SÁBADO, 1 DE JUNIO DE 2013
MARÍA GÁMEZ GÁMEZ
La situación económica del país con un panorama desolador necesita una
respuesta rápida del gobierno de la nación. Rajoy no da la cara, ni ahora, ni
antes ni la dará. Está oculto detrás de los velos del fracaso, es incapaz de
sacar adelanta iniciativas que ilusionen al país y es, aún más incapaz, de
aceptar la mano tendida que ofrece el PSOE para alcanzar pactos de estado que
insuflen optimismo a la sociedad que en muchas ocasiones nos demanda acuerdo.
El PP está fragmentado sólo le sujeta el holgado resultado electoral de
2011 a todas luces lejano de la realidad dado los apoyos ciudadanos marcados
por los numerosos estudios demoscópicos. Aznar llama al orden y se ofrece como
salvador del desastre, su proyecto político se desmorona, su dedazo “rajoyniano”
se dibuja como el mayor error posible, visto lo visto, después de la terna que
tenía en su famosa libreta.
La deriva ideológica hacia el
extremo más escorado hacia la derecha, la inoperancia para sacar al país de la
crisis económica, el mercadeo internacional de los ministros enviando al mejor
de nuestros más jóvenes talentos al exilio económico, una contrarreforma
educativa que vuelve a colocar a la religión en la posición que superamos hace
cuarenta años y un Presidente en formato “plasma”, un expresidente dando
lecciones en un formato televisivo ad hoc...la parte contratante de la primera
parte...en definitiva el peor escenario posible para un gobierno necesitado de
proyecto y de metas concretas para dejar atrás la gravísima crisis que vive el
país.
Rajoy sí tiene claro algo y es que tiene que ser el alumno aventajado
de Merkel. Él necesita el abrazo del oso “merkeliano” y parece que da igual el
sufrimiento de decenas de miles de españoles a los que está dejando tirados en
la más desastrosa de las ruinas. La política no puede estar alejada de las
personas para las que se realiza y mucho menos alejada de la realidad que tan
evidente nos engulle, atrapándonos en un círculo vicioso de destrucción de
empleo y depresión económica. El desprestigio de un partido político como el PP
que admite el cobro de sobresueldos, de financiación irregular y que ha de
vivir el bochornoso espectáculo de un Presidente del Senado al que se le toma
declaración en los despachos de la Cámara Alta para aceptar que ha cobrado y que
no dimita, inmediatamente, pasa por convertirnos en el hazmerreír de las
democracias consolidadas.
Todo este panorama evidencia con nitidez que al PP se le ha ido el país
de las manos, la crisis ha dañado gravemente numerosos sectores económicos pero
el PP con sus bandazos y sectarismo ideológico está cercenando el futuro de
varias generaciones venideras. Está armando la estructura para evitar las
enmiendas futuras de nuevos gobiernos progresistas, limitando la capacidad de
reacción y convirtiendo el paisaje político en un erial. De tal forma que
justifiquen, ideológicamente, la ausencia de política, de diálogo, de agentes
sociales y de actividad parlamentaria. Así la imposición desde su rodillo es
más oportuna.
Por todos es sabido que el PP no
va a variar su política, a pesar de lo errática de la misma, pero eso no puede
hacernos caer en el desánimo que alientan puesto que el estoicismo nos puede
atrapar en una espiral que dé más alas aún a decisiones sectarias e injustas.
Hay otras formas de gobernar.
DIARIO PROGRESISTA ANDALUCIA