se puede pagar la deuda, si hay que
analizar si se cumplen en demasía los Acuerdos con la Santa Sede, si hay que
consensuar la enseñanza, si hay que agilizar los procesos judiciales, si hay
que perseguir el fraude fiscal, si todavía hay que amarrar los rescates
bancarios e inyectarles más fondos, si no se pueden suprimir las pelotas de goma,
si no se sabe si las mujeres deben responder conjuntamente con sus maridos en
la administración de su matrimonio, si hay que dilucidar si queremos y nos
conviene continuar con el euro, si hay que seguir con la austeridad impuesta,
si la justicia no es igual para todos, si la pobreza se extiende aunque nos
digan lo contrario, si a los políticos que mienten y no cumplen sus promesas no
les pasa nada, si el trabajo es precario y el que hay está en peligro, si hay
que emigrar, si hay que mantener a hijos y nietos, si hay que pagar las
medicinas, si no creemos nada de lo que nos dicen, si el Fiscal General del
Estado tiene cada vez menos credibilidad, si vivir con 400 euros, o con 600 o
con 800 es un milagro, si no hay ricos en las cárceles, si el futuro es incierto,
si se confirma que la democracia se reduce a echar una papeleta en una urna
cada cuatro años y hasta luego Lucas, si nadie cree en la justicia, ni en la
separación de poderes, si hay que trabajar más años para jubilarse y cobrar
menos, si nadie contrata a un trabajador de más de años, si los movimientos
sociales no consiguen organizarse, si los medios de comunicación son
interesados y tendenciosos, si no se sabe qué es la izquierda, si la
intransigencia es nuestro valor supremo y nuestra seña de identidad más
acusada, si según cifras oficiales España es el país de la Unión Europea con
mayores desigualdades sociales y económicas, si todo esto ocurre no existe
razón alguna para no ser optimista y ciudadanos obedientes, ¿o no?
PUBLICO DIGITAL