lunes, 3 de junio de 2013

Necesidad de una revolución que traiga una política nueva


LUNES, 3 DE JUNIO DE 2013

PABLO IGLESIAS 

Por consecuencia de la guerra provocada hace más de tres años por los imperios centrales, todos los países envueltos en ella han tenido que hacer cuantiosos esfuerzos y sacrificios en hombres y dinero…

Veamos lo que ha pasado en España, no obstante ser un país neutral. Aquí, los medios de vida han alcanzado precios enormes, poniendo a la casi totalidad de los españoles en el triste caso de reducir su pitanza y la satisfacción de otras necesidades.

Para calmar este mal, ¿han hecho algo positivo nuestros gobernantes? ¿Han mostrado arrestos para impedir que los precios de los artículos más necesarios llegaran a alcanzar el alza que hoy tienen? No. Han dictado, es cierto, muchas disposiciones, han acordado no pocas medidas, han llenado La Gaceta con reales órdenes y circulares; pero nada de eso ha impedido que suban y suban los precios de las cosas.

Y por no haber evitado esto, que afecta a la clase trabajadora, algunos se han enriquecido extraordinariamente:

Los especuladores.

Los banqueros.

Las compañías ferroviarias.

Los grandes fabricantes.

Los navieros.

Los acaparadores de alimentos.

Los propietarios de minas.

Si en vez de los gobernantes que tenemos, los hubiéramos tenido con más fibra, habrían metido en cintura a todas aquellas sanguijuelas de la nación, y librado así a esta de gran parte de los sufrimientos que hoy experimenta.

Y como el malestar continuará, y como los gobernantes que hay ahora y los que pueden sucederles en turno pacífico nada harán contra los causantes de aquél, que no son otros que los enumerados anteriormente, de ahí que sea necesaria en España una revolución, una revolución, sí, que, barriendo la política vieja, traiga con la nueva hombres capaces de atreverse con aquellos privilegiados y de obligarles a no acrecer sus fortunas a costa del hambre y de las privaciones del país.

Sin esa revolución, España no se salvará.

Artículo publicado en El Socialista el día 10 de diciembre de 1917

DIARIO PROGRESISTA