Arturo González
11 jun 2013
Dice el activista y
agitador político ex presidente José María Aznar que solo el centro-derecha, es
decir, el Partido Popular, puede poner remedio a España.
Aun así, y a pesar de
sus errores, disparates y corrupciones, la izquierda es preferible y más decente
que la derecha: la izquierda supone la esperanza de una aceptable justicia
social mientras que la derecha es la encarnación de la perversidad humana.
No abundan las buenas
personas en la derecha. Consciente o inconscientemente, llevan la maldad en su
mapa genético. Defienden la caridad frente a la justicia, aunque no se debe dar
limosna a los pedigüeños de las calles, la seguridad está por encima de la
libertad, minusvaloran los derechos humanos, creen en Dios, o hacen que creen,
y en el orden natural de las cosas, creen en la herencia como forma de
desarrollo, en la diferencia de clases, practican la esclavitud con métodos
modernos, la derecha española es esencialmente monárquica, como forma más
idónea de gobierno, confían en los amiguismos y en los tráficos de
recomendaciones e influencias, defienden el uso exclusivo de la violencia, la
vida es sagrada para todo feto, el aborto es un asesinato, como el de los
60.000 abortos europeos anuales, la educación no es para todos, no tiene por
qué serlo, la medicina para quien pueda pagarla, lo conseguido por las
izquierdas es una concesión revisable, son los amos de la propaganda en los
medios de difusión, el que se esfuerza puede ser admitido en su club, la
propiedad privada es inalienable hasta el infinito, van a pachas con banqueros
y curas, los inmigrantes son un cuerpo extraño y peligroso, la represión de los
díscolos es necesaria, el extranjero es un lugar para ir de turismo y para
mandar a los hijos a hacer sus masters, una elegancia mínima en el vestir es
exigible, el prójimo es algo insulso y los derechos humanos también, puras
frases, irán al Cielo pero los paraísos son fiscales, todo juez es corrupto o
corruptible, si hay que adoptar mejor un niño de la India o si acaso del Perú,
el tópico de que la unión hace la fuerza es cierto, y la fuerza hace la unión,
el mundo está lleno de mentecatos, tampoco sería un drama la pena de muerte (a
otros, claro), y en todo caso la cadena perpetua, la cultura en el fondo es
algo superfluo, votar es un trámite molesto, una necesidad que no hubo más
remedio que aceptar, las mujeres deben ser hermosas como primera y casi
exclusiva cualidad y mérito, y mejor si son sumisas o al menos
condescendientes, el Papa es infalible, todo Papa , sea el que sea, tiene
gancho, si hay que matar se mata, pero es mejor que no haya, siempre que no se
sobrepasen, la masa es un horror, un título nobiliario les pirra, es la gran
aspiración, por fuera del dinero, claro, y si no y para más modestos la medalla
del Trabajo, pasan de política, son apolíticos, la Bolsa es la gran ubre, el
que no defrauda es porque no puede, sus amigos tienen que ser importantes como
ellos o de su misma condición si son menos, la derecha es sorda, la derecha es
ciega a todo clamor o interés que no sea el suyo, son falsarios y mentirosos
por naturaleza y afición, solo son complacientes con los suyos, implacables en
sus venganzas, rencorosos, las tradiciones son bonitas, hay que conservarlas,
la navidad es cristiana, nos dulcifica, el egoísmo es su quintaesencia, no se
sabe qué es la izquierda pero ¿se sabe qué es la derecha?
Público.es