enricsopena |
11/06/2013
El botafumeiro, en
gallego; el esparcidor de humo, en castellano; no paró ayer ni un minuto,
mientras José María Aznar pronunciaba su arenga -menos crispada que la
anterior- en el salón del Club Siglo XXI. El incienso contribuyó a que Aznar se
sintiera una vez más el estadista que nunca fue y nunca lo será. Reconfortó
también el incensario a los asistentes, entre ellos, palmeros y tiralevitas.
Fotocopia del expresidente
Incluso agradó tanto
incienso a la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, acompañada por el ministro
José Manuel Soria, que es una especie de fotocopia del expresidente. Mariano
Rajoy no acudió a la convocatoria porque no quiso exhibirse con quien le hizo
de hecho presidente, luego se arrepintió y ahora le ningunea. Ande Rajoy con
cuidado, que va a por usted.
En el despacho de Pedro J.
El olor de incienso
llegó con puntualidad a El Mundo y, más concretamente, al despacho de su
director, Pedro J. Ramírez, el gran padrino de Aznar, como es sabido. Leer El
Mundo de ayer era como llenarse la nariz del grato incienso dedicado a Aznar
López. “Aznar hizo (…) un análisis de extraordinaria lucidez acerca de los
desafíos que afronta España. En sólo 40 minutos y en medio de una enorme
expectación puso sobre la mesa del Club Siglo XXI, [que preside Eduardo
Zaplana], un auténtico programa para cambiar el mortecino pulso de nuestra vida
política”.
“O lo hace Rajoy o tendrá que
intentarlo él”
El “mortecino”,
debieron de pensar todos los presentes, es ahora mismo Rajoy. El titular del
editorial de ayer era de una evidencia inequívoca: “O lo hace Rajoy o tendrá
que intentarlo él”. Y es que cuando Pedro J. se obsesiona con algún objetivo,
como nada menos que el de la autoría del 11-M, es capaz de insistir, erre que
erre hasta el fin de los siglos. Del XXI en adelante. Entusiasmado con el
futuro de su antiguo compañero de pádel, podía leerse: “La conferencia de Aznar
dejó frases para la antología del pensamiento liberal de España. Nadie había
dicho (…) que los políticos han acabado alumbrando un ‘Estado que a veces tiene
intereses que no son los de los ciudadanos’”.
Espectáculo bochornoso
Monumental demagogia. ¿Siendo Aznar presidente
del Gobierno, defendió los intereses de los ciudadanos con la guerra de Irak?
¿Las encuestas que advertían que hasta más del 80 por ciento de los ciudadanos
españoles estaban en contra de aquella brutal guerra o no? ¿Tienen especial
interés muchos millones de ciudadanos en que
políticos del PP se hayan llevado una pasta gansa, al parecer, en un
espectáculo bochornoso, con nombres y apellidos?
Unos cuantos amigotes
¿Los intereses de los
ciudadanos, Sr. Aznar, coinciden con su apuesta total por las grandes empresas
que fueron privatizadas y en las que colocó en sus poltronas de mando a unos
cuantos amigotes? Uno de ellos, Miguel Blesa, ya está en la cárcel por chorizo.
¿Los intereses de los ciudadanos aplaudieron con fervor sus mentiras sobre el
11-M? ¿Los intereses de los ciudadanos fueron los intereses de ciertos
empresarios y algunos políticos del PP cuando estalló el tamayazo? No nos tome
más el pelo, Sr. Aznar.
Enric Sopena es
director de ELPLURAL.COM